Capítulo 20. ¿Qué sucedió? | Capítulo nuevo

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12 horas antes de la cita entre Diego y Juliett

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12 horas antes de la cita entre Diego
y Juliett

Elijah desperto ese día, y no debido a la linda voz de su mujer. Sino, porque Camila lo despertó.

-Amorcito, despierta -murmuró melosa.

Él despertó de inmediato, sin comprender que sucedía.

Volteó hacia el lado donde se suponía estaba Juliett, pero ella ya no estaba.

-¿Qué haces aquí? -preguntó molesto.

-Debemos ir a la ecografia -dijo sonriendo.

Se levantó, se acomodo suspirando y fue al baño para acicalarse.

-Camila, que sea la última vez que entras a mi casa de esta manera -murmuró sabiendo lo obvio, que Juliett se la había encontrando y por eso decidió irse.

Camila rodó los ojos y se quedo esperando a Elijah.

Finalmente y luego de media hora estuvo listo.

Él no era tonto, o bueno, no lo era tanto. Él sabía que Camila estaba inventando todo esto, lo esperaba. Así que quería saber a dónde llegaba todo esto, de cualquier forma ya había decidido darle la libertad que Juliett tanto deseaba.

Camino hasta llegar a su auto.

Y ambos se adentraron en él. Elijah encendió el auto y comenzó a manejar hasta a el hospital de Elijah

***

Llegaron al consultorio y saludo a uno de sus colegas, el cual reconoció a Camila al instante. Comenzó a revisar a Camila sin decir nada.

Y mientras ella estaba acostada en una camilla con gel en el estómago, él sacó su teléfono y se metió al chat con Juliett.

Su última conversación fue el 18 de febrero y el último mensaje era de ella "Mi amor, ¿vendrás esta noche?"

Su corazón recibió una extraña puñalada, la cual trató de ignorar.

Y comenzó a escribir un mensaje.

Hola Juls, ¿cómo están los niños? ¿Cómo estás tu? Dios, se que esto es un poco incómodo, pero en serio quería saber como estabas. Como estaban.

Te extraño tanto que duele, te amo tanto que he considerado odiarte. Es imposible, tu eres como un sueño.

No quiero incomodarte, pero necesitas saberlo todo. Debes saber todo lo que ocurrió.

La primera vez, aquel día que fui a su casa, ella me dio algo, investigue y es una pastilla para dormir. Supongo que la puso en mi bebida, pues no supe nada. Lo que quiero decir es que no tuve nada con ella, la primera vez, no lo recuerdo.

Y la vez que entraste a mi oficina, le pedí que terminará todo esto, pero ella comenzó a desnudarse y a acercarse demasiado a mi. Traté de empujarla, pero tampoco quería hacer un alboroto porque estábamos en la oficina. Cuando iba a hacerla a un lado y a despedirla, llegaste tu.

Nunca dije nada, lo sé, pero no lo dije porque no pensé que iba a perderte. Creí que haciéndote creer que tenía algo con ella tu te darías cuenta que yo era el amor de tu vida.

Fue algo totalmente estúpido, pues te perdí.

Estoy harto, mierda, estoy harto de todo esto. Te amo y te extraño, pero estoy tan jodido que se que lo mejor es que mantengamos distancia.

Y yo... Se feliz Juls.

Cuándo terminó de escribir alzó la cabeza, pudo observar a Camila y al feto que mostraba la pantalla, todo el se electrifico asustado.

De inmediato borro el mensaje y apagó el teléfono.

***

Cita de Diego y Juliett

Diego comenzó a besar su cuello y de inmediato Juliett soltó un leve gemido.

Por la cabeza de Juliett los nervios y el miedo pasaban.

-¿Qué estamos haciendo? -preguntó ella está vez.

-¿Quieres hacerlo conmigo? -preguntó Diego mientras seguía besando a Juliett.

Tres segundos de duda, tal vez diez.

-Sí -sólo bastó con que Juliett murmurara una sola palabra con dos letras, Diego olvidó todos los planes que tenían.

Volvió la vista al frente, y comenzó a manejar hasta su casa. Demasiado rápido.

Mientras con una de sus manos tocaba la entrepierna de Juliett, quien mordía su labio continuamente para no gemir de placer.

Llegaron a su casa en al menos veinte minutos, una enorme casa con un gran jardín.

Diego salió de su auto y le abrió la puerta, como adolescentes entraron a la casa de Diego y se encaminaron hasta la sala.

Dónde entre gemidos y contemplaciones ambos se entregaron, Juliett con la mente en otro mundo, mientras que Diego la contemplaba sólo a ella.

***

Cuando Juliett despertó, no dijo nada. Su cabello rojizo alborotado demostraba lo bien que la había pasado, pero curiosamente no se la paso ni un poco bien.

Se sentía mal, estaba abrumada, triste y adolorida internamente.

Despertó a Diego de a poco en poco.

-Buen día -saludo Diego con una sonrisa.

-Buen día -dijo Juliett tratando de sonreir-, ¿puedes llevarme a casa? Debo ir a ver a los niños.

-Por supuesto, permíteme vestirme y de inmediato nos vamos -terminó diciendo.

Ambos comenzaron a vestirse, eran las siete de la mañana.

Y después salieron de su casa, en camino a casa de Juliett.

Subieron al auto y mientras Diego conducía, Juliett pensaba sobre si estaba haciendo lo correcto acerca de querer enamorarse de Diego aunque no lograba hacerlo.

Sus manos estaban sudando.

Y al llegar a casa, fue hasta la habitación de sus hijos. Ambos dormian plácidamente. Beso sus mejillas y sonrió.

Fuese cual fuese la decisión que ella tomará, sus hijos siempre estarían con ella.

Precisamente cinco minutos después, su teléfono comenzó a vibrar como loco.

Era Elijah y un poco temerosa contestó.

-Juls, dame solo dos segundos -dijo Elijah presuroso-, debemos vernos. Es muy importante.

-¿Qué sucede? -preguntó ella.

Y su padre, Eric iba entrando a la habitación de los niños.

-Dile a Elijah que venga hoy mismo a la casa. Hablaré con ambos -murmuró él mientras salía de la habitación.

Ella no comprendía que pasaba: -Dice mi papá que vengas a casa, pero dime ¿qué carajo sucede? -preguntó ella una vez más.

-Camila mintió -murmuró finalmente-, te amo. Te veré al rato.

Dicho esto último colgó el teléfono.

Seguía sin comprender que sucedía, Camila mentía, eso ya lo sabía, pero ¿cuál de todas las cosas era mentira?

Déjame Ir | FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora