Capítulo treinta y uno

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Dos semanas después...

Vanya.

─¡Eso fue trampa! ─grito, molesta.

─¡No lo es! ─Louis me grita devuelta.

─¡Tiras los dados con tus mañas y te hacen caer en la casilla que deseas, eso es trampa!

Jugar monopolio con los chicos no fue tan buena idea como pensábamos. Jake ha caído en banca rota y Oliver está a nada de perder, pero poco le importa porque espera ansioso el pastel que la madre de Newt está horneando, Louis sigue haciendo trampa desde el inicio del juego.

─¡Newt dile que no es trampa! ─pide el pelirrojo mirándome desafiante.

El mencionado me decida una mirada de disculpas para luego responder.

─Vanya, él no está haciendo trampa ─Al ver mi ceño fruncido, agrega ─. Mi rubia hermosa, diosa, cariño mío, reina y dueña de nuestras miserables vidas ¿puedes dejar de acusar a Louis y seguir con el juego? Por favor... preciosa.

Cada palabra la dice con sumo cuidado y en vez de tranquilizarme... ardo en ira. Sus excesivas adulaciones, no funcionan conmigo.

─¡Eres un traidor, estás de su parte! ─le reprocho ─. No quiero jugar con embusteros.

─¡Oye! A mí no me metas en la misma bolsa que a ellos, porque yo he sido transparente ─interviene Oliver con genuina indignación.

─No hablaba contigo porque tú te vas conmigo, no permitiré que sigan viéndonos la cara de estúpidos ─Tiro los falsos billetes en el tablero y me levanto del suelo.

─Emm, señora Alice en seguida voy ─ Oliver finge que lo están llamando y corre a la cocina.

─¡No te deseo el mal, pero ojalá que tu pequeño soldado no se levante en plena batalla!

Mentalmente agradezco que la tía de Newt junto a su hijo se haya ido porque sería vergonzoso que me escucharan gritando eso. Su partida fue curiosa debido a que Sean fue el primero en irse de un día para otro y su madre estuvo de mal humor los días continuos. Según Newt fue porque le dijo la verdad con respecto a su universidad y ardió Troya.

Si las miradas mataran, Louis y Newt estuvieran junto a Satanás por culpa mía, Oliver huyó como ladrón cuando escucha una sirena de policía y Jake nos ignora mientras juega su estúpido jueguito en su celular.

─Princes... ─el pelinegro capta la indirecta en mis ojos sabiendo cuando me molesta ese apodo, he notado que una de las razones por la cual lo odio es porque me recuerda a mi padre ─. No te enojes, dejemos de jugar y se acaba el problema.

Al notar sus ganas de no discutir, mi cuerpo se relaja un poco e intento tomar respiraciones profundas para no perder la cordura. Mi rabia va disminuyendo y si no fuese por el comentario de Louis, seguramente la pelea hubiese acabado.

─¿Dejaremos de jugar solo porque es una mala perdedora? En ese caso, todos estamos de acuerdo en que gané ─se mofa y pierdo los estribos.

─¡Tú! Sucio embaucador, farsante y timador.

Me arrojo sobre él, tirándolo por completo al suelo. Mis piernas rodean su abdomen, mis manos van a su cuello y las suyas intentan debilitar mi agarre.

─¡Quítenme a la rubia desquiciada! ─lloriquea.

Mi furia no hace más que aumentar. Mi mano izquierda va a su cabello tirando de él con fuerza. Siento unas manos rodearme la cintura y cargarme sacándome de su regazo, pero mi agarre en su cabello no cede. Jake deja de ignorarnos para hacer presión en mis dedos con el objetivo de hacerme soltar al pelirrojo.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now