32. Dudas, sospechas, secretos...

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-No han venido- dijo Lena apenada sentada en la mesa de la manada.

-¿Será grave?- preguntó Kai preocupado por la mayor de los Winter.

-No sabemos qué fue lo que le ocurrió- dijo Thiago mirando a otra mesa donde estaban los italianos -Pero parece ser que ellos sí lo saben- dijo en un tono bajo molesto.

-¿No os resulta raro que cambiaran la decisión de marcharse tan de repente?- preguntó Kiara a los demás mientras comía -Hay algo sospechoso en todo ello.

-Estaran conspirando algo con la rubia- dijo Tala mirando desconfiada hacia la otra mesa.

-Todo lo que está relacionado con ella siempre es un misterio- dijo Enzo susurrando para sí mismo.

-Solo espero que se recupere y nos cuente lo que le pasó- habló de nuevo el rubio sabiendo que la chica no le diría nada cuando lo viera, pues siempre se guardaba las cosas para ella misma.

Mientras, en otro lugar, un chico de pelo negro se colaba en una habitación por la ventana. No era la primera vez que lo hacía, pero la bienvenida que recibió ese día casí le costaba la vida.

-¿Hoy no recibo un saludo?- dijo Akira cuando entró.

El chico vio a la rubia tumbada en la cama y se acercó a ella. Agitó su mano delante del rostro de la chica, pero ésta no reaccionó.

-Esperaré a que despiertes- dijo el chico sentándose en el suelo al lado de la cama.

Aburrido del tiempo que llevaba esperando, el chico comenzó a observar toda la habitación hasta que su mirada cayó en unas revistas que estaban debajo de la cama. Curioso, se estiró y las alcanzó para echarles un ojo. Justo cuando había visto ya algunas páginas, alguien entró por la puerta.

-Oh- soltó Aya sin emoción cuando lo vio al principio -Están bien, son bastantes interesantes- dijo mirando las revistas que tenía el chico -Pero déjalas luego en su sitio, Akala no sabe que las vi.

Era normal para la chica bruja sentir tambien curiosidad por lo que contenían esas revistas y más cuando las vio debajo de la cama, pues no era un sitio muy bueno para esconder algo, parecía más que estaban allí para ser encontradas.

-Bien- dijo el chico a Aya.

La chica se acercó a la cama y revisó el estado de Akala.

-¿Esta dormida?- preguntó el chico recogiendo todo y levantándose.

-Más bien, inconsciente- respondió la chica.

-¿Qué le pasó?- dijo frunciendo el ceño.

-Usaron magia en ella, por lo que la contrarreste con la mia- resumió Aya -Por eso está así.

-¿No hay nada que puedas hacer?- dijo el moreno mirándola.

-Estoy trabajando en ello, pero me faltan algunos ingredientes- le contestó la chica devolviéndole la mirada -No son fáciles de encontrar, ya que estan en plena naturaleza.

-Los buscaré yo- dijo Akira -Solo dame una lista y los traeré.

-Está bien- asintió Aya de acuerdo -¿Sabrás reconocerlos?

-Solo déjamelo a mi- dijo el chico confiado.

Después de obtener la lista con lo que faltaba, Akira se marchó.

-¿Qué hacía él aquí?- preguntó Milo apareciendo antes de que se fuera el otro chico.

-Va a buscar las cosas que me faltan- contestó Aya.

La vida de Akala WinterWhere stories live. Discover now