│Capítulo 01│

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¿Puede la vida ser mejor en estos momentos? No, no lo creo. Hoy es un día maravilloso porque me acabo de enterar que podré hacer la pasantía en la mejor firma de abogados de New York y estoy sumamente feliz, siempre pensé que podría lograrlo, soy muy inteligente y comprometida con lo que me gusta y eso es la abogacía. Y pensar que mi papá quería que fuera Modelo, yo jamás podría serlo, mi mundo gira alrededor de los casos legales y quiero probarme y probarle al mundo que puedo ser una de las mejores abogadas de New York.

Voy pegando brinquitos de emoción por toda la calle que me lleva directo al edificio de departamentos donde vivo, la gente me voltea a ver, pero en estos momentos me vale un cacahuate.

Subo corriendo las escaleras ya que vivo en el piso número 4 y aparte odio los elevadores. Llego jadeando a la puerta de mi departamento, lo que me hace recordar que debo de hacer más actividad física, aunque tengo buen cuerpo y lo que como no me engorda, aun así, debo de cuidarme, más ahora que empezare mi pasantía, quiero estar muy presentable. Dejo mi bolso tirado en un sofá y camino hacia la cocina para tomar un poco de agua, escucho pasos acercarse y sé que es mi mejor amiga ya que por este mes vivirá conmigo ya que su departamento tiene una fuga de gas y está en reparaciones, pero pensé que estaría con su mama este fin de semana.

―hola mejora, ¿que no ibas a pasar todo el fin con tu familia?

―Si quieres me voy rubia― dice con tono burlón, y me hace reír ―mi mamá me cancelo, ya que ella y papá se tomarían este fin de semana para reforzar lazos de amor― dicho esto hace una mueca de asco y yo solo rio de nuevo.

―No seas loca, si a ti también te gusta unir lazos así― niega sonriendo porque sabe que tengo razón. ―Bueno pasando de unir lazos, te tengo una muy, muy buena noticia― inquiero tomando asiento enfrente de ella.

―Haber dime cual es, sabes que no me gustan las intrigas rubia― dice dirigiéndose a la nevera para sacar un bote de helado sabor vainilla.

―Pues la noticia es― guardo silencio unos segundos, volteo a verla y tiene el ceño fruncido ya que odia las intrigas ―la noticia es que, ¡nos aceptaron en la firma más prestigiosa de abogados para hacer la pasantía! ― grito con toda mi alma.

Mi mejor amiga abre sus ojos. De la emoción abre sus manos y deja caer el bote de helado al piso y salta girando en su propio eje, yo solo puedo reír por su reacción. No veo venir su acción, cuando ya está encima de mí y me da besos en los cachetes, está un poco loca, pero así la quiero.

―no lo puedo creer, te lo juro no lo puedo creer― se toma la cara con ambas manos y no puede dejar de gritar de emoción ―amiga— su semblante pasa a ser serio –debemos de comprar ropa acorde al lugar donde vamos, yo no tengo nada formal, hay que ir al centro comercial ya, ahora mismo— al terminar de parlotear se levanta de la silla y sale corriendo a su cuarto, de seguro para cambiarse e ir al centro comercial.

No me queda de otra más que hacer lo mismo, corro a mi habitación y tomo un jean roto, una blusa amarilla con flores blancas y manga tres cuartos, y de zapatos, mis Adidas blancos, retoco un poco el maquillaje y salgo a la sala a esperarla, mientras decido matar el tiempo llamando a mis padres para darles la maravillosa noticia, ya que mi mejor amiga tarda horas arreglándose. Marco el número de la casa de mis padres y al tercer tono atienden.

—Mami ni sabes ¿quién acaba de conseguir un lugar en la mejor firma de New York? — inquiero con una enorme sonrisa plasmada en mi cara, ya que aún no me lo puedo creer.

Oh por Dios amor escucho un chillido de su parte, eso quiere decir que está muy feliz y emocionada —cariño eso es maravilloso, muchas felicidades hija, cuando le diga a tu padre y a tu hermana se pondrán muy felices.

—Gracias mami, yo también estoy muy feliz, no sabes cuánto. Tenía miedo de no lograr conseguir un puesto en ese bufet— muerdo mis uñas y veo de reojo que mi amiga ya salió de su habitación y viene en mi dirección

Eso es nuevo de Valerie, debería de estar en los Records Guinness.

Oh no amor, no debiste sentir miedo, tienes que confiar en ti un poco más. Corazón te llevaste la generación, eres la mejor y por eso ellos te llamaron porque saben cuan inteligente eres, estoy muy orgullosa de ti— el solo escuchar sus palabras me forma un nudo en mi garganta de la emoción, espabilo mis lágrimas y volteo levemente para ver a Valerie, quien me hace una seña con su mano para que me apure, tuerzo mis ojos y no me queda de otra más que despedirme de mi mamá.

—Mami, me dio gusto hablar contigo y contarte tan buena noticia, salúdame a papá y a mi hermana, diles que los amo y les mando besos y abrazos, me tengo que ir, voy al centro comercial, te amo mamá y gracias por tus palabras.

Yo más mi amor, cuídate nos hablamos pronto, besos— y cuelga dejándome una sonrisa en mi rostro, hablar con mi madre siempre me pone de buen humor, siempre sabe que decirme para sentirla cerca de mí, aunque estemos a kilómetros de distancia.

Me levanto del sofá con una energía renovada, hoy puedo comerme al mundo y mi amiga lo sabe, por esa mirada que me ha dado. Le sonrió en su dirección y no puedo evitar silbar al verla, ya está más que lista, trae puesto un jean negro con una blusa verde militar sin mangas y sus Nike rojos, lleva una pequeña bolsa que se cuelga en la espalda y toma las llaves de su auto. Camino en su dirección, igual tomando mi pequeño bolso y guardo mi celular y salimos.

—Tu manejas— no me da ni chance de parpadear cuando me avienta las llaves, no sé cómo diablos pude cacharlas.

En el camino mi amiga se pone a hablar por teléfono con su mamá contándole que ya tiene donde hacer la pasantía, se le ve muy feliz y quien no va a estarlo, yo estoy que no quepo en este mundo de tanta felicidad. Solo de pensar que podre asesorar a la gente y ayudarles me emociona mucho, desde que era adolescente quise ser abogada, defender a personas inocentes, meter presos a los asesinos o ladrones, me emociona. Y saber que todo esto está muy pronto de ser verdad, me cuesta creerlo, pero como dijo mi mamá, tengo que creer en mí. Juro que tengo ganas de gritar, pero si lo hago la mamá de Valerie me escuchara y pensara que nos secuestraron o algo por el estilo, así que mejor me reservo mis gritos de júbilo.

Al llegar al centro comercial, mi mejor amiga me apura con las manos, es una desesperada, siempre hace lo mismo cuando venimos de compras, pero que puedo hacer, solamente seguir su camino. Ruedo mis ojos porque es una batalla perdida, decirle que vaya más lento o que tenemos prácticamente todo el día para mirar ropa, vuelvo a repetir, con Valerie, no se puede. Es así como me lleva un par de metros más hasta que ella misma decide parar enfrente de una tienda que se ve demasiado elegante su fachada, y en los escaparates tiene maniquís con ropa formal y muy linda, hasta podría decir que sexy. A mi amiga le brillan los ojitos y entramos sin pensar más. Al verla tan emocionada sé que será una larga tarde donde me hará probarme todo tipo de conjuntos y se dé más que me dejará súper agotada.

Y es malo porque, ahora que lo pienso, no levantamos el bote de helado.

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Onde histórias criam vida. Descubra agora