Si no es suficiente, déjame ir (#1) COMPLETA

Capítulo veintidós

25 de febrero, 2013.

Vanya.

El dolor de cabeza y las náuseas son lo que me hace despertar del profundo sueño donde estaba inmersa. Suspiro y me acurruco al cálido cuerpo que me abraza.

Espera... ¿Quién mierda me está abrazando? Yo siempre duermo sola.

Con temor saco mi cabeza del hueco de su cuello para encontrar a un Newt completamente dormido, cierro mis ojos maldiciendo sin saber que rayos pasó hasta que los recuerdos de anoche llegan a mí.

Ayer le dije "cógeme", definitivamente fue una noche loca y le echaré la culpa al alcohol. No sé si dije algo más porque lo último que recuerdo es haberle dicho eso.

Chillo bajito para no despertarlo, con cuidado me libero de su agarre. Salgo de la cama y al darle un último vistazo tengo que abstenerme de pasar mis manos por su cabello el cual cae sobre su rostro, sospecho nota mi ausencia porque empieza a quejarse hasta que abraza una de las almohadas quedándose tranquilo.

En el baño me aseo rápidamente, no tengo otra opción más que usas la misma ropa del día anterior lo que me hace sentir algo sucia, lo único bueno de esto es que el aroma de Newt se impregnó en ella, al inhalar su exquisito olor sonrió como boba aprovechando que nadie me está viendo.

Salgo con cuidado de la habitación encontrándome a Vanessa en la puerta de al frente y le agarro del brazo adentrándonos en la habitación de dónde venía saliendo. Suspiro con alivio de haber escapado.

─¿De qué huyes? ─pregunta.

─De la vergüenza por algunas cosas que dije anoche.

Mi vista cae en la gran cama donde se encuentran los gemelos dormidos, abro mis ojos asombrada cuando veo el trasero de uno de ellos.

─¿Qué mierda?

─Te dije que me gustaban ambos ─responde encogiéndose de hombros.

La miró a ella y luego a ellos por un rato.

─¿Perdí treinta dólares? ─chillo. Maldito Newt ¿es adivino o qué coño?

─¿Qué? ─pregunta sin entender. Le explico la apuesta y se molesta porque no aposté por ella lo que me hace reír. Cuando aposté lo hice pensando en que alguno tendría un enamoramiento o al menos un beso, nunca se me pasó por la cabeza algo como esto.

─¿Y tú también te portaste mal? Porque te vi con el "solo es mi amigo" y te aseguro que sus miradas no eran de amigos.

─No tan mal como tú ─bromeo y sonríe.

Decidimos salir de la habitación para buscar algo de comer en la cocina, pero antes de salir cubro el trasero de mi amigo con la sábana e intento borrar la imagen de mi mente.

En la cocina nos preparan el desayuno, hablamos sobre lo de anoche mientras comemos, ella me pone al día con su interesante "interacción" con los gemelos sin tantos detalles a petición mía mientras yo le hablo de Newt.

─¿Le pediste que te cogiera? ─grita llamando la atención de una empleada quien se va escandalizada ─. Amiga no pensé que fueras de ese tipo de borrachas.

─Ni yo, le regalé un vibrador, pero si hubiese sabido eso tal vez su regalo sería Newt en tanga ─dice mi mejor amigo metiéndose en la conversación.

─Esto es tu culpa, debiste impedir que me emborrachara ─lloriqueo falsamente mientras como mis panqueques.

─¿Dónde compraste el vibrador? ─cuestiona Vanessa con curiosidad ignorando mis lamentos.