Elijah y Juliett lo tenían todo, una familia, trabajos bien remunerados, su amor.
Hasta que Elijah decide engañarla.
Juliett con el corazón herido no sabe qué hacer, perdonarlo o ser feliz.
Cuando el matrimonio parece ir en declive, un montón de sec...
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—No te preocupes —le digo a Sofía—, yo tampoco estoy tan emocionada con eso de la boda de Diego. La chica no parece confiable.
Ella suspira: —Lo sé —se limpia las lágrimas en su rostro—, de cualquier manera si Diego lo quiere así, entonces será así. Lo olvidaré.
Ella está totalmente decepcionada y la entiendo, se supone que Diego prometió que sólo sería un tiempo para él, que resultó en su desaparición y re aparición nueve años después.
Sofía no puede recibirlo con los brazos abiertos, ella no es así.
Y la entiendo.
—No pienses en ello —le pido—, él no vale la pena. Y si no fuera por mí padre lo mandaría a la mierda, por cabrón.
—¿Eh? —me mira y sonríe—, creí que la señorita no era de decir majaderías.
Me sonrojo: —Solo cuando la situación lo amerita.
Y él lo merece, merece el desprecio de todos los que vivimos aquí.
—Dijo que hablaría conmigo, pero —mira hacia otro lado de la habitación—, ni siquiera se ha dignado a hablarme. Puede que yo tuviera la culpa, lo esperé por bastante tiempo. Debí haberlo mandado al diablo.
—Sofía —murmura Elijah llegando a la habitación—, Diego está allá abajo. Dice que quiere hablar contigo.
Abro los ojos con sorpresa.
—¿Qué? —dice Sofía sin comprender.
—Ve —la incito.
—De acuerdo —se levanta, se limpia las lágrimas, deja salir un suspiro y se va.
Elijah y yo nos miramos al instante, él entra a la habitación.
—Cariño, parecemos señoras chismosas —dice Elijah y yo me río bajamente.
—Ella es mi amiga, debo ayudarla a superar o a volver hacia Diego —le digo con una sonrisa.
—La chica no me parece agradable —dice Elijah.
—¿Verdad? —concuerdo con él.
***
Hoy iremos con mi padre, Silvia, Diego y su prometida, a conocer el salón donde celebrarán su boda.
Al bajar las escaleras Elijah y yo nos damos cuenta que Diego está ahí, con la cabeza agachada.
—¿Qué sucedió? —pregunta Elijah.
—La dejé ir —contesta él con la voz rota.
—¿A dónde fue Sofía? —le pregunto yo.
—Ella no quiere verme —dice con tristeza, se da media vuelta—, debemos irnos. Sofía... —él niega—, mi prometida y sus padres nos esperan.
Elijah y yo nos miramos, pero decidimos ir al salón porque no tenía sentido pedirle a Sofía paz, ella debía llorar y olvidarlo. No inhibir su dolor.
—Vámonos —le digo a Elijah y él asiente.
Un enorme deja vu vino a mi.
Quiero saber si este es el final de su historia.
Nota de autor: durante casi tres años hemos estado aquí, Elijah, Juliett y yo. Ahora mismo solo quiero terminar Déjame Ir y Quédate ahora y siempre, se que cuando termine con esta historia tendré un nuevo punto en mi vida.
En fin.
Lo que quiero decir es que aún no se cual será el final de Quédate ahora y siempre, solo se que no será un final feliz, solo un final.
