6. Él no es mi hermano

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-¿Te conozco de algo?- preguntó Akala al chico.

-Sí- dijo el chico -Eres tú, eres Akala- dijo el chico rubio oscuro con ilusión.

Milo y Lena solo contemplaban sin entender nada, al igual que Akala que tampoco entendía al chico.

-No recuerdo haberte visto nunca- le dijo la rubia.

-Eras pequeña, así que por eso no recuerdas nada- dijo el chico mostrando un poco de triteza -Tú eres mi hermana- soltó el tal Thiago -Tú también lo notaste cuando nos vimos, ¿verdad?- dijo el chico mirándola fijamente.

-No sé de que me hablas- dijo ella queriendo largarse de allí.

-No mientas- dijo él -El día que nos vimos en el pasillo, los dos lo sentimos, esa conexión entre nosostros.

-Creo que te has equivocado de persona- dijo Akala dando por terminada la conversación y levantándose -Milo, vámonos- le ordenó a su hermano.

-Te diré una cosa- le dijo Milo tranquilo -Hay muchas personas que podrían ser tu hermana y Maaka no lo es- dijo el chico segurísimo -Ella es mi hermana- dijo Milo resaltando las últimas palabras.

-Lo es, estoy segurísimo- dijo el chico serio -Todo coincide, su edad, nombre, nuestra conexión...- decía el chico -Solo le falta una cosa, aunque eso tú no lo puedes saber- dijo el chico retando a Milo con su mirada color miel.

-No soy de aquí- dijo Akala llamando la atención del chico.

Después de eso, los dos hermanos se fueron de allí dejando a los otros dos en la cafetería.

-¿A qué ha venido eso?- le preguntó Lena a Thiago.

-Es mi hermana- le dijo el chico -Mi hermana pequeña Akala- dijo más bajo.

-Pensé que estaba...- dijo la castaña siendo interrumpida.

-No- dijo cortante el chico -Está viva, es ella- dijo mirando por donde los dos chicos se fueron.

-Pero ella no es una loba y no es de aquí- dijo Lena intentando hacerle entrar en razón.

-Es ella, lo demostraré- dijo el chico decidido.

-Pero no ves que ella y Milo son hermanos, además de que han venido de Estados Unidos- dijo la chica volviéndolo a intentar -Tienes que estar equivocado.

-Tú no lo sabes, pero lo noté, la conexión entre nosotros- dijo el chico mirando a Lena -La he encontrado.

Akala y Milo llegaron a casa sin decir ni una palabra, una vez allí, se sentaron en el sofá dejando todo tirado por el suelo.

-¿Qué ha sido todo eso?- preguntó Milo sin entender nada.

-No lo sé- le dijo su hermana -No recuerdo mucho de cuando era pequeña, así que no sé si es verdad lo que dice.

-No me gusta- dijo Milo molesto -Ese chico no me gusta para nada.

-¿Qué pasaría si resulta que es verdad, que yo soy su hermana?- preguntó Akala preocupada -Sabes que él es un lobo y que pertenece a la manada, no podemos unirnos a ellos, nos matarían por ser cazadores.

-Y no lo haremos- dijo su hermano -Vamos a seguir viviendo como hasta ahora.

-Tengo que llamar a nuestra madre- dijo la chica buscando su teléfono.

-Bien- dijo Milo apartando la mirada de su hermana.

-Mamá- dijo Akala al teléfono cuando lo encontró y marcó -Tengo algunas preguntas que necesito hacerte- dijo la chica dirigiéndose a su habitación para encerrarse.

Milo se quedó solo en el salón, por lo que se levantó y salió de la casa. Su hermana tardaría en salir de su habitación, así que le daba tiempo a darse una vuelta por los alrededores. Al salir se transformó en lobo, uno de color gris claro.

-"Hacia tiempo que no salía"- le habló su lobo.

-"Lo siento, no es fácil cuando están ellos"- dijo refiriéndose a sus padres -"No me puedo escapar".

-"Pero ella es diferente"- dijo su lobo leyendo sus pensamiento -"Ella nos cuida y siempre está ahí, es la única que se preocupa por nosotros".

-"Sí"- contestó el chico -"No puedo dejar que alguien más se la lleve lejos de nosotros"- dijo recordando al chico rubio de la cafetería.

-"No tenemos a nadie más"- recordó su lobo.

El chico no contestó y siguió corriendo por el bosque. Su lobo tenía razón, no tenían a nadie más, solo a ella, por lo que no podía perderla.

-Maaka- dijo el chico corriendo más rápido.

Mientras tanto Akala hablaba en su habitación con su madre, intentaba preguntarle por su pasado, pero no sabía cómo sacarle el tema.

-Mamá- dijo Akala sin rodeos -Seré directa, yo... ¿he estado aquí antes?- preguntó con curiosidad.

-Sí- dijo su madre haciéndola temer lo peor -Estuvimos aquí hace años, pero no creo que te acuerdes muy bien porque eras bastante pequeña- le dijo su madre -¿Por qué preguntas eso?

-Nada, tenía curiosidad porque se me hacía familiar algunas cosas- mintió la chica.

-Está bien- dijo su madre.

-Bueno voy a comer algo, hablamos otro día- dijo Akala despidiéndose de su madre.

-Hasta luego, querida- dijo su madre para luego colgar.

Akala se dejó caer en su cama sin ganas de hacer nada. Su cabeza era ahora un lio, no sabía qué pensar exactamente de todo esto.

-"¿Piensas que tiene razón?"- habló su loba -"Qué ese chico sea tu hermano"- dijo haciéndola temer esa verdad.

-¿Qué debería hacer?- le preguntó a su loba -Si es así y descubre que de verdad somos hermanos, tendré que unirme a la manada y no quiero separarme de Milo. Si Milo viene conmigo y los dos entramos en la manada, los cazadores vendrán a por nosotros. Los lobos descubrirán que somos cazadores y nos matarán. Tampoco puedo dejar de ser una cazadora o sino matarán a todos los lobos de aquí para que vuelva a ellos.

-"Tenemos que ir con cuidado"- dijo su loba.

-Todo es tan complicado- dijo Akala fastidiada.

Después de un rato, Akala se había ido a ver la tele para olvidarse de todo o por lo menos desconectarse. Milo llegó a la casa un poco tarde y se encontró a su hermana viendo algo en la televisión, pero no le prestó mucha atención. El chico necesitaba ducharse despues del paseo que había dado, por lo que pasó rápido para dirigirse a su habitación.

-¿Qué opinas de la Ley de Murphy?- le preguntó su hermana de la nada.

El chico se detuvo para responderle.

-"Si crees que algo puede salir mal, saldrá mal"- recitó el chico de memoria.

-¿Entonces?- volvió a preguntar su hermana.

-¿Qué la gente pesimista tiene una vida de mierda?- dijo Milo sin cortarse un pelo.

-Puede ser- contestó su hermana -Pero no era eso lo que quería oir.

-¿Pasó algo?- preguntó su hermano preocupándose.

-Puede que algo salga mal- resumió Akala sin mirar a Milo -Y tenemos que estar preparados para cuando eso ocurra- dijo girando su cabeza para esta vez mirarle a los ojos.

Milo asintió cuando vio la mirada de su hermana, algo iba mal y debía de estar alerta.

La vida de Akala WinterNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ