22. Problemas con brujas y lobos

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-Traigo el informe de los lobos solitarios de Italia- dijo una chica castaña con unos papeles en la mano entrando en una habitación.

-Bien- dijo un hombre moreno sentado en su despacho mirando otros papeles que tenía en la mesa -Déjalos ahí.

-Señor, esto...- dijo la chica dudando si preguntarle o no.

-Marian, te he dicho que no hace falta que me llames así cuando estamos solo nosotros dos- dijo el hombre serio apartando la mirada de los papeles para mirar a la chica.

-Lo sé, pero es la costumbre y se me olvida a veces- dijo la chica avergonzada.

-Dime ¿qué querías preguntarme?- dijo el hombre sabiendo las intenciones de la chica.

-¿Cuándo estará listo el nuevo acuerdo?- preguntó la chica sin rodeos.

-Todavía hay documentos que tienen que ser revisados- dijo el hombre volviendo su vista a los papeles -Una vez que los tengamos todos en orden, hablaremos con la manada.

-Está bien- dijo la chica un poco preocupada.

-Alguna pregunta más o ya no tienes ninguna- dijo el hombre moreno concentrado en lo que hacía.

-No, ninguna- dijo la castaña guardándose las demás para después salir de allí.

Mientras tanto en la manada, el Alpha y Beta investigaban el incendio de la biblioteca, llegaron a la conclusión de que ese fuego no fue normal y que la culpable fue una bruja.

-Enzo- llamó Thiago -Los lobos no han encontrado rastro de alguna bruja, no hay nada que nos pueda dar una pista- informó el rubio.

-Todo estaba quemado- dijo el moreno mirando a su Beta.

El Alpha ya había investigado personalmente, pues quería atrapar cuanto antes al culpable.

-Si es una bruja, es peligrosa- dijo el chico rubio preocupado -No sabemos que quiere y la seguridad de la manada está en peligro.

-Tenemos que seguir buscando- dijo Enzo decidido -Y quiero que se vigile a esa chica de pelo azul, hay algo en ella que no me gusta.

-¿Aya?- preguntó Thiago sin entender.

-Solo no le pierdas el ojo- dijo el moreno dando por terminada la conversación.

-Bien- dijo el rubio no muy convencido de si lo que le había dicho su Alpha era una orden o no.

-¡Maaka! ¡Maaka!- llamó Milo a su hermana quien dormía todavía en su cama.

-Estoy despierta- dijo Akala aun con los ojos cerrados y de mal humor, pues no había dormido muy bien -Siempre estoy alerta- dijo ella -Una nunca sabe cuando puede estar en peligro.

-Pero aquí estamos a salvo- dijo Milo mencionando la casa.

-Sabes que a nuestros padres con eso no les basta- dijo la chica levantándose -No te habrían dado esa repuesta por válida.

-Lo sé- dijo el chico desviando la mirada disgustado por la mención de esas personas.

-¿Qué es lo que querías?- preguntó la rubia mirando al chico.

-Tenemos que investigar al lobo solitario- dijo decidido el chico castaño -Antes de que lo encuentre la manada.

-Soy consciente de ellos- dijo la chica lista para salir de la habitación -¿Y Aya?- preguntó por la chica de pelo azul.

-Nos está esperando abajo, en el salón- dijo el castaño.

-Ya veo- dijo la rubia pensando en lo sigilosa que había sido la chica bruja para salir del cuarto -Bien, entonces me visto y bajo, adelántate tu primero- dijo Akala.

Cuando ya estaba vestida, bajó al salón y les dijo a los chicos de hablar mientras desayunaban.

-Bien, ¿cómo encontramos al lobo?- preguntó Milo serio -Sin olvidar de que también tenemos a una bruja que buscar.

-No hay rastro de la bruja- dijo Aya -Ya no queda ninguno.

-Entonces centrémonos en el lobo ahora- dijo Akala mientras comía -Ya que será mas fácil dar con él que con la bruja.

-Está bien- dijeron Milo y Aya a la vez.

En lo alto de una rama, se encontraba un chico recostado comiéndose una manzana.

-Así que aquí es donde está ella- dijo el chico curioso mirando a su alrededor -No sé por qué venir a un lugar como este.

-¿Quién eres?- preguntó una chica castaña apareciendo justo debajo del árbol, haciendo que el chico bajase la mirada para verla -Nunca te he visto por aquí- volvió a hablar la chica.

-Alguien que no tiene importancia- dijo el chico sonriendo y bajando de la rama de un salto -Ya me iba de todas formas.

La chica pudo oler que era un lobo y se sorprendió al ver que era un chico joven y con un extraño color de pelo.

-Será mejor que te vayas de aquí rápido- le ordenó la chica seria -Este territorio es de una manada y por lo que sé, no perteneces a ella- dijo con el mismo tono.

-Está bien, de todas formas yo ya me iba- dijo el chico sonriendo.

-Es raro ver a lobos solitarios tan jóvenes- dijo la castaña viéndolo bien, pues el chico parecía de su edad o un poco más mayor.

-Sabes, no deberías ser tan confiada- le dijo el chico -Te lo digo como un consejo por si te encuentras a otros lobos como yo, no creo que ellos sean tan tranquilos y escuchen lo que les digas.

-Los lobos solitarios seguro conocen a quien pertenece este territorio, por lo que no se atreverían a entrar en él- dijo la chica segura.

-Oh, está bien, pero como no soy de aquí, no se a quien pertenece este territorio- dijo el chico sin irse todavía -Así que no deberías estar sola, no sabes si puedo atacarte en cualquier momento- dijo el chico alertando a la chica -No creo que los otros lobos llegasen a tiempo si eso ocurriese- dijo el chico sonriendo.

-No estoy sola- dijo la chica nerviosa e intranquila por la sonrisa del chico.

-Lo sé, os sentí llegar a ti y a otro lobo- dijo el extraño chico reanudando la marcha lentamente -Espero que la próxima vez seas más precavida- dijo para después desaparecer.

-¡Lena!- dijo un pelirrojo corriendo hacia donde se encontraba la chica -Menos mal que te encontré.

-Hola Kai- dijo la chica cambiando rápidamente su inquietud por una sonrisa.

-La próxima vez no te adelantes y espérame- dijo el chico recuperando aire -No puedo perderte de vista, no queremos que pase como la última vez cuando te quedaste sola y te desmayaste.

-No te preocupes por eso, no volverá a pasar- dijo la chica quitándole importancia al asunto.

-Además, no quiero que Thiago luego se enfade conmigo por dejarte sola- dijo el chico con fastidio pensando en lo pesado que se ponía el rubio.

-Es demasiado sobreprotector- dijo la chica suspirando.

-Sí, lo sé- dijo el pelirrojo sonriendo de acuerdo con la castaña -Pero sabes que es por lo que le pasó a su hermana- dijo el chico cambiando la cara a una sonrisa triste -No quiere perder a nadie más- dijo sin ánimo.

-Bien, volvamos- dijo la chica evitando el ambiente triste -Es mejor regresar con los demás- dijo empezando a caminar.

La castaña miró hacia atrás una última vez por si veía al extraño chico por allí, pero no vio nada, así que supuso que le había hecho caso y se habría marchado. Mejor así, no lo volvería a ver, aunque sentía curiosidad por él, a pesar de la inquietud que le hacía sentir también.

-No será tan fácil echarme de aquí- dijo el chico lobo mirando desde muy lejos y habiendo escuchado todo -No hasta que la encuentre.

La vida de Akala Winterحيث تعيش القصص. اكتشف الآن