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El maravilloso lunes había llegado con rapidez, causando la mala energía del dúo de tercero desde el inició del día, como odiaban ese día, mientras que a su amigo de segundo, solo le daba completamente igual el día, a veces prefería estar en su preparatoria con sus amigos que en casa con su padre.
-¡Bokuto! ¿Escuchaste lo que dijo?- Pregunto con una amplia sonrisa la castaña, dando pequeños brincos después de haberse levantado de su puesto, siendo seguida por al anteriormente nombrado.
-¿Cómo no? ¡Esto será tan emocionante ___-chan!.- Asintió seguidamente el bicolor, saliendo ambos ahora de su salón camino a los vestidores.
-Quien pensaría que alguna vez en la vida daríamos una clase con Akaashi-kun, seguramente es muy bueno en está materia.- Afirmó algo pensativa, a lo cual su compañero negó rápidamente
-No hay nadie mejor que nosotros en educación física, le ganaremos.- Esta fue la afirmación por parte del de orbes dorados, quien recibió una gran sonrisa por parte de su menor antes de ambos separarse para entrar a los cambiadores correspondientes.
En cuanto la chica tenía su uniforme de educación física puesto, salió corriendo dejando atrás a sus compañeros de clase para llegar a la gran cancha de su institución, donde los de segundo ya se encontraban estirando su cuerpo para la clase. Hoy el profesor de química había faltado y el único profesor que podía soportar a ambos cursos fue el de educación física, del cual muchos profesores se compadecieron, los de tercero incluso después de estar en su último año eran un desastre, pero gracias a su hiperactividad, la gran mayoría eran buenos en esa clase, aunque siempre solía resaltar su dúo de soles en esta.
-¡Akaashi-kuuun!.- El grito de la castaña resonó por toda la cancha avergonzado el nombrado que casi caía al suelo segundos después de que cierto cuerpo le hubiera brincado en su espalda, siendo rápido en tomarla por sus muslos para mantener el equilibrio y no caer ambos al frío suelo.
-(t/a)-san, debería de avisar antes de saltar sobre alguien así, pudo haber caído al suelo.- La regañó el chico con su habitual calma, haciendo que sus compañeros de clase lo vieran con sorpresa, sabían que se conocían, pero no pensaban que fueran cercanos para que ella llegara a hacer algo así, ahora varios pensaban lo afortunado que era el de orbes azules, primero el supuesto sol de su salón había compartido un año con el y ahora el sol de tercero lo acompañaba y está vez, parecía ser realmente sincero.
-Así no tendría gracia la sorpresa.- Se defendió con un puchero en labios, bajándose finalmente de la espalda adversa. -¿No te alegra tenernos aquí?- Pregunto algo emocionada, a lo cual el solo asintió al saber que sería interrumpido si hablaba, pues Bokuto estaba acercandosé a gran velocidad a ellos dos.
-¡Akaashiiiii!.- Ahora era el grito del bicolor el que resonaba, avergonzando por segunda vez al nombrado, ¿por qué era el único del equipo en segundo? Si hubiera alguien más, quizás no llamaría tanto la atención al ser llamado junto a su compañero actualmente inexistente.
