│Capítulo 26│

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Abro mis ojos desorientada, recorro mi mirada buscando algún indicio que me diga donde estoy, me siento medio confusa, pero todo se vuelve claro cuando pongo mi vista en el volante. Ahora lo recuerdo. Le dieron un golpe al carro. Me empiezo a poner nerviosa, dirijo mi mano izquierda para posarla a un lado de mi cabeza, que no ha dejado de punzar en un ritmo que me está torturando.

Retiro mi mano, la pongo enfrente de mis ojos, por lo menos no es mucha sangre. De seguro solo es un golpe pequeño, quiero voltear a un lado, pero el dolor de mi cuello me lo impide. De pronto se hacen presentes algunas voces, no logro entender que es lo que dicen, son muchas voces hablando al mismo tiempo.

Un sonido fuerte me hace cerrar los ojos de golpe, ciento unas grandes manos que se posan a cada lado de mis hombros.

-Señorita- al escuchar el llamado abro mis ojos y me encuentro con un rostro que no conozco –Soy Joan, dígame ¿cuál es su nombre? - pregunta mientras está luchando con el cinturón de seguridad. Trago la poca saliva que se ha formado en mi boca.

-Lea... Leanne- susurro con dificultad

Lo demás sucede demasiado rápido, doshombre me cargan hasta una estrecha camilla. El cansancio que siento es extremo, quiero de verdad mantenerme despierta, pero simplemente no puedo, mis ojos pesan demasiado, quiero... qui.

Me encuentro en un hermoso jardín lleno de rosas rojas, el cielo está totalmente despejado y el sol alumbra en todo su apogeo, más sin embargo no quema, no hay calor, bajo mi mirada y mis pies están descalzos sobre el hermoso pasto verde. Muevo mis dedos para sentir las cosquillas que el pasto me produce, tiento mi cuerpo y me doy cuenta que estoy vistiendo un hermoso vestido color rosa palo, al cual el viento mueve a su antojo, a lo lejos veo la imagen de un hombre, camino a su encuentro para saber quién es.

Cuando llego lo veo, veo a Marcus estirando sus brazos, me tiro en ellos y nos fundimos en un caluroso abrazo. Mi cabeza está en su pecho y puedo escuchar el latido de su corazón, late tan rápido, me encanta saber que se siente igual que yo, ya que mi corazón tiene arritmias en su presencia.

Sus fuertes manos están descendiendo por mi espalda hasta posarse en mi cintura. Me aleja un poco para mirarnos a los ojos, esboza una de sus típicas sonrisas que siempre logran desestabilizarme, toma mi mano derecha y la besa caballerosamente. Retira sus labios de ella para posarlos en mi boca, el beso se siente diferente, se siente con amor. Rompe el beso para mirarme con esos pozos azules.

-Te amo Leanne- y mi corazón no puede estar más contento. Late tan rápido, tanto que hasta ciento que me duele.

-Señorita- escucho esa voz, miro hacia todos lados, pero no hay nadie, ya ni siquiera Marcus se encuentra conmigo –señorita- vuelven a llamar

De pronto mis ojos son abiertos y veo a un hombre mayor con una barba parecida a la de santa Claus.

-Señorita ¿Cómo se llama? - pregunta con una cálida sonrisa

-Leanne- digo con dificultad ya que siento mi garganta raspar.

- ¿sabe dónde está? - inquiere mirándome fijamente

-Yo... yo- mis ojos se abren con susto ¿Dónde estoy? Volteo a ver al hombre y el solo apunta algo en su pequeña libreta

- ¿Sabe en qué día se encuentra señorita Leanne? - ¿día?

-miércoles- susurro y el asiente anotando cosas en su libreta

Me sigue realizando varías preguntas que la verdad no entiendo para que, solo me limito a contestar algunas de ellas y otras nada más no sé qué contestar, como por ejemplo ¿en dónde estoy? Que el señor no ha tenido el gusto de decirme. No he tenido tiempo de mirar a los lados, mi cuello lo siento rígido, subo mi mano derecha para tocarlo, tengo algo ¿es un collarín?

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora