Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETA

Capítulo ocho

22 de enero, 2013

Vanya

No hay nada más fugaz que la felicidad, siempre llega una adversidad a romper todo tipo de estabilidad que creías tener. Yo rompí el corazón de Freyr, tal vez merezco todo lo que me dijo, tal vez tiene razón y soy una niña rota que busca atención, tal vez nunca logre ser feliz; tal vez merezca el dolor que siento ya que rompí su corazón y también robé la juventud de Jackson, él debía vivir la vida sin tener que cuidarme cada día.

Me sumerjo en mi miseria, es de madrugada aún falta mucho para la hora de entrada en mi instituto. He dormido poco porque he estado llorando casi toda la noche. Newt me trajo ayer a casa luego de mi escena en los baños, no hablamos en el camino, solo le agradecí y bajé del auto. Lloré por segunda vez frente a él y siento mucha vergüenza, odio verme débil.

La puerta de mi habitación se abre con violencia, cuando la luz. Mi madre me mira furiosa, está vestida con ropa de trabajo, una camisa blanca con su falda rosa pastel le hacen lucir su espectacular cuerpo además sus altos tacones de punta donde luce más alta.

─¿Qué mierda es eso?

Me tira en la cara unos papeles, los tomo e intento leer los papeles para ver de qué se tratan. Entre más leo me sorprendo más. Es el testamento de Jackson.

─¿Por qué te dejó todo a ti? ─brama.

A veces siento odio por mi madre, ella siempre intenta sabotearme, siempre minimiza mis sueños, no quiere que sea porrista. Hoy conocí a la familia de Freyr hoy, me agradan y creo que yo a ellos también, es raro para mi convivir con una familia funcional.

Entro al departamento que aparentemente está vacío, agradezco la ausencia de mi madre porque no quiero otra pelea. Me dirijo a mi cuatro, pero cuando paso por el de Jackson lo veo acostado mirando el techo y decido acostarme a su lado.

─¿Qué haces? ─pregunto.

─Tratar de conquistar el mundo.

─Gracioso.

─Pequeña genio es obvio que miro el techo.

─Hice mal mi pregunta, entonces, ¿En qué piensas?

Despega su mirada del techo y sus ojos se posan en mí, están enrojecidos e inmediatamente entiendo su conducta, está drogado.

─Sigues consumiendo, prometiste dejar de hacerlo.

─Necesito dejar de pensar por un rato, Vanya ─me mira vulnerable.

─Esa no es la forma de hacerlo.

─Lo dejaré, pero hoy lo necesito.

Jackson intenta siempre mostrarme su faceta buena, solo que hay días como hoy que se ve como un niño vulnerable y me duele ver cuán roto está. Tráiganme a mi hermano aquel que jugaba conmigo y mis barbies que por alguna extraña razón las muñecas terminaban siendo parte de una organización secreta de espías rusos, eran muy graciosas las historias que creábamos, excepto esa vez que Barbie murió decapitada.

─Siempre dices lo mismo.

─No te enojes y respondiendo a tu pregunta ─mira al techo otra vez ─. Pienso en todo.

─Te sorprendí en pleno viaje astral entonces.

─Algo así.

─¿Entonces específicamente que piensas?

─Bueno... tengo la extraña sensación de que moriré joven.

─Estás drogado.

─Incluso sin drogas pienso lo mismo ─suspira ─. Veo a todos haciendo planes a futuro mientras yo no veo un futuro lejano para mí.