La Dama De Hielo || YoriichixTú (TERMINADA)

❄Sentimientos❄

Narumi jamás había sentido algo, en su vida siempre fue fría, distante y sin expresiones en su rostro. Así que las nuevas sensaciones que estaba experimentando cuando conoció a Yoriichi y a Michikatsu, le abrumaban un poco. Pues se sentía confundida, le tenía cariño a los chicos, pero a veces pensaba otras cosas que la ponían nerviosa.

El beso con Michikatsu el día de ayer la dejó avergonzada y pensativa: ¿qué significaba eso? ¿Qué eran ahora? ¿Qué habrá sentido? Eran preguntas que rondaban en la cabeza de la joven. Y por otro lado estaba Yoriichi, ese hombre serio y amable que le mostró su primera sonrisa a Narumi, y que ella atesoraba como un joya preciosa.

¿Podía tener sentimientos hacia dos personas a la vez?

Kiko, su asistente, lo habría retado por ser tan inocente y poco expiremental con el tema del amor, pero la hubiera aconsejado de la mejor manera, ya que Narumi veía en ella a su difunta madre, a pesar de no recordarla físicamente.

Lamentablemente ahora no la tenía a su lado, por lo que sola tendría que ir descubriendo esos caminos sin recorrer. Podía contar con la ayuda de Kaori, que tenía cinco años menos que Narumi, y apesar de nunca haber tenido una relación, sabía mucho del tema porque leía novelas románticas en su tiempo libre.

—Hoy está bastante pensativa. —habló Yoriichi tomando asiento al lado de la joven, habían dejado de entrenar por unos minutos, ya que a Yoriichi le preocupaba el estado anímico de Narumi.

Podía ser por su Clan, pero ella jamás volvió a mencionarlos.

—Yoriichi-san, ¿alguna vez usted ha tenido algún amor o sentimientos por alguien?

Yoriichi quedó algo sorprendido por la pregunta de Narumi, por lo que se quedó callado bastante tiempo.

—Sí.

Narumi lo miró con un pequeño amago de sorpresa.

—¿Sí?

—Se llamaba Uta, la conocí cuando escapé de casa. —comentó mirando al frente—. Viví con ella diez años, y nos convertimos en pareja. Eventualmente, un día, Uta iba a dar a luz, pero en el camino a buscar a la partera, me topé con un señor herido que quería ir a ver a su hijo moribundo. Sabía que me iba a atrasar, pero debía ayudar de él.

Narumi escuchaba con atención la historia, pero no pasó por alto el hecho de que Yoriichi iba a ser padre y que ya tenía experiencia en el tema del amor.

—Al volver a casa, me encontré con una terrible escena: Uta y mi hijo estaban muertos. —Narumi se llevó sus manos a su boca, su ojos se sentían húmedos y en su garganta había un nudo que no le dejaba hablar—. Estuve, humildemente, sosteniendo el cuerpo de Uta e hijo durante diez días, hasta que un cazador, me ayudó a salir de ahí.

Narumi secó sus lágrimas con la manga de su kimono.

—En ese momento, me di cuenta que si incluso tú valoras tu vida, la van a pisotear fácilmente. —sentenció con tristeza y dolor en su voz.

Yoriichi emanaba un aroma dulce, pero esta vez, olía a mucha tristeza y dolor.

—Mi sueño simplemente era y es tener una pequeña casa y dormir tranquilo con mi familia, en donde los rostros de mis seres queridos sean visibles y alcanzar sus manos y sostenerlas. Pero sé que eso jamás será así. Narumi, soy un hombre sin honor.

«No, por favor, no pienses así de ti», pensó.

El chico se puso de pie.

—Vamos a continuar con el entrenamiento mañana.

Narumi simplemente no entendía como un hombre de tan buen corazón había sufrido tanto en lo que llevaba de vida. Se puso de pie.

—Yoriichi-san, no piense eso, no por favor. —opinó—. Jamás se denigre, usted es la persona más amable que he conocido, tiene un corazón tan cálido y humilde que es por eso que mucha gente lo estima y quiere. Por favor... Jamás vuelva a decir que es un hombre sin honor, solo es un hombre que ha vivido cosas horribles pero que aún así sigue adelante porque tiene un sueño, tiene un propósito que cumplir, así que míreme, por favor.