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Johnny

—¿Acaso nadie puede calmarlo? —preguntó un vampiro con exasperación.

—¡Cierra la boca, Nakamoto! —contestó Wen, la madre de XiaoJun.

—Nadie le habla así a mi hijo. —defendió YooNa.

—Mantengan la calma, lo único que logran al alterarse así es irritar más a XiaoJun.

Los mayores se encontraban más cerca de DeJun, hablándole con voz suave para tratar de tranquilizarlo, pero nada parecía funcionar. El chico gritaba tan fuerte que las venas de su cuello y frente se marcaban, una gota de sangre caía de su nariz y las lágrimas no dejaban de resbalar por sus mejillas. Había un viento fuerte en todo el salón, tan frío que te hacía doler los huesos. El suelo estaba totalmente congelado y picos de hielo se formaban alrededor suyo e incluso en el techo. La situación empeoraba cada segundo y todos estábamos conscientes de ello. Felizmente los menores estaban a salvo en el jardín.

Sentí una mano helada en mi brazo. No tuve que voltear para saber quién era, su aroma me lo decía.

Moon TaeIl me miraba con temor y preocupación. Tenía el ceño ligeramente fruncido y los ojos agrandados, la expresión que siempre ponía cuando algo lo inquietaba.

Liberé más mi aroma para transmitirle calma, mientras que con mi mano derecha tomaba una de las suyas y con la otra acariciaba su mejilla. Cerró los ojos y se inclinó sutilmente a mi toque. Dos segundos después ya tenía esa mirada de determinación que estaba acostumbrado a ver y se había posado delante mío para hablar en alto. En ningún momento soltó mi mano, lo cual generó un calor en mi corazón.

—Hay demasiada gente acá, este sitio ya no es seguro y muchos podríamos salir lastimados. Solo unos pocos deben quedarse. —habló fuerte y claro, llamando la atención de todos.

—Estoy de acuerdo. —dijo TaeYong.

—Yo me quedaré, soy su madre. TaeMin y SiWon también pueden si es lo que prefieren. Hendery, apreciaría el que te quedes, XiaoJun parece controlarse mejor si estás con él. Los demás retírense.

—Yo también quisiera quedarme. —habló un brujo peligris.

—Kun, cariño, sé cuanto quieres a mi Jun, pero también sé que él nunca se perdonaría el lastimarte. Lo más seguro es que regreses a casa con tus padres.

—Pero... —intentó insistir.

—No acepto ningún pero. Será mejor que todos se vayan yendo.

Wen DeJun volvió a ver a su hijo y se acercó aun más. Daba pasos pequeños y lentos, con ambas manos extendidas hacia adelante. Era una mujer extraña, pero nadie podía negar que era una buena madre.

Los Nakamoto se fueron retirando. La mujer simplemente se marchó sin mirar atrás mientras que Yuta levantó una mano y sonrió como disculpa hacia los Lee. Los Kim parecían discutir en voz baja, supongo que DoYoung quería quedarse pero los mayores estaban decididos a irse. Al final el pelinegro ganó y ChangMin y TaeYeon se fueron solos. Kun y sus padres también se retiraron, aunque con algo más de resistencia y pena.

Miré a TaeIl. Yo no tenía intenciones de irme, SiCheng, JaeMin y DongHyuck seguían en alguna parte del jardín y debía encontrarlos. No tuvo que decir nada para saber que pensaba lo mismo que yo. Somos inútiles aquí, aprovecharemos en buscarlos para ir todos sanos y salvos a casa.

—¡YoungHo ven aquí!

La voz de SiWon resonó fuerte por todo el lugar. Podría no ser la de mando, mas aun así se escuchaba fuerte y demandante.

Tenebris Where stories live. Discover now