│Capítulo 17│

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Siento mi brazo dormido y mi boca muy seca, no puedo abrir mis ojos y el sonido de la maldita alarma me está taladrando los oídos. Como puedo abro mis ojos acostumbrándome a la luz que proviene de la ventana a la cual no le baje las cortinas. Estiro mi brazo que está libre ya que mi otro brazo está siendo aplastado por el cuerpo de mi amiga. Cuando alcanzo la mesa de noche tomo mi celular y apago la alarma.

Paz en mis oídos.

Muevo el cuerpo inerte de mi amiga a un lado para poder liberar mi brazo de la cárcel de su cuerpo. Demonios mi cabeza me duele, siento mi estómago revuelto, no por favor, corro al baño y devuelvo todo lo que ingerí anoche, ¡puag! Qué asco.

Quito mi ropa y entro a la ducha, cuando estoy debajo de la regadera la abro. El agua helada cae sobre mi cabeza haciéndome abrir los ojos. Paso unos minutos bajo el agua después de terminar de lavar todo mi cuerpo y cabello.

Me envuelvo en una toalla y salgo a mi habitación donde aún está tirada mi amiga, pero ahora tiene brazos y piernas abiertas formando una gran equis. Ignoro el sueño pesado de mi amiga y me dirijo al closet para tomar mi ropa interior y un traje de falda color negro. Seco mi cabello y hago un partido hacia un lado, me maquillo un poco y lista para sufrir.

No vuelvo a tomar así, menos tequila. Busco ente mi farmacia a ver si tengo algo para la resaca, pero no hay nada, tengo que comprar algo en el camino, ya voy tarde, creo que un café bien negro me caería súper bien en estos momentos, aunque siento que mi estómago no lo va a aguantar, mejor compro alguna bebida con electrolitos para que recuperar mi cuerpo de esta deshidratación por alcohol.

Aparco mi auto en el estacionamiento, tomo mi maletín con todos los documentos la verdad espero no haber olvidado nada porque no podré regresarme ya es demasiado tarde y Valerie lo dudo que se despierte temprano, estaba roncando como oso cuando la deje en mi departamento, pero se merece descansar.

Camino en dirección al juzgado, no creo que Marcus me esté esperando ya se el camino, no voy a ocuparlo. Pero el destino quiere que me lo encuentre porque está parado donde me espero la vez pasada. Tiene una sonrisa de oreja a oreja, a lo mejor ya consiguió una buena amante que esté dispuesta a la hora que él quiera.

-Buenos días Leanne, te vez muy guapa-

Marcus también se ve guapo y exquisito como siempre pero no puedo dar mi brazo a torcer. Quisiera sonreírle pero no puedo, la primera razón es por mi resaca y la segunda es porque estoy molesta con él.

-Buenos días- contesto y sigo caminando dirección adentro del juzgado

Entro a la sala de la vez anterior y dejo mi maletín en el escritorio donde nos toca, me siento y empiezo a sacar los documentos ojeando todo y tratando de poner atención en los papeles en vez de a mi jefe.

Carraspea –Quiero pedirte disculpas Leanne, por como he actuado estos días-

Bien eso no me lo esperaba, me volteo a verlo y tiene un aspecto triste, creo que le ha calado que no lo trate igual que siempre, pero es que me daña con sus palabras. Esa actitud tan cavernícola me molesta, si me gusta que sea posesivo en algunos aspectos como en el sexo, pero, no que me trate como un objeto y mucho menos me gusta que piense que soy una cualquiera, ni siquiera sabe bien quien es Joshua y ya da por hecho que yo tengo algo con él. Es un tonto.

-Tienes que entenderme Lea, tú me gustas mucho, te deseo, por Dios ¡me vuelves loco!- lleva sus manos a su cabeza y jala su cabello

-Solo de imaginar que estabas con el tipo aquel- espeta

-Joshua- le digo

-Como sea- hace ademan con su mano –me hierve el cuerpo de celos Leanne- se sienta en la silla y me jala para quedar ahorcajadas sobre sus piernas –eres mía cariño, yo fui tu primera vez, me perteneces-

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Where stories live. Discover now