Capítulo veintinueve

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11 de marzo, 2013.

Vanya.

Martes... odio los martes, no, en realidad odio los días de la semana que no son viernes o sábado.

Desde la fallida fiesta del sábado no he visto Angie, según Freyr es porque ella estaba algo traumatizada.

He tenido que soportar rumores, en algunos soy una perra loca y los demás son similares porque en la mayoría de las versiones soy la mala, todo debido a los tweets de Gossip girl canadiense, pero realmente no me interesa tener el título de heroína. Supongo que no se puede tener contento a todos.

Mi atención está puesta en los exámenes de esta semana, el primero fue ayer y afortunadamente creo que salí bien en aquel examen de matemáticas. Desde este viernes empiezan las vacaciones de mediados de invierno que consisten en una semana libre.

Termino de guardar en mi casillero los libros que no necesito hoy para luego meter el material de estudio del próximo examen en mi mochila.

No he podido sacar de mi cabeza mi conversación con Milton esta mañana, él pretende pedirle matrimonio a Eleonor lo más pronto posible, por lo tanto, debo viajar este fin de semana para estar presente, no importa cuántas escusas puse, ninguna funcionó. Debo ir. Será una cena en familia, donde los padres de Eleonor y la tía Liliana estarán presentes, además de ellos también irán Louis y Newt porque fue la única condición que puse, necesito apoyo moral, no deseo herir a Ele con mis inevitables malos gestos por lo cual ellos me mantendrán a raya.

Lo único que quiero es que tanto Ele como Millie sean felices...

Mi visión se oscurece.

─Si no sintiera tus manos en mi rostro juraría que me quedé ciega.

─Te quedarás ciega por al menos dos minutos, amor.

Freyr...

─¿Puedo saber el motivo? ─cuestiono con diversión.

─Serás mi sacrificio para mi secta satánica ─Finge tener voz tenebrosa ─. Dijeron que tendría vida eterna ya sabes, no puede resistirme.

Suelto una horrible risa nasal.

─¿Quién quiere vivir tanto en este mundo? Morir sería un honor.

─Tienes razón, pediré otro deseo ─me sigue el juego ─. ¿Confías en mí?

¿Que si confío en él? Le confiaría hasta mi vida.

─Siempre ─digo con un nudo en mi garganta ─. Hijastro.

Esto último lo hace bufar ─le encantan mis chistes, lo sé ─, y comienza a guiarme, tropiezo un par de veces con mis propios pies por los nervios. Las grandes manos de Freyr no me dejan ver nada. En menos de cinco minutos llegamos al lugar, él aparta sus manos de mi rostro. Frunzo el ceño al ver el campo de entrenamiento, eso no es lo que más me sorprende, las animadoras están aquí... Angie está aquí.

─Nixon ¿Qué es esto? Luce como una secta satánica, no me gusta la idea porque la bonita y la rubia son de las primeras en morir ─me quejo haciéndolo sonreír ─. ¿Y adivina qué? Yo soy ambas, no es justo.

Sus dedos pulgar e índice se posan en las comisuras de mis labios causando en mí una boca de pato, mientras yo estoy perdida, él me mira con diversión.

─No es una secta satánica, es tu primer regalo.

Reparto mi mirada entre él y las chicas.

─Oh, gracias... siempre quise tener un equipo de animadoras ─exclamo con sarcasmo.

Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now