57. Cosas de cazadores

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-¿Alguien ha visto a Thiago?- preguntó Tala cuando vio a los chicos.

-Yo no- contestó Kai.

-Yo tampoco- dijo Lena -¿Por qué lo buscas?- le preguntó a la pelirroja.

-Me encontré con Ian hace un momento y me preguntó por él, dice que no lo ha visto desde ayer que salió de casa- explicó la loba.

-Preguntémosle a Enzo, seguro que el lo sabrá- dijo Kai -Después de todo él es el Alpha y Thiago su Beta.

Mientras en la casa de los cazadores, Thiago se encontraba inconsciente y atado a una silla. La habitación estaba vacía, pero se podía observar que era un despacho.

-Ey- dijo una voz femenina entrando y acercándose al chico para despertarlo.

Cuando este empezó a recobrar la conciencia, se removió un poco notando que estaba atado. Incómodo y nervioso se removió más en el sitio, pero no pudo soltarse.

-Suéltame- le ordenó a la chica frunciendo el ceño y mirando a su alrededor por si había algo que pudiera usar para liberarse.

-Lo siento pero no puedo hacer eso- le respondió la chica castaña alejándose de él -Y estás en un buen lio- le dijo un poco molesta y apoyándose en la mesa de despacho de su tío.

-¡Qué?- dijo Thiago sin comprender.

-En primer lugar, tuviste que irte cuando te lo dije la primera vez y dejar el asunto, pero no- comenzó la chica diciendo -Tenías que ser un entrometido- dijo señalándolo -Por lo que eso te llevó a esta situación.

-No me iré sin respuestas- insistió el rubio.

-En el mejor de los casos, te pueden dejar libre con un aviso- le contó la chica -En el peor, torturarte o matarte, pero no creo que lleguen a tal extremo.

En ese momento sonó un teléfono, haciendo que la chica sacará el aparato y mirará la pantalla frunciendo el ceño. La chica descolgó la llamada sin decir nada.

-Marian- escuchó al otro lado de la línea -Necesito pedirte un favor.

-¿Milo?- dijo un poco confusa la castaña y llamando la atención del rubio atado -No deberías llamarme, se supone que tienes que estar desaparecido.

-No te preocupes es una línea segura y el móvil desechable- contestó el chico -No pueden localizarme.

-Bien, dime qué necesitas- le dijo la castaña.

-¡Milo!- dijo Thiago alzando la voz.

La chica sujetó su teléfono entre el hombro y su oreja mientras le tapaba la boca al rubio. Escuchó atenta lo que le pedía su primo y cuando terminó, colgó.

-Bien, tengo cosas que hacer- le dijo la chica cazadora sonriendo.

Justo al despedirse para salir, entró la madre de la chica para interrogar al chico lobo.

-Todo tuyo ma- dijo la chica dándole un beso en la mejilla a la mujer para luego salir por la puerta.

-Bien- dijo la mujer seria -¿Qué querías de mi hija como para no dejarla ir?- le preguntó a Thiago destapándole la boca.

-Necesito que me dé información que ella tiene- respondió el rubio.

-¿Qué información?- volvió a preguntar la mujer.

-Es sobre Akala y Milo- dijo bajando la mirada.

-Lo siento, pero esa información es solo de los cazadores, no se le puede dar a un simple lobo como tú- dijo la mujer sonriéndole -Así que sabiendo eso, que te parece si te dejamos ir a cambio de que no vuelvas más por aquí y no investigues más sobre lo que sea que estés buscando sobre ellos- dijo proponiéndole el trato.

La vida de Akala Winterحيث تعيش القصص. اكتشف الآن