Capítulo treinta y tres

99 11 9
                                    

Vanya.

30 de abril, 2013.

Es el cumpleaños de Newt. He pasado toda la tarde con él en las calles de Toronto, mientras su madre organiza una pequeña reunión para celebrar, es como un picnic en familia, solo con mis amigos, su familia, la familia de Louis quienes siempre han sido cercanos y yo.

Con discreción le envió mensajes a Louis para preguntarle cómo va todo.

Newt odia convivir con personas extrañas, hemos solo a los más cercanos y a sus hermanas la cuales por lo que me ha contado Alice, ella lleva comunicándose con las chichas durante los últimos tres meses y esta es su oportunidad para conocerse. No sé cómo tomará esto Newt, pero creo que no lo tomará mal, recuerdo ciertas conversaciones donde decía generarle curiosidad el hecho de tener hermanas con un millón de historias por contar las cuales él estaría encantado de escuchar.

Ruego mentalmente para que todo salga bien.

Debo admitir que, a diferencia mía, él no es muy fan de su cumpleaños, para él es un día normal. Su día empezó con su madre y yo deseándole un feliz cumpleaños, Alice incluso lloró porque su niño se hacía mayor.

Recibo una llamada y alzo mi teléfono encontrando el nombre de Angie brillando en la pantalla, acepto su llamada para posar el celular en mi oído.

De reojo noto a Newt dándome una mirada extrañado o más bien sorprendido al parecer no fui la única en leer el nombre.

─¿Si? ─contesto.

─Te conseguí las entradas.

La felicidad no cabe en mi pecho. Angie me vio hace unos días estresada por no conseguir entradas para el concierto de la banda favorita de Newt, se ofreció a ayudarme, al principio me negué, pero ella es persistente.

─Muchas gracias ─chillo ─. Te debo una.

─Sí y te la cobraré.

Sonrío porque esperaba esa respuesta de su parte.

─¿Desde cuándo son amigas? ─pregunta Newt a mi lado con una ceja alzada.

─No somos amigas ─hablamos al mismo tiempo haciéndolo reír, Angie gruñe del otro lado del teléfono. Newt finge cerrarse un cierre en la boca cuando nota las dagas que le lanzo por los ojos.

─Como iba a decirte antes de ser interrumpida ─continuo ─. ¿Ya lograste hacer la maniobra que les enseñé en la práctica pasada?

El silencio en la otra línea me da una respuesta negativa porque es muy orgullosa para aceptarlo. Con razón es amiga de Freyr, los dos tienen un orgullo del demonio.

─Mañana te lo explico y practicamos hasta que te salga ¿está bien? ─propongo.

─Está bien ─dice al final. Sin decir más cuelga dejándome con la palabra en la boca. Maleducada.

Me concentro viendo las hojas de colores en los árboles, adoro la primavera en Canadá y amo las noches frías en Rusia, aunque extraño ver las noches blancas en San Petersburgo, Empiezan desde mayo hasta mediados de julio, el sol no llega a ponerse en forma completa, y durante toda la noche el cielo sigue iluminado con una luz. Celebramos esos días en grande, la cuidad casi no duerme y hay varios espectáculos.

Es maravilloso.

Una bonita nostalgia se posa en mi pecho al recordarlo. Jack amaba las noches blancas, papá solía dejarnos estar despiertos toda la noche al menos una vez para dejarnos disfrutar el hermoso cielo. Son recuerdos que atesoraré siempre.

Con eso último en mente recuerdo mis planes de hace unas semanas y le envió un mensaje al tatuador a quien tengo planeado entregarle mi confianza. Le indico la fecha de cuando quiero hacerlo, él me comunica las horas disponibles y escojo una para mi conveniencia.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now