12. Bruja vs bruja

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Ese mismo día Akala habló con su madre por teléfono. Le contó sobre la rosa y como ésta se consumió por sí sola. La mujer llegó a la misma conclusión que la chica, una bruja. Aunque no entendía cómo esa bruja se había ocultado de los cazadores hasta ahora, pues todas las brujas habían sido buscadas y encontradas, poniéndolas después bajo vigilancia y supervisión.

-No te preocupes, hablaré con tu padre y mandaremos a alguien- le había dicho su madre.

Ella se negó, diciéndole que investigaría ella sola, que podía hacerlo, pero la mujer no le hizo caso.

-Akala, querida, si estuviéramos tu padre y yo, lo hariamos nosotros, pero no estamos y tenemos trabajo que hacer, por lo que mandaremos a alguien para que te ayude- le dijo su madre seria -No lo harás sola.

La rubia no rechistó más, se calló dándose por vencida.

-Bien- fue lo último que le dijo a su madre antes de colgar.

Akala miraba algún punto perdido sin prestar atención a la clase. La rubia estaba absorta en sus pensamientos hasta que salió de ellos. Miró hacia donde se suponía estaban sentadas las dos lobas de su clase, pero no había nadie allí, las dos chicas no habían venido a clase.

-"Puede que algo haya pasado"- dijo su loba apareciendo.

-"¿Eso es algo bueno o malo?"- preguntó la chica preocupada.

-"No lo sé"- contestó su loba dejando de hablar.

Cuando Akala salió de clases, fue a buscar a Milo. Era la hora del descanso, por lo que irían a comer algo.

-Hoy no ha venido Lena- dijo Milo al encontrarse con su hermana -Y Kai tampoco.

-La rubia y la pelirroja también han faltado hoy- le dijo ella -Y no me he cruzado con Enzo ni Thiago, ni siquiera los he vistos, me da que también faltaron.

-¿Crees que algo les pasó o que algo haya sucedido en la manada?- preguntó Milo serio y preocupado.

-No sabría responderte- le dijo ella igual de seria y preocupada.

Mientras en la manada, Lena yacía inconsciente en la cama. Nadie se explicaba qué le había sucedido.

-¿Seguro que está bien?- preguntó Thiago a un hombre que llevaba una bata blanca.

-La he revisado varias veces y no he visto nada fuera de lo común- le contestó el hombre -Todo parece normal y está estable, no sé qué es lo que le pasa exactamente- dijo el hombre confuso.

-Thiago cálmate- le ordenó Enzo al verlo tan nervioso.

-Es fácil decirlo, pero la has visto- dijo el chico alzando un poco la voz -Algo le pasa y ni siquiera saben qué es, ¿es que acaso no te preocupa?

-Sí lo hace y por eso es mejor mantener la calma- dijo el moreno.

-¿Se sabe algo ya?- preguntó Kai llegando de prisa hasta donde estaban los dos chicos y detrás de él, por el mismo pasillo, venían su hermana y Kiara.

-Como me entere de quien haya sido la persona que le hizo esto, la torturaré lenta y dolorosamente- dijo la pelirroja al llegar a ellos.

-Eso no será nada, si la encuentro yo primero- dijo Thiago furioso.

En Alemania, la madre de Akala habló con su marido sobre el asunto de la rosa y la bruja. Decidieron mandar a alguien lo antes posible para investigar junto con Akala a esa bruja desconocida, pues no querían que fuera ella sola por si era peligroso.

-Necesito a uno de vosotros- dijo el padre de Akala -Hay que investigar a una bruja que ha aparecido recientemente.

-¿No que los cazadores tenemos a todas las brujas bajo control?- preguntó un chico joven castaño con ojos verdes.

-¿Tú eres idiota o qué?- dijo una chica idéntica al chico castaño -Ha dicho que una bruja ha aparecido, por lo que no se conocía la existencia de ésta- le dijo la chica golpeándolo en la cabeza.

-Como ha dicho Marian- dijo el hombre moreno nombrando a la castaña -Esa bruja ha aparecido hace poco y por eso no sabíamos de ella hasta ahora, al parecer estaba escondida.

-¿Y por qué ha aparecido ahora?- preguntó el castaño confuso -¿Acaso quieres ser encontrada o qué?

-¡Qué estúpido e idiota puedes ser!- dijo la chica sin paciencia ya -¿Cómo podemos ser hermanos? No me lo explico.

-Es por eso que hay que ir a investigar- habló de nuevo el padre de Akala -Necesitamos que vaya uno de vosotros para que ayude a Akala.

-Iré yo- dijo un chico moreno de ojos azules reaccionando al escuchar el nombre de la rubia.

-Está bien, irá Da...-dijo el hombre, pero fue interrumpido en ese momento.

-Quiero ir yo- dijo la voz de una chica.

-Aya- dijo el chico de ojos azules frunciendo el ceño -¿Qué haces aquí?- dijo con tono enfadado buscando a la dueña de la voz con la mirada.

-Pasaba por aquí cerca y os escuché- dijo la chica apareciendo.

La chica llamada Aya era más pequeña que los otros chicos que se encontraban allí, de unos quince años más o menos, justo la edad de Milo. Ésta resaltaba por su peculiar color de pelo, pues ese tono que tenía no era natural.

-Aya, no creo que sea buena idea que vayas tú- le dijo el hombre serio.

-Preguntémosle a Sheila- dijo nombrando a la esposa del hombre y madre de Akala -A ella no le importará y a ti tampoco te importara- le dijo sonriendo.

-¿Qué tienes pensado?- preguntó el hombre interesado en lo que escondía la chica en su pequeña cabeza.

La chica echó una mirada al chico de ojos azules que la fulminaba y volvió a sonreir.

-Es obvio que soy una bruja, así que puedo ser útil contra otra bruja- dijo la chica todavía sonriendo -Si ella utiliza su magia o lanza alguna maldición, yo podría contrarrestarla fácilmente con la mía.

-En eso tienes razón- dijo el hombre de acuerdo.

-Creo que se te colaron- dijo el chico castaño al moreno que estaba cabreado con la chica bruja.

-Entonces está decidido- dijo Aya -Iré yo, así que será mejor que hables con Sheila, seguro que se sentirá más aliviada ahora- dijo la chica para darse la vuelta después -Voy a ir a preparar mis cosas, cuanto antes esté lista, antes me iré- dijo sonriendo y largándose de ahí sin mirar atrás.

-Creo que no verás esta vez a Akala, pero no te preocupes, ya tendrás otra oportunidad- dijo el castaño apoyando una mano en el hombro del chico de ojos azules y viendo como el hombre moreno se iba para informar a su mujer.

-Mason- llamó la chica a su hermano -Deja de echar leña al fuego o acabarás quemándote- le advirtió.

El chico moreno de ojos azules no dijo nada y de un movimiento brusco apartó la mano del castaño y se fue de ahí enfadado.

-Al final, Aya será quien irá- dijo el castaño pensativo -Una pelea entre brujas- dijo en voz baja para él mismo emocionado -Suena interesante.

La madre de Akala no tardó en llamar a su hija por telefono para informar a la chica de que ya habían elegido a alguien para que la ayudara y que tardaría unos días en llegar allí.

-Está bien, gracias- dijo la rubia a su madre.

La mujer no le dijo nada más, ni quién era a quien enviarían, ni si le parecía bien o mal, pues eso no importaba, la opinión nunca se tomaba en cuenta para estas cosas. Así era como trabajaban, sin sentimientos o emociones de por medio y aunque esto no fuera una misión, se haría de esa forma, pues era una investigación importante.

La vida de Akala WinterWhere stories live. Discover now