│Capítulo 11│

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Mi alarma suena por toda mi habitación, abro un ojo y estiro mi mano hasta la mesita de noche, y la apago. Doy vuelta hasta quedar boca arriba viendo el techo. En toda la noche no pude descansar, simplemente mi jefe no salía de mis sueños, si le contará esto a mi mejor amiga me diría que es porque lo deseo más que a nada en el mundo y, la verdad es que sí, lo deseo como un drogadicto a su heroína.

Estoy totalmente perdida.

No me voy a mentir, ayer quería más que solo besos, tenía la necesidad de que hiciera conmigo lo mismo que hicimos en mi sofá, pero tengo que controlarme, al menos hasta que decida si quiero ser su amante.

Como todo un perezoso camino a mi baño para tomar la ducha mañanera. Al salir me envuelvo en la toalla y voy hacia mi closet para ponerme ropa interior y de ropa un traje de falda color gris y una camisa blanca abajo. Veo mi reloj y tengo que correr, solo me da tiempo para llegar por un café y volar hacía el juzgado.

Aparco mi auto y salgo como alma que lleva el diablo, como lo prometió mi jefe ya está en las puertas del juzgado esperándome, cuando me ve se le forma una hermosa sonrisa que hace que mis piernas tiemblen.

–Buenos días– digo cuando llego hasta él

–Buenos días Lea, que guapa vienes hoy– dice y se acerca para darme un beso en la comisura del labio.

Su acción hace que una corriente de electricidad recorra mi cuerpo y termine en mi entrepierna ¿Qué no sabe lo que provoca en mí? Estoy como idiota viéndolo directamente a los ojos y el solo puede sonreírme, creo que si sabe lo que provoca en mi cuerpo con solo besitos medio inocentes.

Aclaro mi garganta antes de hablar –Tu también te vez guapo– y siento mis mejillas arder –¿Qué paso ayer con Jack? – pregunto para que no se centre en mis mejillas que seguramente están sonrojadas.

–No te preocupes todo está arreglado, ¿ya estas preparada? – niego con mi cabeza –Leanne, no debes de estar nerviosa, todo lo que buscaste para este caso es suficiente para saber quiénes son los culpables– me toma de los hombros y baja su cabeza hasta mi altura –confió en ti, vas a ganar.

Y es ahí cuando no puedo controlar mis impulsos y me acerco para besarlo, muevo mi boca sobre la suya, Marcus tarda unos segundos en corresponder mi beso y tomarme por la cintura, y yo subo mis brazos hasta su cuello y el beso se torna más húmedo, tanto que empiezo a gemir en su boca, el beso no dura mucho ya que mi jefe se separa.

Y es cuando caigo en cuenta que no estamos solos, estamos afuera del juzgado, me cacheteo mentalmente por lo que acabo de hacer.

–Perdón Marcus no sé qué me paso– su mano acaricia mi mejilla

–No pidas perdón, me encanto que lo hicieras, me encanta besarte Lea.

Bien aquí volvió el calor a mis mejillas, de seguro estoy como un tomate.

–¿Entramos? – asiento

Al entrar veo un pasillo largo iluminado por muchos focos de luz amarilla, gente entra y gente sale de diferentes puertas, caminamos un poco más adentro hasta que nos paramos frente a una puerta doble, mi jefe abre y me deja pasar a mí primero, toca sutilmente mi cintura y me va dirigiendo hasta llegar a nuestro lugar, aún estamos solos, creo que el juicio empieza un poco más tarde.

Saco los papeles de mi maletín y Marcus hace lo mismo.

Empiezo a leer mi defensa, tengo que aceptar que estoy sumamente nerviosa, no sé si lo haré bien, tengo miedo de fracasar y defraudarme. Volteo a ver a mi jefe y me da una sonrisa reconfortante.

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin