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Era el primer viernes de marzo y cierto trío se encontraba tomando su merienda en la terraza mientras que conversaban de variedades de cosas, sobre todo el dúo hiperactivo mientras que el más calmado solo aportaba alguna que otra cosa a su conversación, aunque había que admitir que Akaashi esas dos últimas semanas había sido más abierto a las charlas y ahora ella lograba mantener una conversación de más de diez minutos camino a casa y eso, era un gran avance, puesto el único que lograba que el menor hablara tanto era el bicolor.
-¡___-Chan! Tienes que ir hoy a ver el partido que vamos a tener de practica.- Pidió el de orbes dorados con un puchero en labios, desde que entraron a clases, siempre le pedía a ella que lo viera en algún partido, siempre se negaba por el equipo, pero ahora que se llevaban bien entre todos, no tendría ninguna escapatoria.
-Bokuto, no creo que al entrenador le guste un infiltrado.- Fue lo único que se le ocurrió en ese momento, el pelinegro solo le negó con la cabeza en un claro ejemplo de "eso no funcionara está vez"
-No tienes que preocuparte por eso, ayer cuando no los ha dicho le he preguntado si podías venir y acepto gustosamente.- La chica soltó un suave suspiro antes de observar al menor, esperando una aprobación por su parte a sus palabras, consiguiéndola a los pocos segundos con un asentimiento de cabeza.
-Está bien, tú ganas, cuando terminen las clases iré con ustedes al ver su entrenamiento.- El bicolor celebro dando leves brincos de felicidad mientras que cierto ojiazul sonrió un poco, por alguna razón, hoy tendría ganas de realmente hacer unas buenas colocaciones sin importar la circunstancias que se le dieran.
A la castaña nunca se le ocurrió preguntar en todo el transcurso del día contra quien competirían y eso había relajado un poco a ambos chicos, querían que el reencuentro de esos tres amigos que llevaban casi dos meses sin verse fuera repentino y especial, como un pequeño regalo sorpresa para la ojimarrón que les había contado en camino a la estación de trenes lo mucho que os extrañaba y esperaba verlos pronto, haciendo que esa situación fuera muy oportuna para el ellos dos, no tendrían que hacer un plan muy extenso para poder reunirlos después de todo.
El momento llegó finalmente, ella se encontraba en las bancas junto a las managers del Fukurodani conversando animadamente en lo que el equipo que contra el que competirían en unos sets amistosos llegaba.
-Si no hubieras sido del club de artes, haberte tenido de manager y haberte conocido antes hubiera sido emocionante, incluso creo que en el primer año estuvimos juntas pero nunca conversamos.- Confesó en forma de queja lo último Shirofuku, quien ya se había encariñado con la castaña, las tres eran algo unidas, varias veces habían hecho llamadas las tres juntas en la noche e incluso ya habían compartido algún que otro secreto en sí, incluso habían hablado de chicos pero ___ se negó a toda pregunta diciendo que simplemente aún nadie llamaba su atención, o eso es lo que se intentaba convencer en su día a día.
Las puertas del gimnasio fueron abiertas interrumpiendo a la castaña que estaba a nada de responder aquel comentario, haciendo que todos los presentes se giraran al equipo que se encontraba entrando al lugar, fue ahí cuando una ojimarrón se levanto con sorpresa causando la confusión de quienes estaban a su lado.
