Verdad

9 4 1
                                    

Cabello negro, ojos oscuros y una cicatriz que atravesaba su ojo y labio derecho. Era la descripción que le daban los pocos testigos que habían sobrevivido a un enfrentamiento contra Sett. Bushida bufó cuando él le hizo una pregunta. Estaba más furiosa que asustada y Sett lo sabía.

—No tengo nada de lo que hablar contigo —Sett volvió a sonreír.

—Lo tienes —de repente, Bushida sintió la helada boquilla del arma rozar contra su rostro—. Verás, al jefe no le gustó que sedujeras a sus hermanitos.

Su rostro palideció. Tarde o temprano alguien se iba a enterar de su relación con Ichimatsu. El cuerpo de bushida se congeló, lo que le causó otra risa a Sett.

—Si me vas a matar hazlo de una vez —escupió con una mirada de desprecio.

—No te voy a hacer ese favor —Sett negó con su cabeza, trazó la figura de su mejilla con el arma mientras observaba sus reacciones—. Haz sido un dolor de cabeza por un largo tiempo, no puedo evitar preguntarme por qué.

Bushida soltó una risa sarcástica.

—Tengo razones de sobra para llevar a la justicia a criminales como ustedes.

—Si tuvieras un sentido de la justicia tan grande no te hubieras presentado frente a Atsushi en primer lugar.

—¿Ahora lees mentes? No seas ridículo.

Sett arqueó una ceja. No quería soltar la lengua, así que quizás necesitaba un incentivo.

—Hice un poco de investigación acerca de ti —su rostro se mantuvo rígido y frío—. Bushida Inoue, una reconocida detective en el pasado que ahora no es ni la más mínima sombra de lo que fue. Siento curiosidad de la razón de este declive.

Inoue lo miró fijamente con la misma expresión.

—¿Será la obsesión que tienes con el Fukunakami? ¿O de alguien en específico? —Sett sonrió ligeramente cuando logró obtener una reacción de Bushida—. ¿Tendrá que ver con la muerte de cierta persona?

—Deja tus juegos a un lado —Bushida quiso forcejear pero el arma volvió a estar muy cerca de su rostro.

—Relájate, solo quiero saber acerca de tu trágica historia —Bushida sintió un ligero tono de sarcasmo en su voz—. Tiene que ver con un incidente de hace trece años, es lo único que sé. Por eso quiero que me expliques.

Bushida lo miró furiosa, no podía esperar a golpear su estúpida cara sonriente.

[ . . . ]

—¿Choromatsu?

Osomatsu se acercó detrás de Todomatsu cuando se deshizo de quien lo golpeó, pero el rostro pálido de su hermano no le daba buenas noticias. El mundo dejó de girar cuando escuchó un sollozo y la voz desesperada de Todomatsu, él sacudía Choromatsu intentando hacerlo despertar sin respuesta.

Sus ojos se desviaron del cuerpo inerte de su hermano a Atsushi, quién huía de la escena.

Una rabia ardiente se instaló en su pecho que lo hizo correr en su dirección. Sus piernas dolieron ante el repentino esfuerzo, aún no estaba listo para ese tipo de ejercicio. Pero no le importó, incluso cuando tropezó y cayó al suelo no se detuvo.

Atsushi huyó por el callejón pero a medio camino sintió un mareo que lo obligó a detenerse. Maldijo a Osomatsu cuando él le llegó por detrás y lo derribó, comenzó a golpear su rostro de forma bestial. Atsushi estuvo aturdido por un segundo hasta que logró sacar una navaja de su cinturón, no dudó en clavarla en la pierna de Osomatsu. Él gritó y Atsushi aprovechó para devolverle el golpe, el cuerpo de Osomatsu cayó a un lado y Atsushi se levantó apoyándose en una pared.

Hitsuyō - Osomatsu-sanWhere stories live. Discover now