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Hoy finalmente era el cumpleaños de cierto pelinegro ojiazul, y para ello todo el equipo se había reunido para hacerle una fiesta sorpresa junto a la pareja de él, bueno, todo el equipo menos Bokuto, a quien por seguridad de no quedar delatados no le dijeron nada sobre el tema y solo dejarían que como el año anterior esté diera la iniciativa que salir a algún lado solo los dos.
Cierta castaña se encontraba comprando las cosas que utilizarían en la tarde para organizar todo en un salón que habían reservado con la ayuda de la mamá de Akaashi, quien estaba realmente emocionada y se ofreció a hacer los distintos postres para la fiesta como era de esperarse.
-¿Hola?.- Preguntó la chica, frenando justo al frente de las frituras por la repentina llamada, sabia que se trataba de su novio, pero por más que le doliera, tendría que fingir que no recordaba una celebración tan especial.
-___, soy yo.- Murmuro el pelinegro, quien soltó un suave suspiro por el desorden que se escuchaba detrás suyo, al parecer Bokuto se encontraba haciendo un escándalo con el cachorro que ambos habían adoptado, ya que la mayor le había pedido el favor de cuidarlo. -Lo siento, es Bokuto-san, ha venido desde temprano con intensiones de salir y me preguntaba si nosotros también saldríamos.- La voz del ojiazul sonaba temblorosa, tal vez por el temor de que su pareja en serio no recordara su cumpleaños y si ese era el caso, no sería para nada capaz de recordarle algo así.
-Uh... hoy esto algo ocupada Keiji.- Tenia que ser cuidadosa definitivamente con lo que decía o su pareja sospecharía, porque vamos, siempre era muy inteligente para descubrir todo. -Pero creo que en la tarde estaré libre, podemos salir a donde quieras, o no, mejor deja que yo te invite a ti, siempre sueles hacer los planes y me gustaría esta vez poder hacerlo yo.- Murmuro ella en lo que jugaba con sus dedos nerviosa, solo esperaba que sus palabras sonaran creíbles y que el chico que ahora entraría a tercero aceptara su propuesta.
-Supongo que está bien, nos veremos más tarde.- Y ahí es donde ella sentía como su corazón de hacia pedacitos por el tono decepcionado de Akaashi, definitivamente, el año que venía no haría esto de nuevo o terminaría llorando en la llamada.
-Sip, yo te recogeré, esta vez yo seré el hombre.- Bromeo la chica, haciendo que ambos soltaran una suave risa por ello, bueno, por al menos lo había hecho reír un poco. -Te amo, Keiji.- Dijo en un susurro vergonzoso, era la segunda vez que se lo decía, quizás solo para no sentirse tan culpable de lastimar a su lindo bebé.
-También te amo, hasta luego.- Fue lo último que le dijo el chico antes de colgar la llamada para que ella pudiera seguir tranquila con sus compras mientras que su pareja sería arrastrara por varios lugares por cierto bicolor y eso de alguna forma los tranquilizaban a todos, pues le daría menos oportunidades de que sospechara algo por parte de la castaña al estar tan distraído en su mejor amigo, quien parecía estar totalmente hiperactivo ese día.
-Bueno, espero que esto salga bien porque si no me tiraré de un puente después de tener que fingir que no lo recordaba.- Chilló la chica a penas entro al salón donde todo el equipo ya la esperaba, a lo que algunos le vieron enternecidos mientras que las managers estaban preocupadas, temían que la chica estuviera triste en todo el día y ahora tendrían que animarla tal y como hacían con Bokuto.
