Capítulo veinticinco

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3 de marzo, 2013.

Vanya.

Cuando Newt me llevó a casa estaba tan feliz hasta que mi sonrisa fue borrada al ver el auto de Hannah estacionado. Mi estomago se retuerce ante la sensación entre miedo e incertidumbre, no me gusta su presencia.

Este fin de semana se supone visitaré departamentos en busca de uno para vivir, si tengo suerte espero encontrar algo rápido, el principal requisito es su ubicación de preferencia lo más cerca de mi instituto.

─¿Sucede algo? ─Los ojos esmeraldas de Newt se centran en mí con duda.

─Mi madre está en casa ─respondo con pesar.

─No es normal.

─No, ella nunca está los fines de semana sino tiene un motivo importante.

Algo no está bien, lo presiento.

Sopeso la idea de irme, puedo visitar a Louis para molestarlo hasta que mi madre se vaya, pero debo hacer mis deberes. Me fui dejando mis responsabilidades a la deriva y por muy espectacular que fue mi escapada con Newt, ahora debo encargarme de lo que dejé tirado y tengo hasta mañana para entregar dos trabajos.

─¿Te acompaño?  ¿Nos vamos? ─ofrece amablemente.

Niego con mucho pesar.

─De seguro mis abuelos quieren hablar conmigo ─ Recojo mi bolso e inhalo una gran bocada de aire armándome de valor para bajar del auto.

Una vez afuera de la comodidad de su auto acomodo mi gorro de lana queriendo cubrir un poco mis orejas.

Intuyo que Newt deseaba abrirme la puerta y arruino su lindo detalle haciéndolo yo. Coge mi bolso de mis manos para acompañarme hasta la entrada donde me quedo viéndole sin saber cómo despedirme.

«Se casan falsamente, tienen sexo y ahora no sabes si besarle la mejilla o comerle la boca, irónico»

Nadie te preguntó.

«Solo digo la verdad»

─Gracias ─decimos a la vez provocando risitas tontas y nerviosas.

Observo mis uñas para disimular un poco los nervios.

─Gracias por el fin de semana ─agradezco.

─Gracias a ti por hacerlo especial.

Acorta tanto la distancia que nos separa que su aroma se filtra en mi nariz que lo aspira gustosa y por unos segundos todo presentimiento pasa a último plano.

Es el miedo de ser descubierta por Hannah el que me hace tomar distancia, no quiero que sea tratado mal por ella como pasó con Freyr hace algunos años.

─Adiós.

Me despido rápidamente tomando mi bolso, abro la puerta de mi casa, pero a último minuto me devuelvo para besarle una vez más, al finalizar sus ojos brillan y una sonrisa boba ilumina su rostro.

Entro a casa y cuando su auto se aleja de mi calle sé que es tiempo de buscar a mi madre para salir de ese asunto a la brevedad, seguramente mis abuelos desean hablar conmigo e intentarán convencerme para que me mude con ellos ahora que he cumplido dieciocho años.

Reviso completamente la planta baja sin encontrar rastro de mi madre. Es curioso como con el paso de los años he dejado de llamarle "madre", son muy pocas las ocasiones donde reconozco a Hannah como lo que debería ser: mi mamá.

Algo estrellándose me sobresalta, el ruido viene de mi habitación y corro para averiguar lo que sucede. Lo que encuentro allí me deja impactada, tiro mi bolso al piso adentrándome en mi destrozada habitación.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now