Capítulo once

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26 de enero, 2013

Vanya

El dormitorio de Newt es tan lindo, es de un azul marino con la mayoría de los muebles blancos, no es un sitio lleno de cosas incluso se puede decir que tiene cierto toque minimalista.

Sentada en su cama lo espero que termine de atender una llamada.

Es sábado y en una hora debemos ir a la casa de Louis para ver películas. Se supone que hace unos días íbamos a practicar nuestra química a la hora de besarnos para dar un buen espectáculo, obviamente sin otra intención, pero estuvimos tan ocupados estos días así que se pospuso para hoy.

Muevo mis dedos ansiosa, no todos los días besas a uno de tus mejores amigos.

Unas fotos ubicadas sobre uno de sus muebles llaman mi atención, algunas con Alice, otra con su padre que he visto solo un par de veces y con su hermano mayor Jimmy a quien conocí en Navidad. En otro extremo detectó a los que creo son él y Louis pequeños, una foto con los gemelos acapara un portarretrato; y por último hay una conmigo en Navidad, en ella estamos vestidos formalmente para su reunión familiar, es muy bonito ver como tengo un pequeño espacio en su habitación.

Aún recuerdo la cena de navidad, sus padres están divorciados y aún así logran convivir juntos en las fechas especiales lo cual me parece admirable, al contrario de mis padres quienes no pueden ni verse.

Tomo una gran bocada de aire y me recuesto sobre la cama. Me siento nostálgica al recordar como conocí a Newt, él fue quien me dio el recorrido por el instituto, fue quien me ayudó en mi primer día y desde entonces siempre se ofrece a ayudarme en lo que pueda. Dejé muchas personas atrás, pero al llegar aquí los conocí a ellos y creo que tal vez estaba destinada a conocerlos, tal vez es mi recompensa por sentirme sin encajar durante tanto tiempo.

Siento un peso alado de mí, no necesito voltear para saber quién es, reconozco ese perfume y estamos solos en casa.

─Mi padre te manda saludos.

─Cuando hables de nuevo con él dile que le mando saludos.

¿Qué se debe contestar en estos casos? Nunca lo he sabido, aunque supongo que se dice "igual", la verdad no lo entiendo.

─Está bien.

Giro un poco para espiarlo y lo encuentro mirándome también. Caigo en el hechizo de sus ojos, donde no puedo dejar de observarlo, donde me pierdo. No mentiré, tengo miedo de lo que pueda pasar o sentir.

Sus dedos tocan mi rostro en un gesto cariñoso, suspiro bajo su toque.

─Antes de los besos creo que debemos saber cosas del otro, los novios se conocen muy bien supongo.

─Tienes razón ─murmuro sin dejar de verlo ─. Pregúntame lo que quieras.

─¿Cuándo es tu cumpleaños?

─24 de febrero ¿el tuyo?

─Eso es en menos de un mes, deberíamos celebrarlo.

─Tal vez.

Evito el tema, mi cumpleaños es el veinticuatro, pero el de Jack es el diez y no me siento con ánimos de celebrar el mío sin él.

Suspira sabiendo que no hablaré del tema.

─30 de abril ─dice resignado.

Hace un tiempo me lo dijo, pero lo olvidé. Esta vez obligo a mi cerebro a guardar la información. Soy pésima con las fechas.

─¿Cuántas novias has tenido?

No sé por qué pregunté eso, pero siento la necesidad de hacerlo.

─Tres.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now