Capítulo veintiséis

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4 de marzo, 2013.

Vanya.

Mis parpados se abren de golpe cuando una mano sacude mi cuerpo, con confusión me levanto para encontrar a mi mejor amigo con su rostro cerca del mío haciéndome retroceder del susto.

─Traje tu desayuno, Alice lo preparó para ti antes de irse ─dice con una gran sonrisa que me recuerda a los asesinos de los thrillers.

Evito hablar hasta llegar al baño y cepillar mis dientes porque seamos sinceros, nadie tiene un buen aliento al despertarse.

Al regresar a la habitación en la cama me encuentro a Louis mordiendo un gran pedazo de mi emparedado. Carraspeo haciéndolo alejarse de mi comida con nerviosismo e intenta fingir que no ha hecho nada, como si yo no gozara de dos ojos.

─Te comes el desayuno que Alice me hizo con tanto amor ¿Qué clase de monstruo eres?

─Si lo dices así suena muy mal, verás yo simplemente estaba probando la calidad del jamón porque últimamente vienen caducados ¿no has visto las noticias?

─Ajá, claro y mi mamá es Jennifer Aniston.

─¿Enserio? ─comenta sarcástico. Ruedo los ojos y le arrebato mi comida, el emparedado de queso y jamón sabe a gloria, ayer no pude comer antes de dormir, estoy hambrienta. Louis mira mi emparedado con anhelo.

─¿No te dieron de comer o qué? ─pregunto con la boca llena.

─Sí, pero tengo hambre aún ─responde y no me queda otro remedio más que darle el emparedado mordido por él mismo, total yo solo necesito dos para llenarme. Comemos en silencio y termino dándole hasta de mi jugo, vaya desayuno.

─¿Quieres hablar de lo de ayer?

Mastico mi comida con lentitud pensando en mi respuesta. ¿Estoy lista para hablarlo? Sí, desde que lo dije en voz alta siento como si me hubiesen quitado un peso de encima, se siente... terapéutico.

─Sí ─Limpio las comisuras de mi boca de una forma nada educada ─. El tema de Jackson es algo que aún me carcome la mente, viví meses sintiendo culpa simplemente por existir en un mundo donde él no está, todavía tengo días así, pero creo que estoy mejorando poco a poco. Voy a pasos de tortuga, a veces caigo y vuelvo a levantarme.

─Eres la persona más fuerte que conozco, Vanya Belov ─confiesa apretando mi mano en señal de apoyo haciéndome sonreír y recordar a Milton sosteniendo mi mano cuando el mundo se me vino encima.

Hago una nota mental para hablar con él y darle las gracias nuevamente. También debo contarle lo sucedido ayer, claro, cuando tenga todo solucionado porque querrá llevarme hasta Toronto a vivir con él.

─Me gusta creer que tal vez todo eso me ha hecho resistente, solo no logro descifrar si soy fuerte o simplemente soy buena sobreviviendo entre tanta mierda, por cierto, es Belova ─corrijo mientras bebo mi jugo de pera.

La gente debería apreciar los jugos de pera, son lo mejor, sentencia de muerte a quien no le guste... es broma... o no.

─Estoy seguro de que eres fuerte ─Tira de las comisuras de sus labios, sonriendo sin mostrar los dientes ─. Sobre lo otro ¿No eres Belov?

El dilema de siempre, no lo culpo porque incluso Freyr a veces se equivoca en ello.

─Los apellidos rusos tienen dos formas, la masculina y la femenina, por ejemplo, mi padre, mi hermano y mi abuelo son "Belov", mientras yo soy "Belova" que es el femenino del apellido, por norma generalmente se le añade una "a" al final a los apellidos en chicas ─explico con mucha paciencia.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now