❄Gravedad❄

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~Yoriichi~

Moví mi mano con la intención de alcanzar la mano de mi pareja, pero al encontrar solo un espacio vacío y frío, me desperté asustado.

La angustia de no verla a mi lado, hizo que me pusiera de pie y me vistiera lo más rápido que pude. El pelo suelto me molestaba, así que me hice una coleta lo más rápido que alcancé y corrí sin soltar el mango de mi espada.

Sabía que algo había hecho Narumi, ayer sus palabras tan frías y sinceras me habían causado escalofríos. Ella realmente quería matar a Michikatsu con sus propias manos porque tenía temor de que nuestro futuro hijo se sintiera amenazado por él.

Yo sabía los sentimientos de Michikatsu hacia Narumi, habíamos hablado un par de veces de eso, pero yo nunca le dije nada, no me gustaba armar polémica por situaciones así. Tampoco podía obligar a Narumi a estar con Michikatsu, pues era decisión de ella, no mía.

Corrí siguiendo el aroma de Narumi, al parecer no había pasado mucho tiempo desde que ella había escapado, pero mis sentidos me decían que nada bueno había ocurrido y que mi pareja estaba en peligro.

La culpa nuevamente mi inundó, si ella estaba muerta, no tendría sentido seguir viviendo. No pude proteger a mi primera pareja de un ataque de demonios, pero si perdía a la mujer que amo con todo mi ser y a mi hijo que estaba formándose, no me lo iba a perdonar jamás por haber sido lo suficientemente débil para protegerlos.

Cuando llegué al origen del olor, me asusté al sentir el olor de la sangre de Narumi. Como un loco desesperado, comencé a correr mientras la rabia poco a poco nublaba mis ojos y mis sentidos. Hasta que llegué a la zona indicada y me detuve de golpe.

Narumi estaba sobre los brazos de Michikatsu, parecía muerta, pero su corazón latía con mucha lentitud.

—¡Déjala ir, ahora! —grité furioso.

El aspecto de mi hermano era terrible, además tenía unos curiosos kanjis grabados en sus ojos centrales. ¿Qué es eso de luna superior uno? ¿Será uno de los secuaces de Kibutsuji? De ser así, Michikatsu era la primera creciente, el demonio más poderoso.

Qué desgarrador...

—Yoriichi... llegas a tiempo.

Desfundé mi espada.

—Narumi...dio lo mejor de ella hasta el final.

—No hables de ella como si estuviera muerta.

—Lo está.

Tiró el cuerpo de Narumi hacia el montón de cazadores que reposaban muertos. Me alarmé al ver la herida de su abdomen. Apreté con más fuerza el mango de mi espada.

—Siempre... esperé este momento, Yoriichi.

No dije nada, la ira no me dejaba pensar con claridad.

—Es desgarrador, hermano. —murmuré con el ceño fruncido, pero las lágrimas me delataban.

Alguna vez soñé con ser el segundo samurái más poderoso del mundo, solo para seguir a mi hermano. Lo estimaba y quería porque siempre creí que él se preocupaba por mí, pero nunca fue así, él siempre me odió, siempre quiso todo lo que yo tenía, su desesperación por obtener más poder, odio, miedo a morir y envidia lo cegó y convirtió en lo que es ahora. Y eso duele.

Aliento solar. Segunda postura: Cielo azul despejado.

Di un vuelta de 360° en el aire y lancé un corte que logró llegarle. Michikatsu me devolvió con otro ataque más poderoso, pero pude esquivarlo. Mi espada chocó con la suya y el odio que transmitían me dejó helado.

—Te odio, de verdad que lo hago.

Me alejé de él.

Aliento solar. Quinta postura: parhelio arcoirís - rueda de fuego.

Mezclé ambas posturas logrando así cortar los brazos de Michikatsu y su torso, pero no era suficiente, debía cortar su cabeza.

—Todavía guardo la flauta que me regalaste, hermano. —murmuré—. ¿Y sabes por qué? Porque creía que alguna vez iba a llamarte con eso y tú ibas a estar ahí para mí.

—¡¡Cállate!!

Frene su ataque, su regeneración era increíble. De verdad Kibutsuji le regaló una buena cantidad de su sangre. El sol ya estaba saliendo, debía detenerlo, pero si hacía un movimiento más, iban a ser minutos perdidos para salvar a Narumi.

—Algún día... te mataré, Yoriichi.

Y se fue. Rápidamente, solté mi espada y corrí hacia Narumi, la sostuve entre mis brazos mientras intentaba detener la hemorragia de su abdomen. Estaba muy pálida y su respiración muy inestable.

—Narumi, oye, por favor, despierta. No me dejes. —mi voz se rompió.

Ella comenzó a abrir sus ojos, uno estaba más opaco que el otro. ¿Acaso ejecutó su última postura? Sabía lo riesgosa que era, pero nunca pensé que la había creado y guardado para utilizarla únicamente con Michikatsu.

—¿Yo... Yoriichi? —preguntó con voz ronca.

La abracé.

—Quédate aquí conmigo, no te mueras.

—Estoy... cansada.

—Narumi...

Ella tocó mi mejilla y sonrió.

—Te amo.

—Narumi, no.

Su mano cayó lentamente por mi cuerpo. Rápidamente me puse de pie y tomé mi espada para luego correr con ella hacia el pueblo más cercano. Todavía le quedaba calor en el cuerpo, solo tenía que llegar al pueblo y pedir a los especialistas que le realizaran una transfusión, al final de cuentas, su sangre y la mía son compatibles.

El sol comenzó a iluminar nuestros cuerpos y lo agradecí, ya que podría calentar el cuerpo de ella por si tenía mucho frío.

—Resiste un poco más.

Llegué al pueblo y pedí ayuda, ellos enseguida comenzaron a correr la voz y una señora me pidió que por favor la dejara en una camilla.

—Por favor, sálvela. —susurré.

Mi corazón dolía, todo mi ser dolía como el infierno. Mis manos temblaban y los ojos llenos de lágrimas me impedían ver a la señora con claridad. Pasé la manga de mi haori por ellos y la mantuve ahí hasta que las lágrimas cesaron.

—Haremos lo posible, está muy débil.

—Sáqueme sangre, si necesita hacer una transfusión le doy toda la sangre que quiera, pero por favor, no la deje morir. Es lo único que tengo en el mundo, así que por favor...

La señora asintió y me pidió que me sentara en una silla para que una muchacha me sacara sangre. Me sacaron una buena cantidad, y hasta me sentí mareado, pero eso no era nada con el dolor que estoy sintiendo ahora mismo y con el dolor que está sintiendo ella.

—¿Está embarazada?

—Sí.

—Bien, intentaremos salvar a ambas.

Agradecí en silencio y bajé la mirada.

—Madre... por favor dale la fuerza necesaria a Narumi para que siga viviendo. Y Dios... por favor no me quites a nadie más, te lo ruego.

Solo quiero ser feliz una vez en toda mi vida, ¿acaso es mucho pedir?

La Dama De Hielo || YoriichixTú (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora