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Los exámenes finales iban a empezar el lunes que venía siendo hoy viernes, por lo cual solo tenían tres días para poder repasar las últimas cosas y no morir en el único intento de sus exámenes.
Gracias a esto Bokuto y ___ se habían ido todas las tardes juntos en esa semana para poder estudiar juntos y que de esa forma el bicolor pudiera entender mucho mejor los temas, siendo la castaña de las pocas que tenía un buen método de enseñanza que funcionaba milagrosamente con el chico.
Aún así hoy Bokuto parecía tener cosas que hacer y con ello había dejado la tarde de la ojimarrón totalmente libre finalmente después de tantos días de estudio, ojimarrón que se encontraba ahora recostada sobre el hombro de su novio mientras que iban en el tren de regreso a casa, estando ella a nada de dormirse por el cansancio, había perdido la cuenta de cuantas horas de sueño le habían hecho falta, todo gracias a que necesitaba un buen puntaje en sus notas y su examen de admisión si quería ir a la universidad que quedaba cerca a su preparatoria, siendo su única salvación a la separación que tendría con su menor en cuanto se graduara.
-Se que no sería muy bueno de mi parte pedirte esto y quizás sea algo egoísta, pero hay un tema que no entiendo y dado a que eres una chica inteligente, pensé que tal vez podrías explicármelo.- Habló Akaashi, rompiendo el silencio que habían mantenido en todo el camino y despertando de su semi-sueño a la chica.
-No es egoísta que pidas algo así Keiji, sabes que siempre estaré encantada de poder ayudarte, si quieres podemos pasar por tu casa a estudiarlo, de todas formas es fin de semana ya.- Le respondió ella con una amplia sonrisa en su rostro, a lo que el asintió agradecido.
No tardaron mucho en llegar finalmente a la estación en la que tendrían que bajarse y entrelazar sus manos para caminar hacía la casa del menor, entre breves comentarios sobre el tema que estarían estudiando en la tarde.
-Ya llegué a casa.- Dijo en un tono alto el pelinegro en cuanto entraron a la casa, quitándose como de costumbre ambos los zapatos para ponerse una de las pantuflas.
-Disculpe la intromisión.- Hablo ahora la castaña cuando iban entrando a la sala de estar que los llevaría a las escaleras para llegar al cuarto del menor, aunque fueron detenidos por la madre de este en cuanto logro oír la voz de la chica que tanto adoraba aún cuando solo la había visto dos veces.
-¡___-chan!.- Exclamó su nombre con emoción a lo que llegaba al lado de ellos para apresar a la ojimarrón entre sus brazos con fuerza. -No sabría que vendrías, si no hubiera preparado tu postre favorito.- Dijo ahora con un puchero en labios, haciendo que la suave risa de la invitada saliera por ello, sin duda era una mujer muy dulce.
-No se preocupe Akaashi-san, cualquier cosa que usted preparé siempre me gustara.- Afirmó ella con una sonrisa a lo que finalmente fue soltada por la pelinegra.
-Es bueno saberlo, suban, no los interrumpo más, pronto iré a llevarles algo de merienda.- Respondió ahora la dulce mujer antes de volver a la cocina, dejando a ambos enamorados solos en el inició de las escaleras.
