La vida de Akala Winter

38. El chico de ojos azules (Parte 1)

Por la mañana, bien temprano, Akala salió a correr en su forma de lobo. La chica rubia llevaba tiempo sin ver al lobo albino.

-"A lo mejor se fue"- le dijo su loba en su cabeza.

-"No estoy segura de eso"- le contestó la chica -"Él no se rendiría tan fácil"- dijo mirando a su alrededor.

La loba continuó corriendo hasta llegar a algún lugar donde poder descansar un rato. Al mismo tiempo, en Alemania, el sonido de un teléfono comunicando se escuchaba en una sala, pero nadie respondía al otro lado.

-No consigo ponerme en contacto con ella- dijo una castaña de pie en medio de la sala impaciente.

-Tendrá el móvil apagado o estará lejos de él- le contestó un chico que la acompañaba -O a lo mejor está durmiendo.

-A estas horas no creo que esté durmiendo- dijo la chica mirando el reloj -Casi siempre se levanta temprano.

-Pues entonces es una de las dos opciones anteriores- dijo el chico descartando la de dormir.

-No me dará tiempo a decirle- dijo la chica preocupada para si misma -Él llegará antes de que pueda hacerlo- volvió a decir mirando el aparato electrónico que tenía en la mano con esperanzas de que sonara de vuelta.

-Hoy seguiremos preparando el gimnasio para el evento- dijo Milo sin alegría mientras desayunaba -No quiero tener que escuchar a la rubia mandona de tu clase- le dijo a su hermana.

Akala había vuelto de su salida y ahora desayunaban para después ir al instituto.

-Le caemos mal- dijo Aya como si esa fuera la razón de su actitud hacia ellos.

-Los demás piensan igual que tú- dijo la rubia a su hermano -Al parecer, Kiara es una controladora cuando se trata de organizar el baile.

-Quiere que todo sea perfecto- añadió Milo a lo que había dicho su hermana.

-Y puede que le caigais mal porque estais conmigo- dijo también la chica loba -No me aguanta desde que me tocó ser líder en el evento.

-Supervisanos tú hoy, si puedes- pidió el chico a la rubia.

-Lo intentaré- le contestó ella.

Ya en el instituto, la chica cazadora se pegó a su hermano y ayudó a su clase. Kiara, en su lugar, no se quejó y se fue con los chicos a preparar otras cosas.

-Bien, me tengo que ir a ver a los demás- dijo Akala a Milo -No puedo estar con vosotros todo el tiempo.

-Está bien, ya tenemos casi todo listo- dijo su hermano echando un vistazo a los demás.

-Nos vemos luego- dijo la chica saliendo de allí.

Justo en ese momento, en el aeropuerto, alguien había bajado de un avión. Un chico moreno que vestía todo de negro.

-Necesito un coche- dijo el chico moreno para si mismo y caminando hacia la salida -Tengo que ir a buscarla- dijo pensando en una chica rubia a la que quería ver y tenía que decirle algo.

La entrada del instituto también estaba siendo decorada por algunos alumnos. Kai estaba allí ayudando con las luces que pondrían.

-Es grande- dijo una voz de un chico quien observaba el edificio.

El pelirrojo se giró a mirar quien había dicho eso, el extraño llevaba una sudadera que le tapaba la cabeza.

-"No parece que sea de aquí"- dijo el lobo del pelirrojo al verlo.

-"Debería irse, si solo se va a quedar mirando"- le dijo el chico a su lobo.

-"Solo molesta"- dijo el lobo para después callarse.