8. El peligro está al acecho

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Los días en el instituto pasaban igual, Thiago buscaba a la chica rubia y ésta siempre se escondía de él. La hora del almuerzo era la única hora donde los dos se encontraban, cuando los dos hermanos Winter terminaban de comer siempre desaparecían.

-Nos evitan- dijo Thiago molesto.

-¿Les has hecho algo?- preguntó Lena curiosa.

-Además de acosarle, claro- añadió la chica pelirroja.

-Yo con solo eso, también te evitaría- dijo la chica rubia del grupo tranquila.

-Pero Kiara, nos estan evitando a todos- dijo Thiago -Y vosotros no les habeis hecho nada.

-Entonces lo admites- dijo Tala -Admites lo que haces.

-Pues Milo a nosotros no nos evita, ¿verdad Kai?- dijo Lena mirando al chico.

-Es verdad- contestó el pelirrojo -Además compartimos clase con él.

-Es hora de irse a clase- habló el moreno haciendo que todos le prestaran atención.

-Es verdad- dijo el pelirrojo al ver la hora que era -Vamos Lena.

-Adios chicos, nos vemos luego- se despidió la castaña.

-Nosotras también nos tenemos que ir- dijo Tala sin ganas -Y veremos a esa chica- dijo con desagrado.

-Se llama Akala- dijo Thiago molesto.

-No me importa su nombre- le respondió la pelirroja.

-Tala- la llamó el moreno.

-Bien, adios- dijo la chica cortante dándose la vuelta para ir a su clase.

-Nos vemos luego- dijo la rubia para seguir a la pelirroja -Enzo- dijo despidiéndose del chico para después desaparecer de allí.

-Adios Kiara- se despidió Thiago.

-¿Por qué te interesa esa chica?- preguntó el moreno llamando la atención del otro chico.

-¿Qué?- dijo el rubio distraído apartando la vista de la dirección que habían tomado las dos chicas.

-Akala- nombró Enzo -¿Por qué te interesa?

-Ella es mi hermana- contestó el chico mirando al suelo.

-¿Cómo estás tan seguro de eso?- preguntó el moreno frunciendo el entrecejo -Esa chica no es una loba.

-Solo lo sé- dijo levantando la vista para mirar a su amigo -Es ella- dijo seguro -Lo demostraré.

-Está bien- dijo el moreno -Esa chica oculta algo, así que te ayudaré.

-Gracias- dijo el rubio con una pequeña sonrisa.

-Veremos si es o no una de nosotros- dijo refiriéndose a si era una loba o no, pues sospechaba que esa chica escondía mucha cosas.

Mientras, en Francia, alguien observaba una bola de cristal. En ella se reflejó la imagen de Akala.

-Te encontré, maldita loba- dijo alguien con rencor hacia la rubia -No saldrás viva de esta- dijo con una sonrisa antes de dejar de ver la imagen de la chica en la bola.

Al parecer, Akala tenía enemigos y ahora se les sumaba los lobos, quienes intentaban descubrir quién era realmente ella y que secretos escondía.

-Maaka- dijo Milo entrando en la habitación de su hermana.

La chica se encontraba tumbada en la cama con un montón de papeles y revistas esparcidos alrededor de ella. Se había quedado dormida después de su agotadora mañana evitando a los lobos, pero al entrar Milo, se despertó de inmediato.

La vida de Akala WinterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora