❄Declaración❄

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La luz de la luna se reflejaba en el blanco cabello de Narumi que ondeaba a causa de la suave y fresca brisa nocturna. Tenía sus pies dentro del agua y algunos peces pasaban por ellos causándole cosquillas.

Había manifestado su marca, justo en la frente, algo similar en donde se encontraba la marca de Yoriichi, solo que ésta era rosada y tenía flores de cerezos enlazadas como si fueran enredaderas. Su maestro estaba preocupado por la aparición de su marca, pues no quería perder a la mujer que amaba, pero estaba contento de que su misión de ayer fuese todo un éxito.

Narumi se agachó y se dejó hundir en el agua clara. El camisón blanco que usaba se volvió transparente y se pegó a su cuerpo sin piedad, pero no le importaba, esta sola, o eso creía.

Yoriichi se acercó a ella y tenía una mirada preocupada, Narumi lo acusó con la mirada.

—¿Desde cuánto llevas aquí?

—He llegado recién. —susurró.

Narumi suspiró.

—Por favor, deja de mirarme con preocupación. Estoy tranquila, que haya aparecido mi marca no significa que me muera hoy. Tengo recién 23 años, me quedan dos años para vivir, ¿si? Si tú te preocupas yo me preocupo. —le susurró de vuelta.

Yoriichi se sentó y miró a Narumi a los ojos.

—Cuéntame de ti.

—¿Uh? —alzó una ceja.

—Quiero saber de ti. Yo te conté parte de mi vida, yo quiero saber tus sueños, lo que viviste, tu infancia, todo me causa curiosidad.

—Tsugikuni Yoriichi, es usted un hombre muy curioso. —le molestó, pero al ver el sonrojo en las mejillas del joven, sintió culpa y ternura a la vez—. Contarte de mi vida..., la verdad es que no recuerdo nada de mi infancia.

Yoriichi se sorprendió.

—Tengo recuerdos muy borrosos, ya que tuve una enfermedad que me causó amnesia. Mi padre me contó que mi madre no pudo aguantar verme así, por lo que decidió tomar su propia vida. —comentó mientras jugaba con el agua—. A los 13 años me recuperé, y mi padre me enseñó todo lo que debía hacer para el Clan, yo no lo entendía, no entendía su apuro, pero luego descubrí que tenía cáncer de estómago y lo vi morir frente a mí, cuando yo tenía 14 años y él 36. —sintió sus ojos húmedos.

Yoriichi escuchaba con atención la cruel historia de Narumi.

—A los 14 años tuve que asumir cargo como Líder del Clan Hayashi. No me importó, ya estaba preparada. Supe llevarlo hasta mis 22 años, pues fueron atacados porque no pude protegerlos y ni cumplir mis promesas. Mi padre me dijo que no era mi culpa, pero a pesar de no pensar en eso, me abruman en las noches con sus palabras de odio y la culpa me carcome. —apretó sus labios y se puso de pie para acercarse a Yoriichi.

Despegó la tela de su cuerpo, pero no fue de mucha ayuda, pues se le volvía a pegar como si fuese un imán. Pero no le importó, no le tomó importancia revelar las curvas que podían llamar la atención hasta en las mujeres.

—Viví en la oscuridad mucho tiempo, pero luego mi camino se cruzó con el tuyo. —le miró a los ojos color granate—. Fuiste como una luz de esperanza a mi vivir, ya que ese día estaba indefensa y casi fui devorada por un demonio, luego me salvaste por segunda vez. —lamió sus labios—. Estos últimos meses he estado confundida, ya que no sé qué me sucede contigo o con Michikatsu, pero tengo mi respuesta, Yoriichi. —le comentó con voz baja y dulce—. Quiero que tú seas el hombre que pase el resto de mi vida conmigo. Quiero cumplir tus sueños, quiero que puedas alcanzar mi mano y la de nuestros hijos cuando despiertes, quiero una casa pequeña y dormir tranquilamente a tu lado, porque sé que eres el hombre para mí.

Yoriichi sintió sus ojos húmedos, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. Él ya lo sabía, sabía las confusiones que Narumi había pasado estos meses, pero también sabía que su corazón latía con dulzura y amor cuando estaba cerca de él.

Jamás imaginó volver a amar a alguien con todas sus fuerzas y ser correspondido de la misma manera, pero tenía miedo de no ser lo suficiente para Narumi.

—Puedo sentir tu miedo. —tomó su mano cálida. Yoriichi se sorprendió, podía adivinar sus pensamientos o también podía adivinarlos a causa del olor que emanaban las personas. Eso era nuevo—. Pero por favor, déjalo de lado. Tú eres lo suficiente para mí, no me importan las riquezas, no me importa nada si estás tú.

—Narumi...

La joven sonrió.

—No es necesario que digas nada, Yoriichi, no busco ser correspondida. Busco aclarar esta mente enredada confesando mis sentimientos al chico que me gusta. —soltó una risa fina que causó que el corazón del chico se acelerara por completo—. Dios... parezco toda una adolescente.

Yoriichi llevó una mano a la mejilla de Narumi y ella se entumeció ante el tacto con delicado y cálido. Definitivamente era muy opuesto a Michikatsu, él tenía un toque más áspero, más brusco, pero Yoriichi, intentaba tocarla como si tuviera miedo de romperla o hacer algo mal.

Pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja de Narumi y sonrió con calidez.

—Gracias. —susurró.

Narumi no pudo aguantar las ganas y lo tomó del cuello de su haori para besarle. Yoriichi estaba sorprendido ante la valentía de la chica, pero más sorprendido estaba por estar besando esos labios delgados y rosados que deseó probar desde el primer día.

El beso fue tan tierno, lento y amable que Narumi no pudo aguantar y las lágrimas se escaparon de sus ojos. Enredó sus delgados y largos dedos en el sedoso cabello de Yoriichi y lo pegó más a su cuerpo para aumentar la intención del beso. Se separaron por falta de aire y Narumi dejó un corto besos en los finos y rojos labios de su amado.

—Debería ser yo la agradecida.

La Dama De Hielo || YoriichixTú (TERMINADA)Where stories live. Discover now