│Capítulo 24│

686 36 0
                                    


-Ya te dije Valeri que Marcus me dejo plantada como siempre- bufo

-Pero debe de tener alguna explicación Lea- está tratando de que cambie de opinión acerca de Marcus.

Cosa que obviamente puede pasar. Soy tan malditamente débil.

-Pero ¿qué quieres que crea?- no la dejo contestar –que me quiere, que me ama y se enamoró perdidamente de mí, pero que su familia no lo deja divorciarse de su esposa. ¿Eso?- inquiero enojada

Me giro a verla porque no ha dicho nada en varios segundos y la verdad se me hace raro, ella siempre está parloteando. Gira su cara levemente y ríe. Ahora se está burlando de mí.

-Ya no digas nada Valeri- la cayo antes de que hable –mejor maneja y apúrate que no quiero llegar tarde-

-Tú y tu puntualidad- dice y yo solo ruedo mis ojos

Ahora voy en camino con Marcus en su auto para la cita que tenemos con la señora Margaret Olsen. Vamos en absoluto silencio y es mejor para mis nervios y mi estabilidad emocional en estos momentos. De hecho me encuentro enojada y no sé por qué. Tal vez las inyecciones tienen más hormonas de lo normal y me están haciendo tener estos malditos cambios de humor o puede que sea Marcus. Él es el culpable de mi bipolaridad. Bufo.

-¿Vas a seguir enojada todo el día?- pregunta y yo por enésima vez ruedo mis ojos

No le contesto, no quiero contestarle. Tal vez me estoy portando como una cría, pero yo no fui la que deje plantada alguien que está enamorada y esperanzada de que la relación que llevan en secreto, algún día se haga pública y se puedan amar, sin que nadie los apunte.

-Ok- lo escucho decir –no quieres hablar. Está bien Leanne. Pero nada más te voy a pedir que no estés con esa actitud cuando hablemos con la señora Olsen-

Me giro para verlo y lo fulmino con la mirada. Ni que fuera una mal educada.

Bueno en estos momentos te estas portando como una, con Marcus.

Tu caya, que nadie te hablo.

Vuelvo a bufar.

Llegamos a la dichosa casa de la señora Olsen. Y es hermosa, es una mansión, de color blanco y un hermoso jardín que rodea toda la casa. Siento las manos de Marcus en mi cintura y me pongo tensa. Su contacto siempre causa estragos en mi interior. Nos acercamos a la puerta y mi jefe toca el timbre. Pasan unos segundos y nos abre una mujer mayo con un uniforme negro de pantalón y saco.

-Buenos días, pasen la señora Olsen los está esperando- se hace a un lado y entramos.

Quedo con la boca abierta. Que casa dios mío. Cuando sea grande quiero tener una así. Río por mi ocurrencia ¿Cuándo sea grande? Si ya soy una adulta.

-¿De qué te ríes?- volteo a verlo y le sonrió

-No te diré- y me alejo siguiendo a la señora que nos abrió la puerta

Llego a un living muy moderno, la señora Olsen está sentada en un hermoso sofá color crema, con cojines en color azul pastel. Al verme se levanta y me dedica una cálida sonrisa, la cual le regreso amablemente. No tarda mucho en hacerse presente mi jefe y la señora abre sus ojos y sonríe bobamente.

Si lo sé, eso es lo que causa mi jefe. ¿Debería de marcar territorio? No, mejor actuó como su pasante de derecho. No quiero causarle problemas, capaz que está familia conozca a la de Marcus y prefiero evitarme los malos comentarios. Y sobre todo a perder mi pasantía, que ya falta un poco menos para terminarla.

-Buenos días señora Olsen- saluda Marcus –Soy el señor Dankworth y ella- me señala con su mano –es la señorita Callen-

-Por favor tomen asiento- nos señala con la mano un sofá pegado a la pared con dos cuadros abstractos –disculpen que los reciba aquí, pero, el despacho no está disponible- se disculpa

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Where stories live. Discover now