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En cuanto llegaron al pueblo donde pasarían su fin de semana fueron a comer un gran plato de ramen cada uno como almuerzo antes de llegar finalmente a la casa del chico, era grande y espaciosa como era de esperarse.
Al llegar lo primero que se veía era la playa a unos cuantos metros suyos, la pintura de la casa era blanca y se veía impecable, al simple entrar se veía las decoraciones elegantes en la sala principal, a un lado se encontraba la espaciosa cocina y al otro lado el baño principal, estando en la parte trasera la piscina de está misma.
El segundo piso sería donde se quedarían, habiendo en este piso solo tres habitaciones con su respectivo baño cada una, en la última habitación se encontraba la pareja del Nekoma mientras que en la primera se quedaría la del Fukurodani y ya de últimas en la del medio se quedaría la chica sola, por al menos si le sucedía algo, sería más fácil que alguno de los cuatro la escuchara.
Todos desempacaron y ahora se encontraban en el super mercado más cercano comprando las cosas que estarían usando para cocinar en la semana que se quedarían en la casa, sabiendo que eso sería mucho más barato que comer afuera.
-¡Bokuto, mira!.- Grito una emocionada castaña con un pote de chocolate derretido dentro.
-¡Lo encontraste, genial! Tenemos que llevarlo.- Respondió el bicolor en lo que metía el pote a su carrito de compras. Kuroo y Akaashi los habían dejado comprando las cosas que comerían de chucherías, confiando en que Kenma los controlaría en comprar muchas cosas innecesarias pero ya era muy tarde y lo único que había hecho el teñido es seguirlos por detrás mientras jugaba en su consola.
-¿Deberíamos de llevar algo de futas?.- Pregunto dudosa la chica cuando vio a un lado el distinto tipo de frutas.
-Tal vez solo unas cuantas.- Dijo de igual forma su compañero de cursi, tomaron unos cuantos bananos y una sandía para meterlos en el carrito dando vuelta de nuevo a donde se encontraban un sin fin de dulces y papitas.
-¡Tenemos que llevar masmelos!.- Gritó antes de salir corriendo en busca de tres paquetes grandes de estos, echándolos en el carrito.
-¡Encontré los diferentes Kinosei!.- Al escuchar eso ella se acercó con rapidez y escogieron varios para echarlos junto a las demás cosas.
-Mh... falta algo.- Murmuro en lo que veía el carro que estaba lleno de distintos tipos de snacks para nada saludables, incluso de bastantes refrescos que solo los harían "engordar" aunque eso fue casi imposible. -¡Los pockys!.- Finalmente el teñido alzo la mirada para solo escoger sus favoritos y echarlos al carrito, ignorando completamente como esté estaba totalmente lleno.
-¿Qué..?.- Akaashi ni siquiera pudo terminar de hablar con los sorprendido que se encontraba al ver todo lo que ellos llevaban, ni siquiera ellos que habían comprado las distintas cosas que usarían para los desayunos y almuerzos llevaban tantas cosas como ellos.
