│Capítulo 43│

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Un molesto pitido no me deja dormir, le dije a Marcus que quitara la alarma, hoy no debemos de ir a trabajar, es sábado y pasaríamos todo el día tirados en la cama haciendo el amor, ya que es nuestro pasatiempo favorito. Abro lentamente mis ojos y una luz muy fuerte me impide que lo haga, así que se cierran de nuevo.

-No me dejes- grito desgarradamente

-Es lo mejor para los dos, yo en realidad nunca te amé Leanne, solo fuiste una aventura y así como termine contigo una vez, puedo darme el lujo de terminarte de nuevo- la sonrisa que me da es una fría y calculadora.

Este no es Marcus, no es el hombre del que me enamore y me entregue completamente, el me ama, ahora no puede decirme que me dejara, no de nuevo.

-¡No!- grito pero él se está alejando con una sonrisa torcida -¡Marcus! Marcus por favor- grito desesperadamente con un enorme dolor en mi corazón, mis rodillas tocan el suelo y me pongo a llorar –Marcus- susurro.

-Marcus- abro mis ojos y veo de nuevo esa luz ya que mi vista esta clavada en el techo, ese techo que no conozco, pero por el color puedo deducir donde estoy. Aparte de que unas imágenes vienen a mi cabeza; yo en central park llorando... llorando por él.

Todo es verdad, lo que escuche es verdad. Levanto mi mano para llevarla a mi boca y cuando lo voy a hacer me percato que tengo de nuevo un suero conectado al dorso de mi mano derecha.

-¿Qué me paso?- susurro

La puerta se abre y me deja ver a Valeri, en cuanto nuestros ojos hacen contacto mis lágrimas se hacen presentes, se acerca rápidamente y me abraza fuertemente.

-Val- hipeo –Marcus, él, él me mintió- digo al fin entre sollozos. Se suelta de mi abrazo y me mira fijamente con cara de sorpresa.

-¿De qué hablas?- pregunta desconcertada –Marcus no se ha separado del hospital desde que le llame diciéndole que te desmayaste en la vía pública, él está esperando afuera para poder verte- aparto mi mirada de su rostro y mis lágrimas se hacen presente de nuevo.

Duele, duele bastante saber que solo está allí para disimular que le importo, pero en realidad está esperando entrar para terminar de acabar con el poco corazón que me queda, de seguro solo viene para terminar de nuevo conmigo, hasta parece que la historia se repite, hace 9 meses yo en un hospital y Marcus esperándome para dejarme.

-No quiero verlo- en realidad si quiero verlo, para torturarme un poco más con su belleza, para torturarme con sus sucias palabras de amor, soy una maldita masoquista.

-Pero ¿Por qué no Leanne? ¿Qué pasa? ¿Sabes que puedes confiar en mí?- acaricia el dorso de mi mano izquierda –ese imbécil ¿te hizo algo?- y es allí cuando de nuevo empiezo a hipear por el llanto. Porque en realidad si me hizo algo, algo muy malo.

-Val que no me escuchas, Marcus me mintió, me mintió de nuevo- digo llorando, ya mi garganta duele de tanto llorar, este opresión en mi pecho no se quiere ir, me está ahogando, me asfixia.

-¿Cómo?- inquiere incrédula

-Lo que escuchas, yo lo escuche hablar con su padre, Marcus le dijo que yo solo era una aventura y que terminaría conmigo- limpio mis mocos con la mano libre –te das cuenta que solo jugo conmigo de nuevo- la cara de mi mejor amiga esta desencajada, ni siquiera parpadea.

-Ese imbécil- sisea entre dientes -¿Cómo se le ocurre hacerte esto? Que acaso no se da cuenta de que tú lo amas, es un idiota, maldito insensible- declara con las manos hechas puño –pero me va a escuchar, de ti nadie se burla, menos ese cabrón de mierda, no de nuevo Leanne- hace no con su dedo índice

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora