Relaciones

34 8 7
                                    

—Mierda—habló Todomatsu, sentado en una silla mientras cubría su frente con su mano izquierda—. Mi cabeza me está matando. Ah...

Ichimatsu lo miró un momento y le ofreció una pastilla junto con un vaso de agua a su hermano menor.

—Toma, es bueno para la resaca.—dijo dejándolo en frente suyo y sentándose en la silla a su lado.

—Gracias.—agradeció llevándose la pastilla a su boca y tomándola con ayuda del agua.

—Y bueno—comenzó Ichimatsu, con una sonrisa torcida—, ahora es el momento en el que nos explicas donde estuviste anoche.

—Estaba en casa de Jimmy—respondió mirando a su hermano—, estábamos viendo una película y salimos a tomar. Nada fuera de lo normal.

Todomatsu—Ichimatsu, enojado, miró a su hermano clavando sus ojos negros en él—. No estás tratando de mentirme ¿verdad? No serías tan patético como para intentar engañarme ¿cierto?—preguntó con su profunda y penetrante mirada.

Todomatsu tragó seco y desvió su mirada de los ojos de Ichimatsu.

—¿Por qué debería mentirte?—respondió comenzando a ponerse nervioso.

"Maldición, de nuevo está mirándome asi" Maldijo en su mente, sintiendo el sudor frío recorrer su espalda.

—Heeeh... ¿Encerio?—el mayor relajo los músculos de su rostro, volviendo a su tono indiferente de voz—. Entonces no te importará que le pregunte yo mismo.

—¿Eh?—Todomatsu observó como su hermano sacaba su celular y comenzaba a marcar—. ¡¿Intercambiaron números?! ¡¿Cuándo?!

—Cuando se trata de averiguar algo de ti siempre puedo contar con Junichi-kun—respondió sonriendo de manera sombría—. Es muy amable de su parte ¿no crees?

Todomatsu mordio su labio con fuerza escuchando el sonido del teléfono ser tomado.

—¿Hola...?—respondió Jimmy a través del celular.

Al instante arrebató el dispositivo de la mano de su hermano y terminó la llamada sin darle la oportunidad de hablar.

—No vuelvas a marcar su número Ichimatsu-niisan.—amenazó devolviendo el celular.

—Dime la verdad—habló de nuevo frunciendo el ceño—. Para encontrarte con Karamatsu no debiste estar cerca ¿verdad? Seria una gran coincidencia encontrar a tu hermano perdido por los bares que frecuentas ¿no?

Todomatsu chasqueo su lengua, a veces deseaba que Ichimatsu fuera igual de ingenuo de Jyushimatsu.

—Bien—accedió por fin—. Estaba en un club nocturno.

—¿Qué?—confundido, Ichimatsu alzó una ceja—¿Por qué estarías ahí?

—¿Qué más podría hacer ahí? Estaba buscando sexo, por supuesto.

Ichimatsu casi muerde su lengua, mirando con una mezcla de confusión y sorpresa a Todomatsu.

—¿Estas engañando a Junichi-kun?—preguntó cruzando sus brazos.

—Jimm... Ishikawa y yo ya no estamos saliendo.—respondió cruzando igualmente sus brazos y piernas.

Un suspiro se escapó de los labios del hermano mayor, quedándose en silencio por un largo minuto antes de observar como Todomatsu se levantaba se su asiento.

—¿Por qué no nos lo dijiste?—preguntó.

—¿Debo reportar cada cosa que pasa en mi vida?—respondió molesto—. Ya no somos niños Ichimatsu-niisan.

—Son cosas que se dicen los hermanos.—dijo herido por la frialdad de Todomatsu.

Él suspiró irritado, mirando cansino a Ichimatsu.

—Ah, ¿sí? No lo sabía.—habló rodeando la cocina para entrar en una habitación.

Ichimatsu bajó su mirada y mordió su labio interior con fuerza. Sintiendo lágrimas acumularse en sus ojos no necesariamente provocadas por la sangre que comenzaba a recorrer su boca.

[ . . . ]

Con frecuencia, el mayor de los trillizos Matsuno recordaba el pasado. Miraba a sus hermanos y recordaba el dolor que su debilidad les provocó. El mismo se castigaba por sus propios errores, reproduciendo las memorias que lo atormentaban cada vez que cerraba los ojos para descansar, siempre en bucle.

Porque a pesar de que le repetían una y otra vez que había sido perdonado, necesitaba ganarse el perdón de si mismo.

Pero se negaba a hacerlo.

Se sentía como la misma basura cuando lo intentaba. ¿Por qué perdonaron a alguien como yo? Siempre era la misma pregunta, pero nunca buscaba la respuesta.

Un suspiró se escapó de los labios de Ichimatsu, mientras caminaba por la calle con una bolsa de plástico lleno de víveres en mano.
Gritos y lágrimas ajenas vinieron a su mente espontáneamente, causando una molestia en su pecho.

—Mierda, ¿por qué tenía que recordar eso ahora?—susurró mirando el suelo, como de costumbre.

—¡Todomatsu!—llamó un hombre, sujetando el brazo del Matsuno con fuerza—¿Eh?

—Hola...—saludó sorprendido.

—Oh... Lo siento Ichimatsu-san.—se disculpó haciendo una ligera reverencia y soltando su agarre.

—Esta bien. Perdona decepcionarte—bromeó provocando una risa del contrario—. Oye, dime algo.

—¿Qué es?—preguntó Junichi apenado.

—¿Por qué terminaste con Todomatsu?

—Ah... —Jimmy, bajo su mirada y su expresión de volvió triste.

—Se que es entrometido pero...

—No ¡Esta bien! Es normal que quieras saber de las relaciones de tu hermano.

Ichimatsu espero un momento, observando cómo él buscaba las palabras para responder a su pregunta.

—Nosotros...—finalmente habló—. Tuvimos una pelea, lo hice enojar y... En cuanto le quite la vista de encima, escapó.

—¿La pelea fue tan fuerte?

—Si... Lo siento, no puedo darte detalles por ahora.—dijo rascando su nuca, afligido.

—Oh, esta bien. No debería involucrarme demasiado.—contesto observando el rostro desconsolado de Junichi.

Del su bolsillo, sonó su teléfono, Ichimatsu lo sacó y levantó la mirada, recibiendo una seña de parte de Jimmy para que no se preocupara por él.
Luego, se dio la vuelta y contesto.

—Ichimatsu-niisan ¿estás en casa?—preguntó Jyushimatsu a través del celular.

No. Salí a comprar algunas cosas... ¿por qué?

¡Olvide las llaves!—exclamó asustado.

Ichimatsu suspiró.

¿Ya llegaste?

Si.

Espérame ahí.—dijo terminando la llamada.

Él volvió con el menor, guardando su dispositivo de vuelta en su bolsillo.

—Me voy ahora—habló dando algunos pasos de iniciativa—, ven a buscar a Todomatsu dentro de un par de días, dale algo de espacio para que se calme.

—Ah. Si, gracias por el consejo—agradeció haciendo un gesto de despedida con su mano—. Nos vemos luego Ichimatsu-san.

Él asintió y se dirigió a su hogar, caminando por algunas calles observando el cielo oscurecer y el ambiente enfriarse. Dándole la bienvenida al invierno.

Continuará....

Hitsuyō - Osomatsu-sanWhere stories live. Discover now