40

1.8K 252 188
                                    

YangYang

—¿Se puede saber qué te tiene así? —cuestioné aburrido de verlo apuntando como loco y revisando una hoja de papel cada dos segundos.

RenJun me ignoró por completo y siguió en lo suyo, mordiendo su dedo pulgar mientras escribía con su mano libre. Suspiré cansado y me eché en su cama, estirando las piernas y los brazos quedando como una estrella. Yo había venido a su habitación para pasar un buen rato con él y para asegurarme que esté bien. Lo había visto algo nervioso y preocupado durante el receso, pero era un sentimiento a un nivel mucho más elevado. No pude evitar querer acompañarlo para distraerlo de lo que sea que rondaba por su cabecita. RenJun era de esas personas que pensaban tener todo bajo control pero en realidad no era así. Y peor aún, no se daba cuenta de lo mal que estaba hasta después de haber tocado fondo. Era por eso que estaba aquí, para evitar que eso pase.

Claro que parecía ser una misión imposible, él ni siquiera me había dirigido una sola mirada desde que llegamos.

Tapé mi cara con su almohada e inhalé el aroma de su colonia. Olía a té verde con algo más, un olor un tanto extraño pero muy relajante. Después de todo este tiempo juntos, su fragancia se sentía como casa. No solo eso, todo él en realidad.

Había estado actuando diferente conmigo últimamente. Ya no era tan fresco como antes, ahora parecía alejarse de mí como si tuviera un virus o me trataba con más seriedad. Eso no me gustaba. Yo quería al RenJun divertido de siempre, ese que me golpeaba el hombro después de cada broma pero que también cuidaba de mí. Ahora parecía que la unión que teníamos hubiese desaparecido de la nada. O tal vez nunca había existido en primer lugar y era yo el único que la sentía. El solo pensamiento me hizo sentir deprimido. Todo había cambiado tanto desde hace varios meses, no me gustaba.

Kun y Tao habían estado muy raros, mirándose con complicidad y haciendo pésimas bromas para ocultar lo que sea que se llevaban entre manos. Claro que todos lo habíamos notado, solo que unos reaccionaban más que otros. Yo, por mi parte, no paraba de molestarlos insistiéndoles en que suelten lo que sea que escondían. Ten se me había unido, aunque iba más a tocarle los nervios a Kun. RenJun los ignoraba y solo seguía comiendo o conversando, a veces dándoles una que otra mirada cuando eran muy obvios. Por otro lado, XiaoJun era el que más perdido parecía. Ni siquiera comía mucho, solo daba dos bocados y respondía a mis preguntas con un movimiento de cabeza. Hendery no se había despegado de su lado, y por más raro que eso me haya parecido, agradecía que XiaoJun tenga alguien en quien apoyarse durante lo que sea que esté pasando. Pero Dery sí que estaba pendiente del secretismo entre Kun y Tao, pues algunas veces cruzábamos miradas y nos preguntábamos entre nosotros si sabíamos algo. Ya casi había perdido la esperanza de recibir una respuesta afirmativa de su parte, pero por alguna razón seguía volteando hacia él cada que hablaban más alto de lo debido.

Todo esto me traía un mal presentimiento. Mi estómago se sentía pesado al igual que mi corazón, como si estuviese siendo apretado entre dos grandes manos. Como brujo, lo primero que aprendemos era a no ignorar nuestros presentimientos, así que me mantuve alerta incluso si nada peligroso parecía estar pasando. Yo tenía en mente la frase que mi abuela siempre repetía: "Todo sale a la luz". Tal vez ahora no tenga ni la menor idea de lo que esté sucediendo, pero tarde o temprano lo sabría. Quién sabe, ese temprano podría ser incluso en unas horas o minutos.

Me incorporé asustado viendo a RenJun con preocupación, pues había escuchado un sonido de sorpresa, solo para rodar los ojos y bufar al ver que seguía metido en sus papeles. Iba a acostarme de nuevo cuando lo escuché llamarme. Me levanté con pereza y me acerqué a él, apoyando un brazo en la mesa y viendo por encima suyo lo que había escrito. Aguanté una sonrisa cuando no lo sentí alejarse, el sentimiento de confort invadiéndome.

Tenebris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora