Math ᯽ ꒰ sookai ꒱

24 ×

No despiertan hasta el mediodía.

Beomgyu y Yeonjun tuvieron que hacer "piedra, papel o tijeras" para poder decidir quién abriría la puerta para despertarlos, porque honestamente ninguno quería hacerlo.

Y después de perder con piedra, Beomgyu está frente a la madera sin saber qué hacer; si debería tocar o sencillamente entrar a despertarlos.

Pero incluso después de tocar varias veces, siguen sin abrir, así que respira profundo y se aventura a abrir lentamente, primero asomándose y después entrando.

Se congela.

Soobin reposa su cabeza sobre el pecho de Huening Kai, su cabello despeinado completamente, pero incluso su brazo y su pierna se encuentran rodeando al menor como si fuera un koala aferrado a su árbol. Kai le devuelve el abrazo de una forma desordenada, y su boca está un poco abierta.

—Dios mío... —murmura Beomgyu con sus ojos muy abiertos.

Yeonjun curiosamente se asoma también, y decir que queda petrificado no es suficiente. Así que ambos permanecen incapaces de decir algo mientras observan a los chicos durmiendo tranquilamente.

—¿Deberíamos despertarlos?

—No quiero hacerlo, sólo míralos.

—Lo sé, pero—.

Soobin lentamente parpadea, despertando gracias a los murmullos. Sin embargo, no se mueve ni un poco para no despertar a Kai. Desde su posición, levanta la cabeza lentamente para mirar a su hermano y a su mejor amigo parados en la puerta, blancos como si hubiesen visto un fantasma.

—¿Tenemos que salir ya? —balbucea.

Beomgyu asiente, algo inseguro, así que Soobin logra escapar con suavidad de los brazos de Kai y se sienta en la cama frotando sus ojos.

—Uhmmm... Creo que los dejaremos solos. —titubea Yeonjun, tomando a Beomgyu del brazo y arrastrándolo afuera.

El mayor bosteza, mirando a Kai quién había empezado a abrazar una almohada al no tener a Soobin entre sus brazos, y siente algo de pena por tener que despertarlo al verlo tan tranquilo. Inconscientemente se queda admirando el rostro dormido del menor y estira una mano, delineando suavemente sus facciones.

—Hyuka... ¿Por qué eres tan lindo? —murmura, acariciando sus mejillas con delicadeza.

Finalmente lo sacude del hombro para despertarlo, y después de unos instantes sus ojos se abren y parpadea varias veces.

—¿Q-qué pasó? —murmura Kai, sin moverse.

—Kai, debemos irnos ya.

—¿Ya? —bosteza— O-ok.

Ambos se levantan, y aunque Kai sigue un poco tonto, incluso se queda tendiendo la cama bajo la mirada estupefacta de Soobin.

Después, le sonríe como si nada, y cuando están a punto de salir del cuarto, Soobin detiene a Kai, y se acerca hasta él sin hablar, colocando la chaqueta sobre sus hombros y abotonándola.

Kai se sonroja, asombrado, pero Soobin sonríe mostrando sus hoyuelitos y deja un suave beso en su mejilla, cerca de su comisura.

—Hyung... —susurra Kai, observándolo directamente a los ojos antes de ahuecar su cara con ambas manos y atraer sus bocas a un simple roce de labios.

El beso es muy inocente, durando apenas un par de segundos y siendo bastante fugaz, pero igualmente los deja avergonzados y felices.

Soobin sonríe más ampliamente, tomando la mano de Kai y entrelazando sus dedos para salir del cuarto.

Beomgyu escucha el sonido de la puerta y se pone de pie para saludarlos, y aunque se fija inmediatamente en sus manos, decide no decir nada para no incomodarlos.

—¡Bien, vamos a comer! —anuncia animado.

Yeonjun aplaude feliz.

—¿Qué quieren? ¿Comida china? ¿Sushi? ¿Pizza?

—Sushi está bien.

—¡Sushi!

—Le enviaré la dirección a Taehyun. —comenta Beomgyu feliz.

Los cuatro salen de la casa, con Soobin y Kai aún tomados de la mano, y es difícil para Yeonjun y Beomgyu fingir que no notan nada, así que cuando al fin han llegado al restaurante y se han sentado, Yeonjun explota.

—Ustedes... ¿Están saliendo o algo?

Hay un silencio incómodo mientras ambos se sonrojan. Se miran mutuamente y después Soobin carraspea.

—No... No aún.

Beomgyu se atraganta con el trago de agua que acababa de dar, tosiendo con sorpresa mientras Yeonjun golpea su espalda con suavidad.

—¿Estás bien, beommie?

—Sí, sí. —murmura limpiando sus labios distraídamente con una servilleta.

Kai se voltea a Soobin.

—¿A-aún?

Soobin sonríe, pero antes de poder decir nada, Taehyun aparece frente a ellos saludando a Soobin con respeto.

—¡Feliz cumpleaños, Soobin Hyung!

—Gracias, Taehyun.

El chico se sienta en la mesa, tampoco pasando de largo al ver a Kai y Soobin tan cercanos, pero no dice nada incluso después de morder su labio con incomodidad.

El mesero toma su orden, y Taehyun, Yeonjun y Beomgyu comienzan a hablar animadamente, pero Soobin y Kai permanecen en su mundo.

—Hyung, ¿A qué se refirió con "aún"? —le murmura Kai con ojos brillantes.

—No lo sé, ¿A ti te gustaría que fuéramos algo? —murmura de vuelta.

Las mejillas de Kai se encienden vívidamente y ni siquiera hace falta una respuesta al ver su sonrisa tan deslumbrante.

—¿En serio le gusto? Es decir... Yo- Uhm- pensé que le caía mal.

Soobin tuerce los labios, incómodo.

—Es complicado- pero... No me caías mal. No realmente. —pausa— supongo que es más fácil ocultar mis sentimientos que aceptarlos.

—Entonces le gusto.

Soobin lo mira a los ojos.

—Sí. Y no puedo dejar de pensar en ti ni aunque lo intente. —confiesa— Es un poco tonto, perdón.

Kai va a responder cuando se da cuenta que los otros tres chicos están completamente callados y observándolos boquiabiertos.

—¿En qué momento se volvieron tan... Así? —pregunta un incrédulo Taehyun.

—¿Y ahora sí son novios? —Beomgyu aplaude feliz.

—No, no somos novios. —responde Kai.

—Pfff. Se están tardando.

—Tengo que llevar a Kai a una cita primero, idiotas.

Todos abren los ojos sorprendidos, incluso Kai.

—¿Cita?

Soobin asiente con una sonrisita tímida.

—Claro, necesitamos citas antes de ser algo.