Capítulo 46: La libertad de amar

862 96 46
                                    

Estoy otra vez en su cama, y me remonto inmediatamente a ese momento en que estuve aquí por primera vez.

Habíamos vuelto de esa primera cita de comer pizza en "Guerrín" e ir al planetario. Mi predisposición ese día era la de un pibe al que le gustaba una minita, mucho más que una de un polvo, y sentía la necesidad de complacerla, para poder llevarla a la cama.

La cama iba a significar para mí, como llegar a una meta. Te gusta, te calienta, vamos a ver cómo funciona. Y me encantó cómo funciona. ¡Cómo funcionamos!

Entonces quise repetir, olvidándome totalmente de lo que yo era, de lo que ella era, porque igual iba a ser un polvo, uno de los buenos, pero uno más. Y en cada encuentro, iba descubriéndola a ella, un poco más. Que le gusta, donde tiene cosquillas, que la excita, que la inhibe, donde se siente más cómoda, cuando está por llegar al orgasmo, o como jadea gozando. Que la irrita, que le causa gracia y que le causa bronca. Y hasta como respira cuando entra en el sueño profundo, como ahora que llevo un rato mirándola, después de habernos dado tanto placer.

Lo que me encontré en ese derrotero de exploración de su sexo, y que no pensaba evaluar, porque jamás me había detenido a hacerlo, es pensar en que me gusta a mí, donde tengo mis cosquillas, que me excita, que me inhibe con ella, donde me siento más cómodo, como jadeo, y cómo funciona mi cabeza cuando estoy por llegar al orgasmo sabiendo que es a ella a quien tengo encima o debajo, o delante o en cualquier posición en la que hayamos quedado después de probar con todas.

Hace mucho tiempo que no pensaba en que me causa gracia, en qué cosas me gustaría hacer, en cómo me gustaría pasar el fin de semana, o los próximos 5 años. Hoy, acostado al lado suyo, después de un par de meses de una intensidad insoportable, por momentos, sé con certeza, que me gustaría pasarlos con ella.

Me encantan sus ojos, siento que dicen mucho más que cualquier otros que haya visto. ¿De verdad pueden transmitir tanto unos ojos color café?

Me encanta su risa, sus paletas algo torcidas, sus lunares, la tibieza de su lengua, y lo carnosos que son sus labios y agarrarla con firmeza con mis dos manos, de la cadera y acariciar la libélula con el pulgar, como si pudiese hacer que con esa caricia, comenzaran a vibrar sus alas.

Definitivamente, existe una regla imposible de eludir. Cuando empezás a reparar en cada detalle que te gusta del otro, automáticamente comenzas a reparar en los detalles que a vos te gustan. En tu disfrute, en lo que querés y en lo que no. En complacerla, pero también que te complazca. Y esa exploración del otro, se transforma en una auto exploración de tus propias sensaciones.

Tal vez sea como descubrir tus propios sentidos, a partir de descubrir los suyos.

¡No me aguanto las ganas de abrazarla!, porque la jodida, se queda encima 10 minutos y ni bien se duerme se dá la vuelta, dándome el culo, que no está nada mal, pero, siento la necesidad de subirla encima mío.

Me tumbo de lado hasta hacerle cucharita y cuando me siente, se prende a mi cuello como una garrapata, entonces ya la tengo abrazada a mí y logro acomodarla como me gusta. Sigue dormida, y a mí se me dibuja una sonrisa boba, porque me encanta sentirla tibia sobre mi cuerpo.

Y parece que esa sensación, produce un instantáneo placer en mí, que me hace caer en el sueño. Como si todo estuviese bien mientras estamos así. Y enseguida siento que puedo dormir tranquilo un rato más, disfrutando de tenerla abrazada.

..........................................

La primera vez que estuve con Peter, aquel día en que volvimos del planetario, sentí unos nervios enormes.

No esos que están asociados a la vergüenza, no suelo ser pudorosa para el sexo. Sino porque estaba por concretar algo que anhelaba demasiado, y ya no sólo se resumía al encuentro con un hombre. Era hacer realidad una fantasía que había vivido como un sueño irreal con tres hombres distintos de mi pasado, pero que siempre eran el mismo.

7 VidasOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz