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Era la hora del almuerzo y como raro, cierta castaña despistada se había olvidado de su bento en la entrada de la casa y el dinero que llevaba ese día solo le alcanzaría para un par de papitas gracias a que el resto se lo gasto entre clases para la comida de siempre con Bokuto, estaban caminando los tres amigos hacía al comedor y ella aún no sabía como decirles que se había olvidado de traer su propio almuerzo.
Ya se encontraban en una de las mesas y la suya estaba especialmente llena por un bicolor que moría de hambre y parecía querer comprarse toda la tienda para comérsela en menos de 10 minutos.
-Bokuto-kun.- La castaña se sentó a su lado y lo miro con ojos de perrito, el de orbes dorados no tardo en entender, sabía que ella era despistada como el y aunque realmente quisiera comer demasiado, la quería lo suficiente como para poner su curry al frente de ella con una gran sonrisa en rostro, causando el gran abrazo por parte ella como agradecimiento mientras que el pelinegro veía confundido los métodos de comunicación entre sus amigos.
-¿Cómo fue que la entendió, Bokuto-san? Con todo respeto, no parece ser de esas personas que entiende todo con un simple gesto.- Ese comentario había sacado la suave carcajada de la chica quien veía divertida a su compañero de tercero que ya había tardado mucho en estar en su modo emo.
-Eres cruel, Akaashi~. - Se quejo formando un pequeño puchero antes de fulminar con la mirada a la chica que reía aún, haciendo que a causa de esto, ella volteara su mirada en silencio a su comida para ignorar su intensa mirada. -Puedo ser más inteligente de lo que parezco.- Se defendió en un intento de recuperarse del estado emo, al cual cayo nuevamente por las palabras de la castaña.
-Dile eso a las matemáticas y a los profesores.- Le sonrió divertida, cuando era sobre las materias, nadie podía poner puntos en contra suya, la castaña mantenía un buen promedio en todas, y gracias a ella el bicolor había mejorado gracias a los trabajos en grupo de dos, donde ellos siempre elegían ir juntos.
-Debería de comer un poco más, (t/a)-san.- Esta vez el de ojos azules se dirigió a ella y sin esperar respuesta alguna, puso uno de los bocadillos de su propio bento sobre el plato de ella, causando el suave sonrojo de sus mejillas por ello, nunca había recibido comida de alguien que no fuera Bokuto o Kuroo y a Kenma se la solía robar mientras esté estaba distraído, a pesar de eso, se sintió emocionada, eso había sido un avance de confianza entre su amistad.
-Akaashi-kun, eres un amor de persona.- Chilló ella haciendo un mini drama, causando que Bokuto la volviera a fulminar, el le había dado uno de sus tantos platos de comida y no le dijo nada al respecto.
-¡___-chan, yo siempre te doy comida!- Se quejó cruzándose de brazos como si de niño pequeño haciendo berrinche se tratase, ella sonrió y dio pequeñas palmaditas sobre la cabeza de este.
-Bokuto, a ti te doy abrazos siempre que me das comida, confórmate, hombre.- Está vez se encontraba negando con su cabeza como forma de desaprobación. -¿O a caso quieres un beso?- Esa pregunta tomo desprevenidamente a ambos chicos, causando que la vieran con sorpresa y el rostro hecho tomate de a quien iba dirigida la pregunta. -Dios, era una broma, no me vean así.- Se quejó soltando una suave risa, si pudiera, hubiera fotografiado el rostro de ambos en ese momento, en definitiva, tomar desprevenidos a los demás era su pasatiempo favorito.
