│Capítulo 38│

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Hoy tenemos el juicio con presencia del señor Galaz y la señora Piach, solo nosotros y sobre todo el abogado de la otra parte y la jueza. La verdad estoy muy ansiosa, nunca pensé que todo pasaría tan rápido. Pero no hay marcha atrás, estoy preparada para lo que sea. Aunque la verdad nunca pensé que esto llegaría a un juicio, supuse que solo serían avisos y esas cosas.

Quisiera con todo mi corazón que Marcus estuviera conmigo, ya que la vez anterior él estuvo presente y me alentaba, pero igual sé que no puede, tiene cosas que hacer y aparte no estuvo ajeno a este juicio, hoy me mando un enorme arreglo de flores, también traía consigo una pequeña tarjeta en la cual escribió que me deseaba éxito y lo que más me gusto es que dijo que confiaba ciegamente en mí para sacar adelante este caso. Y eso me llena el pecho.

La señora Piach y yo nos sentamos al lado izquierdo del estrado, ahí se encuentra el escritorio, a nuestro lado derecho está el señor Galaz con su aboga ducho. Sé que no debería de pensar así de un colega, pero no puedo darle otro término más ofensivo, mira que ayudar a esa porquería. Debo de tranquilizarme, el solo hace su trabajo.

La espera de la jueza se me hace eterna, ya quiero que haga acto de presencia. Tengo que acomodar mis argumentos muy bien en mi cabeza, no puedo dejar que el abogado de la porquería gane, la pequeña Olivia tiene que estar con su mamá para siempre. Estoy empezando a impacientarme y es raro, yo siempre tengo paciencia, esa es una de mis más grandes virtudes, no sé qué me está pasando. ¿Será porque no está Marcus? Puede ser, pero no debo de depender de él para los juicios, debo de mantenerme calmada. ¿Dónde está mi auto control?

Pasaron otros tortuosos 15 minutos y al fin la jueza ya está en el estrado. Nos levantamos ambas partes para que dé inicio al juicio.

-Cómo ve en esos documentos señoría, él señor Galaz no le ha dado ni un centavo a la señora Piach para la manutención de la menor- veo que la jueza asiente repetidas veces y dirige su mirada a la porquería, le levanta una ceja y luego niega.

-Muy abogada Callen- me siento de nuevo en mi silla y junto mis manos apretándolas, estoy nerviosa, ya debería de pasarme esta sensación, pase por un juicio más grave la vez pasada con lo del Señor Cannabell. Debo acostumbrarme.

Terminamos de presentar las últimas pruebas y la jueza para revisar bien cada una de ellas, nos pidió un receso de 1 hora. Genial.

Entramos a una cafetería para matar el tiempo y sobre todo porque me estoy muriendo de hambre, la señora Piach se sienta en una mesa pegada a la ventana, donde se puede ver a la gente de negocios caminar por apresuradamente por la acera, de seguro para llegar rápido a sus respectivos trabajos. Estoy haciendo fila para comprar dos cafés y unas donas.

Margaret ha estado muy sería, desde que entramos a la sala para empezar el juicio y aún sigue igual, la verdad me preocupa mucho, dicen que si piensas negativo lo atraes y no quiero que ese sea nuestro caso, debe de confiar en mí, tengo que hacerla confiar. Me acerco ya con los cafés y las donas y la señora Piach solo me mira sin una sola sonrisa en su rostro, de verdad está muy estresada.

-Margaret- me atreví a tutearla siento que así podremos hablar más de mujer a mujer que de abogado a cliente, le extiendo su café y dona, para después tomar asiento enfrente de ella –todo saldrá bien- le acaricio el dorso de sus manos e inesperadamente se suelta en llanto

-De verdad señorita Leanne que quiero creerlo- dice entre sollozos –pero conozco a Rubén, él no descansara hasta quitarme a mi hija y tengo miedo- y de verdad puedo ver su miedo porque se refleja en su mirada.

-No lo lograra- digo segura –confía en mí Margaret, de mi cuenta corre que ese hombre no se te vuelva a acercar- le sonrió con confianza.

Después de esas palabras nos quedamos en silencio, Margaret solamente viendo la nada por la ventana y yo pues muy nerviosa, ahora no puedo fallar, no cuando le prometí que todo saldría bien. De hecho ni cuenta me di cuando me comí la dona, no la sentí. Ahora quiero otra, pero no hay mucho tiempo, es mejor ir al juzgado.

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Where stories live. Discover now