La vida de Akala Winter

55. Un lugar seguro

-Entregué el mensaje como me pediste- dijo un chico llegando a algún lugar oculto, lejos de la vista de la manada y de los cazadores.

-Bien, entonces pongámonos manos a la obra y ejecutemos el plan- le contestó una voz femenina que se encontraba allí.

La misma voz pertenecía a una chica rubia que se escondía en las sombras, ésta empezó a caminar hasta quedar enfrente del recién llegado.

-¿Estás listo?- preguntó la chica plantando su mirada azulada en el chico.

-¿Estás segura de que esto es lo mejor?- preguntó el chico devolviéndole la mirada.

-Milo estará a salvo allí, así que sí, es lo mejor- dijo la chica seria y decidida a no retroceder ahora.

-¿Y qué harás con Aya?- preguntó el chico.

-No puedo hacer nada por ella, me dijiste que está en coma, así que depende de ella misma despertar- dijo la chica apartando la mirada -Y espero que lo haga- susurró en voz baja para ella misma, aunque el chico la escuchó.

-Entonces, solo somos tu y yo- dijo el chico un poco preocupado por si alguno de los dos fallaba en el plan.

-Akira, creo que me he enfrentado a cosas peores- dijo la chica -No moriré tan fácil- añadió por último sonriéndole.

-¿Puedes explicarme que fue lo que ocurrió ayer?- pidió Thiago interrumpiendo en el lugar mientras caminaba hacia el centro de éste -¿De que hablasteis tú y esa cazadora?- dijo sentándose.

El rubio apareció en la sala después de que el día anterior el moreno desapareciera de allí. No lo volvió a ver hasta ahora que se encontraba de nuevo en el mismo lugar.

-La información que me dio ayer la cazadora puede afectarte- dijo el moreno tranquilo.

-¿Qué significa eso?- dijo el rubio frunciendo el ceño.

-Que pasarás por otra experiencia o situación dolorosa- respondió Enzo -Aunque yo ya la estoy pasando- dijo él bajando un poco el tono de voz.

Enzo se sentía afligido, sentía un pequeño dolor en su pecho y creía saber porque era. Su lobo se sentía triste y solitario, ahora más que sabía la verdad, aunque todavía estaba lejos de saberla toda.

-Sé sincero conmigo, aceptaré lo que me digas- dijo Thiago serio y atento a cada palabra que le dijese el moreno.

-Akala y Milo, además de ser cazadores, eran lobos- soltó Enzo -Por eso quería encontrar a Milo, necesitaba más respuestas sobre eso, ya que la cazadora no me dijo nada más.

-¿Qué...- dijo Thiago sin asimilar lo que le había dicho Enzo.

-Con esa información, hay una gran posibilidad de que tuvieras razón y Akala fuera tu hermana desaparecida- dijo el moreno mirando fijamente al otro chico -Es por eso que ahora necesito averiguar donde se encuentra Milo.

-Akala...- dijo el rubio -Ella podría haber sido mi hermana...- dijo todavía en estado de shock -Pero ahora ya no podré saberlo...

Mientras, en el aeropuerto, justo llegaba una pareja que había sido enviada a organizar y resolver algunos asuntos atrasados.

-Bien, busquemos a mi hermana- dijo la mujer agarrando sus pocas cosas que traía -Llevamos bastantes días de retraso en el trabajo.

-Sabes que no es del todo nuestra culpa- dijo el hombre -Si la información llega un poco tarde y nosotros la atrasamos también, era obvio que esto pasaría.

-Ay, cariño- dijo la mujer negando con la cabeza -Tú solo dame la razón y no me des excusas, tu hijo se parece a ti en eso.

-¿Me estás comparando con él?- dijo el hombre ofendido -Que yo sepa el cincuenta por ciento de sus genes te pertenecen, así que no es culpa del pobre tener la mitad de inteligencia.