La vida de Akala Winter

14. Una decisión precipitada

Los chicos se encontraban en la casa. Aya dormía en la habitación de Akala, pues no había habitación libre para ella.

-Estoy cansada, pero no tengo sueño- dijo la chica de pelo azul aburrida.

-Yo tampoco puedo dormir, después de la noticia de hoy- dijo Akala -Y Milo seguramente también está despierto, estará preocupado por Lena.

-No hay de que preocuparse, una vez le den el antídoto a esa chica.

-Espero que se lo den- dijo la rubia mirando al techo.

-Estoy segura de que lo harán- dijo Aya -Por cierto, Dave quería venir- soltó de repente.

-Ya veo- fue lo único que dijo la loba.

-Al principio no quería presentarse voluntario- siguió contando la chica de pelo azul -Pero cuando escuchó tu nombre, no tardó ni un segundo en hacerlo, aunque ahí fue cuando intervine para presentarme yo en su lugar- dijo Aya girando la cabeza para mirar a Akala y sonreir.

-Veo que convenciste a mis padres- dijo la rubia mirándola.

-Les dije a los chicos que pasé por allí y escuché la conversación por error y luego convencí a Damon que sería mejor que fuera yo en lugar de Dave- contó la chica -Además, sabía que Sheila estaría de acuerdo si le explicaba mis razones.

-Eres demasiado lista- dijo Akala mirando de nuevo el techo.

-Bruja 1- dijo la chica orgullosa -Cazador 0.

-No deberías molestarlo tanto, ya sabes como es él- dijo la loba refiriéndose al chico.

-No me cae bien- dijo la bruja haciendo un puchero.

-Eres la segunda que dice eso desde que me mudé aquí.

-No sé cómo es que te agrada, será porque es amable solo contigo- dijo la chica.

Akala no dijo nada y ahí terminó la charla. Las dos chica se durmieron dando la conversación por terminada. Mientras, en la manada, Thiago se encontraba delante de la puerta que daba a la habitación donde Lena yacía inconsciente.

-Solo tengo esto- dijo el lobo mirando el frasco con el líquido incoloro -Espero que funcione.

El chico, aún con dudas entró. No sabía quién era la chica de pelo azul y tampoco sabía si confiar en ella, pero se le acaba el tiempo o eso es lo que él pensaba. Cuando estuvo delante de la chica, probó primero el líquido por si era venenoso y viendo que no ocurría nada se lo dio a la castaña.

-Lena, por favor despierta- dijo el rubio dándole el frasco de beber.

Al igual que con él, no ocurrió nada, por lo que lanzó el frasco de cristal contra la pared rompiéndolo en mil pedazos.

-No ha funcionado- dijo el chico entre dientes y molesto.

Al día siguiente, bastante temprano, los chicos de la manada se encontraban en la habitación sorprendidos, el último en llegar fue Thiago. Éste fue avisado tarde debido a que no se levantaba y cuando se enteró de la noticia, se apresuró lo más rápido que pudo para llegar.

-Hola chicos- dijo Lena sentada en la cama.

Nadie se atrevía a decir nada, pues se creían que estaban soñando.

-¡Lena!- gritó el rubio nada más llegar, entrando y dirigiéndose a ella para abrazarla.

-¡Despertaste!- dijo Kai reaccionando después de la llegada de Thiago.

-¿Estás bien?- preguntó Enzo acercándose.

-Sí- dijo la castaña intentando separar a Thiago de ella.