58. Alguien no esperado

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-¡Milo no puedes volver!- gritaba Marco siguiéndolo.

Los otros dos chicos italianos también le seguían por detrás.

-Ya he tomado una decisión- dijo el castaño entrando en su habitación -Sé que es peligroso volver, pero tengo que confirmarlo- dijo recogiendo sus pocas cosas.

-Es mejor que te quedes aquí- le dijo Nico -Iremos nosotros en tu lugar- intentó convencerlo.

-Ya lo pensé toda la noche- les dijo a los tres chicos -Tengo que ser yo quien vaya.

-¿Y qué harás con los cazadores?- le preguntó Luka preocupado.

-Luka tiene razón- dijo el Alpha -Es mejor que te calmes y lo pienses bien.

-Por lo menos, piensa en cómo entrarás allí sin ser detectado por los cazadores o la manada- le hizo pensar Luka.

-Está bien- dijo Milo sentándose en la cama respirando profundo.

-¿Qué harás entonces?- le preguntó Marco mirándolo.

-Me iré mañana como muy tarde- habló más tranquilo -Primero necesito contactar con alguien.

Thiago estaba en su habitación sin salir e ir al instituto. Era su última oportunidad y falló, ya nunca sabría la verdad.

-¿Qué pasó realmente con mamá y mi hermana?- se dijo a sí mismo -¿Las mataron los cazadores? ¿Mi hermana fue asesinada también o desapareció?

Unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.

-Adelante- dijo dejando pasar a su padre.

-Thiago- dijo Ian entrando en la habitación y acercándose a él.

-Hola- le dijo el chico rubio un poco desanimado.

-Sería mejor que salieras y te despejaras un poco- le dijo su padre preocupado -Estás decaído desde que volviste ayer.

-Se me pasará, no te preocupes- le contestó.

-Me preocupo porque eres mi hijo- le habló el hombre tranquilo -No me gusta verte así, si quieres contármelo te escucharé, pero si no quieres, entonces solo te diré que no te dejes consumir por esos sentimientos negativos- le intentaba animar el hombre -Sabes que yo ya he pasado por eso.

-Me gustaría decirtelo, pero no puedo- dijo pensando en como reaccionaria su padre si supiera que esa chica rubia podría haber sido su hija.

-Nadie te obliga- le dijo acariciando su cabeza.

-Saldré a dar una vuelta- dijo Thiago levantándose.

-Espero que te animes un poco- dijo el hombre abrazando a su hijo.

El rubio salió al bosque y se transformó en lobo para refrescarse un poco. Corrió sin rumbo, pero disfrutando del aire que se estampaba en su cara.

-"¿Deberíamos visitar a la chica del pelo colorido?"- habló su lobo recordando a Aya.

-"Se me había olvidado por completo"- dijo el chico a su lobo.

-"Dijeron que estaba en un hospital"- le recordó -"Vayamos a visitarla"- terminó diciendo.

El chico hizo caso a su lobo y fue a buscar dónde se encontraba la chica bruja.

-Aquí es- dijo una enfermera -Aunque ya tiene visita- le informó a alguien.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó un chico a la nueva visita de la chica.

-Yo solo vine a ver cómo estaba- dijo la nueva visita -Conocía a Aya después de todo.

-Espero que no sigas metido en eso de conseguir información- dijo Mason mirando al chico lobo.

-No- negó el rubio.

-Bueno, yo ya me tengo que ir- dijo el chico cazador -Por cierto, te estás saltando las clases- dijo dándose cuenta de eso.

-No importa, me lo puedo permitir- dijo Thiago encogiéndose de hombros.

-Adios- se despidió el castaño marchándose.

Thiago se sentó al lado de la camilla y observó a una dormida Aya.

-Menos mal que ninguno me detectais del todo- dijo la voz de un chico entrando por la puerta y sobresaltando al rubio.

-¿Quién eres?- le preguntó al chico quien iba encapuchado.

-Hey- salidó como si se conocieran de toda la vida.

-No respondiste a mi pregunta- dijo Thiago en posición de defensa.

-Alguien que trabaja con su compi- dijo mirando a la chica que quedaba detrás del Beta.

-Identificate- le gruñó todavía alerta.

El chico se bajó la capucha haciendo ver su pelo tintado y sus peculiares ojos rojos.

-Eres el chico desconocido de ese día en el pueblo y en el instituto- dijo Thiago reconociéndolo.

-Akira- se presentó -Solo venía a ver cómo se encontraba- le dijo al chico.

-Yo soy Thiago- se presentó el rubio.

Thiago más relajado se apartó un poco para que la viera.

-Bueno, ya la ví, así que me marcho- dijo el chico sonriendo.

-¿Ya está? ¿Eso es todo?- dijo extrañado el rubio.

-Sí- contestó el chico albino -Además de visitarla, también vine a presentarme ante ti y conocerte- le confesó.

-¿Qué?- dijo sin entender.

-Solo quería conocer a otro lobo de la manada, sentía curiosidad- le dijo como si fuera normal -Eres bastante accesible, como la chica castaña- dijo refiriéndose a Lena -Mi segunda opción fue el pelirrojo, pero es dificil porque su hermana es muy sobreprotectora, así que opte por ti.

-Espera- dijo Thiago confuso -¿Otro lobo de la manada? ¿Cómo sabes eso? ¿Sabes de Kai y Tala? ¿Eres un cazador? ¿O un lobo?- preguntó poniéndose otra vez en guardia.

-Mi tiempo se acabó, tengo cosas que preparar- dijo mirando su muñeca aunque no tuviera reloj y sonriéndole al chico de enfrente.

Akira se fue tal como vino, sin dejar rastro. Mientras, Thiago todavía seguía procesando lo que acababa de ocurrir.

-No creo poder ayudarte en eso- dijo Marian al teléfono -No tengo el poder suficiente para hacerlo.

Alguien llamó a la chica por el aparato electrónico, pero lo que esa persona le pedía era algo complicado para ella.

-Pero sé quien puede hacerlo- dijo segura -Aunque no creo que te guste mucho la idea.

La chica caminó con destino al despacho de su tio, donde se encontraba él. El hombre tenía lo que la persona buscaba.

-Tio, es una llamada para ti- dijo Marian delante de la mesa de Damon, sabiendo que la persona al otro lado de la línea lo había escuchado.

La chica con el brazo extendido, le tendía el teléfono al hombre. Éste agarró el teléfono y esperó a que hablaran.

-Necesito volver- dijo Milo al otro lado -Sin que nadie lo sepa.

La vida de Akala WinterWhere stories live. Discover now