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Soobin siempre fue un chico solitario.

Él recuerda su infancia como una leve borrosidad donde sólo se dedicaba a jugar con sus juguetes en la habitación. No recuerda mucho el haber sido invitado a fiestas o el haber ido a casa de otros niños. Recuerda que su único amigo siempre fue su pequeño hermanito y algún que otro vecino con el que jugaba de vez en cuando.

Es por eso que no le afecta ni le sorprende mucho cuando, entrando a su primer año en aquel enorme instituto, no logra entablar ni media conversación con alguna de las demás personas. No era una novedad para él, y la verdad ya se esperaba algo así.

Su primer mes ahí se resume en sólo estudiar y pasar las tardes en su vacía habitación, mirando el techo y chateando con Beomgyu. A veces se sentía lo suficientemente animado como para ir a la cafetería y pedir algún batido para él solito.

Es ahí donde conoció a Lee Heeseung.

A diferencia de él, aquel chico era bastante popular. Él realmente destacaba mucho en sus clases y siempre parecía estar rodeado de sus amigos; incluso estando en primer año ya había construido lo que era el inicio de una buena reputación. Soobin únicamente lo había visto en sus clases pero jamás había hablado con él más que para pedirle un borrador o algo así.

—Hey, Soobin.

La voz reconocida le hace levantar la cabeza con duda. ¿En serio le estaban hablando a él?

Heeseung le devuelve una enorme sonrisa a su ceño confundido, y, sin pedir permiso, se sienta en la silla frente a él.

—Te vi algo triste, así que pensé en hacerte compañía.

—Oh... Bien... Gracias...

El chico continúa mirándolo con una sonrisita.

—No hablas mucho, ¿verdad?

Soobin parpadea, sin responder. Se sentía bastante intimidado; esa era la primera conversación que tenía con alguien desde que llegó al HYBE institute.

—No te preocupes, yo no vengo a pedirte nada. —ríe Heeseung— Simplemente quisiera ser tu amigo.

—¿Uh? ¿Tú quieres ser mi amigo? —no puede evitar preguntar Soobin con incredulidad.

Es la primera vez que alguien le dice eso en su vida.

—Sí, tu amigo. —responde como si fuera algo obvio.

Cuando Lee Heeseung fija su mente en una meta siempre lo logra, y esta vez no es la excepción.

Sin saber ni cómo, ni por qué, la vida de Soobin pronto da un gran giro. Sus tardes solitarias se convierten en picnics con el chico, en risas algo más sinceras y en charlas donde él no tenía mucha participación. Pero Soobin estaba feliz de al menos tener un amigo.

Lastimosamente, todo fue tan repentino como empezó, pues no más de un mes después de que su amistad comenzara a fluir un poco más, un día Lee Heeseung simplemente desapareció de su vida. Aún cuando él le hablaba en los pasillos, era ignorado; igual que cualquier mensaje de texto y llamada.

Una noche Lee Heeseung lo besó, y aunque estaba confundido, no pudo negar lo bien que se sintió.

Y al día siguiente, caminando de buen humor por los pasillos en busca de su amigo, se detiene cuando lo encuentra hablando con un par de chicos. Al inicio su plan era sorprenderlo, pero el que sale sorprendido es él cuando escucha la conversación mientras esconde su rostro tras el muro.

—En serio lo hiciste.

—Sí, me tomó mucho tiempo que lograra agarrar confianza. —es la voz de Heeseung, burlona— Como sea, besé al inútil y me debes cien mil wones. Sólo espero que no se enamore de mí y me empiece a acosar. Es un poco raro.

Lastimosamente, todo fue tan repentino como empezó.

(...)

—¡Noona! ¡B-basta! —Taehyun ríe incontrolable, removiéndose sobre la cama mientras la chica está a horcajadas encima de él atacándolo con cosquillas.

Jisu sonríe aún más grande, y sólo continúa molestando a su dongsaeng con más risas que le hacen soltar pequeñas lágrimas.

—¡Lia!

La chica se detiene.

—¿Cómo me llamaste? —pregunta, fingiendo ofensa.

Ella aún está sentada sobre el torso del menor, aunque el chico ya comienza a recuperar el aliento y solo ríe de nuevo, esta vez no por las cosquillas.

—Te dije que sólo las personas cercanas a mí podían llamarme así. —bufa ella, cruzándose de brazos.

—¿Te parece que esto no es lo suficientemente cercano? —dice Taehyun con una ceja alzada, señalando el cómo sus piernas se enredan juntas.

Jisu se sonroja, levantándose de inmediato y sentándose en el otro extremo de la cama, —que al ser tan pequeña realmente no es muy alejado de él.

—Pff, está bien, tú ganas.

Taehyun se acomoda, sentándose a su lado. Él aún sigue riendo, y su ropa está arrugada y un poco levantada.

—De todas formas, te comiste mis papitas y eso no lo voy a permitir. —refuta Jisu— Vas a pagar.

—Uuhhh, qué miedo. —se burla Taehyun.

Luego de aquel caótico despertar, Taehyun no había podido irse de la habitación; él no es tan insensible como para dejar sola a su Noona en un estado así, capaz y moría y el espíritu de Jisu lo atormentaría el resto de su vida o algo así.

Así que ambos continúan el día tirados en las camas, hablando y riendo. Y bueno, era tranquilo hasta que Taehyun decide robar un par de papas de la bolsa de la chica.

—Taehyun. —llama ella, repentinamente seria.

El chico voltea a verla a la cara, y por un par de segundos ella continúa sólo mirándolo sin decir nada. Taehyun sigue expectante, pero ella no parece tener intenciones de hablar pronto.

—¿Pasa algo, Noona?

Por un momento, Taehyun siente como la chica se inclina un poco hacia él.

—Nada. —dice ella, levantándose de la cama mientras estira sus brazos.

Taehyun permanece en la cama, curioso por aquello que iba a decir la chica, pero no hace comentario alguno mientras ella se acerca al clóset y saca un suéter.

—Ya quiero que acabe este frío infernal. —se queja ella, poniéndose la prenda y acomodando su cabello fuera del cuello— Me gustaría seguir pasando el día contigo, pero Yuna insiste en que la lleve al parque.

—Oh, ¿puedo acompañarlas? —pregunta Taehyun, ilusionado.

Jisu sonríe, asintiendo.

—¡Sí! Es una buena idea, Yuna te adora... De todas formas, iré a bañarme, tú puedes quedarte aquí mientras o lo que sea.

La chica se acerca nuevamente al clóset, toma algunas prendas y luego entra al baño cerrando la puerta con suavidad. Mientras Taehyun observa la madera, no puede evitar preguntarse el cómo logró hacer tan buena amistad con aquella chica.

En un inicio esperaba nunca tener que volver a cruzársela, y ahora aquí está él, sentado en su cama mientras ella se arregla para una salida juntos al parque.

Math ᯽ ꒰ sookai ꒱Where stories live. Discover now