Capítulo 47: El 38

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"El 38 está cargado,

Le puse balas pero no sé si apretar.

En el oeste está el agite.

El líder manda pero vos, vos te quebrás."

Divididos es mi banda argentina de rock favorita. (Sí, así de versátil soy a esta edad, en que me puedo dar el gusto de acampar días para ver a Lali, pero también hacer pogo en el Teatro de Flores, cada vez que toca Divididos. Mi horizonte musical es variadísimo, se asombrarían de saber hasta dónde llega.) A ellos los quiero porque son del barrio... y en esta canción particularmente, en vivo, cuando dicen la parte de "En el oeste está el agite"... se canta con fuerza bestial, porque los que somos de ahí, sabemos de qué habla Mollo.

Esta canción, "El 38", del disco "Acariciando lo áspero" de 1991, bien podría ser la banda sonora de la vida de este Peter, ahora "ex delincuente". Y aunque tiene un significado diferente al que atraviesa nuestro protagonista, cuenta las desgracias de un muchacho del Oeste, que sabe que allí se cuece el quilombo, al que su novia lo dejó, y se debate entre apretar o no el gatillo del "38", (en la jerga el "38" es un revólver, en alusión al calibre de las balas. El más habitual entre los delincuentes)

La canción termina diciendo que en su cabeza hay muchas cosas, y que si no le alcanza con irse a los bares, para olvidar todo eso que le pasa, se la tiene que bancar, u optar por ir al 38, o sea suicidarse.

En otro pasaje de la historia, quizá competiría con "Ruleta", aquella canción de Los Piojos, y aquel capítulo en que nuestro amigo, harto de la vida que lleva, elige encañonarse en la boca su 38 y terminar con todo, pero es salvado por su prima justo a tiempo. (Capítulo 33).

La semana promedia demasiado tranquila como para todo lo hostil que fué la previa, y sólo en dos días se resolvió algo tan difícil como terminar con ese trabajo atroz, y obtener una absolución por parte de Chelo, y también obtener el visto bueno de una madre, para la que su hija es su bien más preciado, y de repente le plantea que comparte el amor con un ex delincuente, que casualmente, participó de un robo a su ahijada y sobrina.

Demasiado simple para ser real ¿no?

Quizá la teoría sea simple. El problema es llevar a la práctica todos los planteos. Y paradójicamente, de la misma manera que Chelo tiene su séquito... también lo tiene Beatriz.

Entonces, aunque a Lali y a Peter, les resulte que el paso más importante lo han dado, porque quienes les dieron esa absolución, son quienes tenían el poder de decidir, no les deja de sonar difícil, como tomen las demás partes esta salida de la clandestinidad.

A propósito de esos sujetos, son las 16:30 y Lali está preparando actividades para cuando inicien las clases la próxima semana, mientras espera a Candela, que sale del trabajo a las 16 y está llegando para que merienden, y así poder ponerla en órbita de su vida sentimental, con lo que eso implica.

Candela aterriza atolondrada como siempre, chillando y quejándose de su día insoportable.

- Boluda... no aguanto más mi laburo, 4 horas en el medio del campo sacando muestras de tierra, yo estudié biología para estar en un laboratorio, ¡no como un jardinero con tierra hasta el culo!

- ¿Y qué hacías sacando tierra?

- Necesitamos 1000 muestras para saber si un suelo está contaminado, es hacer un pozo en 1000 lugares distintos del predio y sacar tierra, luego se manda a analizar.

- ¡Que embole!

- Sí... botas de lluvia hasta abajo del culo, bichos... pozos y andá a saber que más... ¡encima 1000! ¿entendés? ¡1000 muestras! Tendría que haberle hecho caso a mi viejo y trabajar empaquetando viagra en "Pfizer"

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