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Solo habían pasado unos días desde esa salida, era miércoles por la mañana y el bicolor vio algo extraño en su mejor amigo quien solo había dicho unas mínimas palabras en la mañana, dejándolo algo extrañado, sí, Akaashi no era una persona de mucho hablar, pero siempre aportaba en lo que podía y ahora se sentía como si fuera indiferente.
En la hora del receso la castaña pudo nota lo mismo y realmente no sentía que nada bueno estuviera pasando, sentía que particularmente esa semana desde el sábado pasado con las actividades su confianza había avanzado, que ahora habían conversaciones que comenzaban por el pelinegro, entonces no entendía que sucedía, era como si hubieran avanzado 5 pasos y de la nada se hubieran devuelto 7.
-¿Sabes que le sucede a Akaashi-kun?.- Pregunto la ojimarrón en cuanto dejaron al chico en su salón, caminando al propio.
-¿También lo notaste?.- Pregunto con su aura que comenzaba a ser algo depresiva, Bokuto solía depender muchas veces del de orbes azules, por algo era su mejor amigo, sabía tratar con el. -No me gusta cuando es así.- Nombro con un puchero en labios, a lo que la chica solo dejo pequeñas caricias sobre su cabeza.
-Ya nos dirá que le pasara, no te preocupes.- Dijo con una gran sonrisa en rostro, era difícil animar al bicolor en estos casos pero tendría que intentarlo. -¿Quieres que traiga algunos dulces de la expendedora? Tal vez te anime.- Eso fue suficiente para crear un pequeño brillo en los ojos dorados del chico, ella tomo eso como un sí para salir en busca de lo prometido antes de que el maestro llegara a clases.
El almuerzo fue igual, no hizo comentario alguno, tenía una mirada muy vacía y solo asentía o negaba a las preguntas, ahora se comenzaba a preguntar si realmente tenía algo que ver con algo parecido al primer día en el que se encontraron y eso realmente le preocupaba más a que solo estuviera enojado con ellos.
-Bokuto, adelántate, hablare con él ¿si?.- Pidió con ojitos de cachorro, a lo cual el nombrado solo asintió para volver a su curso, el pelinegro vio extraño la repentina ida de su mejor amigo y antes de poder preguntar al respecto fue jalado desde la muñeca por su mayor.
Caminaron hasta afuera de la institución, a un lado del gimnasio donde nadie los podía ver gracias a que todos se encontraban en clase ya.
-¿Qué es lo que sucede?.- Lo soltó sin espera alguna, mirando de una forma bastante determinante al chico, quien solo la miro con confusión.
-(t/a)-san, el almuerzo terminara pronto.- Intento escapar de alguna explicación, queriendo volver a clases pero siendo detenido a penas dio un paso adelante.
-Akaashi, estamos preocupados.- Era la primera vez que no usaba honoríficos y no sabía si por parte era bueno o no. -Llegas en la mañana actuando indiferente, ignoras a Bokuto, no dices nada en ningún momento, ¿Qué es lo que te tiene así?.- No espero esa pregunta, normalmente ella nunca le había pedido explicaciones respecto a las cosas que sucedían con él, tal vez esta vez había estado más pensativo de lo normal.
