La Dama De Hielo || YoriichixTú (TERMINADA)

❄Epílogo I❄

~Narumi~

Estaba terminando de preparar la comida de mis hijos cuando sentí unas pequeñas manitos tomar mis ropas, él me estiró una flor de glicina.

-Mamá.

-¡Seiji, qué lindo detalle!

Él rió. Seiji fue el primero en aprender a caminar y a decir mamá, todavía le costaba decir papá, pero le enseñaba todo los días para que lo lograse, ya que me encantaría ver la cara de Yoriichi al escucharlos decir papá. Ambos mellizos ya tenían un año, y Akira, la más hiperactiva de todas, todavía no aprendía a hacer ninguna de las dos.

-Seiji, anda a la cocina a la salita, yo te daré de comer.

El pequeño solo asintió y caminó hacia la salita. Terminé de servir la comida y la dejé en sus respectivos platos para luego ir a la sala y sentarme con ellos. El plato rosado era de Seiji, ya que le encantaba ese color, y el rojo era de Akira, quién bufaba mientras movía sus manos para recibir de su porción.

-Ya, ya, ya te daré tu porción, solo espera un segundo.

Estar con los mellizos mientras que Yoriichi estaba en el pueblo, era complicado. A veces él se encargaba de uno y yo del otro, pero ahora que estaba ausente, el trabajo me lo llevaba yo con ambos.

-WAAAA.

Suspiré ante el llanto de Akira y me volteé hacia Seiji.

-Cielo, espérate ahí, come tú.

Mi hijo sólo me quedó mirando y tomó la pequeña cuchara para luego tomar el plato y echarse la comida en la cara.

-¡Waaaa, Seiji, no! -grité y con mi delantal limpié su cara llena de comida. ¡¿Pero qué le pasa?!

Los llantos de Akira se hacían cada vez más fuertes.

-¡Ay Dios, deme paciencia!

En eso sentí unos pasos apresurados que tomaban a Akira y sus llantos cesaban. Supe que se trataba de Yoriichi por lo que me relaje. Akira soltaba pequeños sonidos de felicidad mientras tomaba las mejillas de su padre. Sonreí y Yoriichi me lanzó un pequeño beso.

-¡Waa, pa-pá!

Y fueron solo esas palabras para que el amor de mi vida se pusiera a llorar. Akira simplemente reía y repetía una y otra vez lo que había aprendido a hablar. Si tuviera una cámara fotográfica, me encantaría plasmar este bonito momento, pero a veces la mente era la mejor cámara, por lo que me prometí guardar esta escena con lujo detalle.

Seiji en mis brazos comenzó a moverse.

-Enseguida te baño, cariño. ¡Menos mal llegaste, amor! Estos niños ya me estaban volviendo loca. -grité mientras caminaba hacia el baño, sentía los pasitos de Yoriichi tras de mí.

-Lo siento, tu abuela me invitó a comer, no me podía negar.

-Esa vieja...

Miré a Yoriichi, sus ojitos estaban rojos. Estaba sentado en el váter con Akira en sus piernas mientras le daba de comer, pues la mañosa seguía pidiendo comida a pesar de que su padre ya había llegado.

-Ha dicho su primera palabra.

-Estoy feliz.

Le sonreí y seguí con mi trabajo de bañar a Seiji.

-Hay que calentar la comida, ¿podrías hacerlo mientras visto a nuestro niño?

-Claro.

Estaba apunto de darle un beso cuando Akira puso su pequeña manito en los labios de su padre. Levanté una ceja divertida.