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Mayo llego rápido como era de esperarse, los cerezos ya habían dejado de florecer e inundar los caminos, el ambiente romántico se había tranquilizado y ahora se encontraban en el primer lunes que los acercarían mucho más a sus vacaciones de verano

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Mayo llego rápido como era de esperarse, los cerezos ya habían dejado de florecer e inundar los caminos, el ambiente romántico se había tranquilizado y ahora se encontraban en el primer lunes que los acercarían mucho más a sus vacaciones de verano.

Hoy el entrenador del club de Voleibol tenía pendiente por terminar y por ello el entrenamiento del lunes en la tarde no se había cumplido, Bokuto en su estado emo volvió a casa diciendo que en esta entrenaría a su manera mientras un Akaashi se encontraba realmente preocupado por él, aún así su mayor solo le insistió en que volviera a su casa y no tuvo más opción a ello.

El pelinegro iba en los corredores del primer piso para llegar hasta el club de artes, si se iba a ir temprano tendría que avisarle a la castaña o esta se quedaría esperando a que salga del gimnasio y luego se le haría muy tarde, le preocupaba que tomara un resfriado, más si era por su culpa.

-Tal vez algún estudiante esté libre y nos quiera ayudar.- Se escucho una voz femenina tras las puertas, ahora no sabía si era un buen momento y a penas se le había ocurrido que tenía el hecho de mandarle un mensaje para avisar, se sentía realmente tonto en ese momento.

-¿Y si lo hacemos alguno de nosotros?.- Ahora era masculina, tampoco era muy grabe pero si lo suficiente para diferenciarlo.

-No creo que sea una buena idea.- Finalmente escucho la única voz que reconocería en ese club, aún no entendía porque seguí parado allí, era malo escuchar conversaciones ajenas y tampoco es como si entendiera de lo que hablaban.

-¡Entonces buscaremos ayuda!.- Exclamó la primera chica, quien abrió las puertas del club para asomarse y ver como el pelinegro estaba a unos solo dos metros de donde ella estaba. -¡Hey!, el de pelo negro.- Lo llamó haciendo que sus compañeros de club se asomaran y el nombrado se volteara, causando la sorpresa de la castaña.

-¿Akaashi-kun? ¿No estás en entrenamiento?.- Pregunto bastante confundida en lo que salía de su club, aún si iba camino al gimnasio era en el camino contrario y si era a la salida, no era necesario tener que pasar por allí.

-Venía avisarle que hoy no tenemos entrenamiento y me retiraría más temprano, pero vi que se encontraba ocupada.- Explicó el de orbes azules, no se había movido de su puesto desde que lo detuvieron gracias a sus nervios aunque no fueran demostrados, creía que lo habían descubierto escuchando su conversación o algo parecido.

-¿Lo conoces ___-chan?.- Se atrevió a preguntar una nueva voz, la de un chico, quien parecía ser el capitán del club, la castaña solo asintió pues su compañera que era igual de emotiva había hablado antes que ella.

-¡Genial!, ¿entonces nos puedes ayudar?.- Preguntó hacía el de segundo con una gran sonrisa en labios, este la miro bastante desconfiado, ¿en que podría ayudar un chico del club de Voleibol en el club de artes?

-¿En que puedo ayudar?.- Una contra pregunta fue su respuesta, ahora la castaña realmente estaba pensando en como ayudar a escapar de allí, desde que fue visto por sus compañeros, quisiera o no los iba a ayudar de todas formas.

❛𝖨 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝗌𝗍𝖺𝗒 𝗐𝗂𝗍𝗁 𝗒𝗈𝗎❜ -  【𝖠𝗄𝖺𝖺𝗌𝗁𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗃𝗂】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora