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Desde ese día lo único que había hecho la pareja era ignorar aquel sucedo y con el pasar de los días el tercer mes de ellos juntos finalmente había llegado y para su mala suerte, esta vez había caído entre semana y no tendrían más de otra que cele...

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Desde ese día lo único que había hecho la pareja era ignorar aquel sucedo y con el pasar de los días el tercer mes de ellos juntos finalmente había llegado y para su mala suerte, esta vez había caído entre semana y no tendrían más de otra que celebrarlo bien después de las clases.

En cuanto el timbre sonó el primero en salir corriendo hacía la puerta fue el cachorro de la castaña, el cual comenzó a mover su cola de felicidad mientras no dejaba de ladrar.

Solo fue suficiente que la chica abriera un poco la puerta de su casa para que este saliera a lanzarse a los brazos del pelinegro, quien desde que lo habían adoptado siempre lo recibía con los brazos abiertos.

-A veces siento que te quiere más a ti que a mi.- Afirmó ella con un puchero, en lo que tomaba su mochila para colgarla en su hombro.

-¿Aún lo dudas?.- Preguntó el de forma divertida, dejando al cachorro dentro de la casa para cerrar después la puerta principal con cuidado de no lastimarlo.

-Felices tres meses chico cruel.- Dijo ahora la chica con una sonrisa en su rostro, rodeando con sus brazos el cuello impropio.

-Felices tres meses.- Correspondió el pelinegro, en lo que sus brazos rodeaban la cintura de su novia con suavidad, uniendo sus labios en un dulce beso que fue separado por la falta de aire, uniendo ambos sus frentes para verse con ternura, siendo la chica quien tenía una sonrisa plasmada en su rostro. -Te adoro.- Susurro él antes de besar nuevamente los labios de la chica.

-Yo también te adoro, demasiado, pero vamos a llegar tarde si seguimos así.- Murmuro ahora ella en cuanto ambos se separaron, haciendo reaccionar al ojiazul quien si no fuera por ello muy seguramente se hubiera quedado un buen rato allí.

La más baja rodeo el brazo de su pareja y seguido apoyo su cabeza sobre este, en un abrazo pequeño para comenzar a caminar de esa forma hacía la estación de trenes, siendo algo que sinceramente no le molestaba a ninguno de los dos.

-Por un momento lo olvide.- Hablo el menor a penas se sentaron sobre los asientos del tren, el cual si se hubieran demorado unos segundos más, sin duda alguna lo hubieran perdido.

-¿Qué cosa?.- Pregunto ella de forma curiosa, haciendo que el chico se soltara de su agarre para poder buscar con tranquilidad algo en su mochila, específicamente una pequeña caja que fue entregada después a ella.

-Los mande hacer no hace mucho y pensé que sería una buena idea entregártelo hoy.- Dijo ahora en cuanto vio como la chica abría la caja con pequeños brillos en sus ojos. -Nunca te veo anillos... así que solo por sí algo hay una cadena, puedes meterlo dentro de ella.- Explico ahora haciéndola sonreír por ello, definitivamente, Akaashi siempre pensaba en todo.

-Es realmente hermoso.- Murmuro ella en lo que sacaba el plateado anillo de su correspondiente caja para verlo mejor. La iniciales de ambos enamorados se encontraban marcadas allí al igual que la fecha en la que habían comenzado a salir.

❛𝖨 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝗌𝗍𝖺𝗒 𝗐𝗂𝗍𝗁 𝗒𝗈𝗎❜ -  【𝖠𝗄𝖺𝖺𝗌𝗁𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗃𝗂】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora