Capítulo 6. Estar sola | Corregido

15.9K 521 53
                                    

Omnisciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Omnisciente

¿Quién nos garantiza la felicidad absoluta? ¿Realmente el amor existe o sólo es un conjunto de sustancias en el cuerpo? Elijah había perdido toda clase de perdón de parte de Juliett, y quería intentarlo todo hasta acabar cualquier método. Porque aunque pareciera imposible él no quería alejarse de ella, inclusive aunque nada se solucionará. Puede que él nunca supo que tenía a una mujer increíble a su lado y hubiese jugado con fuego infinidad de veces, pero la seguía amando. Era un puto egoísta, pero no mentiría en cuanto a sus sentimientos.

La semana pasó en completa felicidad, al menos según los niños, Elijah y Juliett iban juntos a dejar a sus hijos a la escuela. Después cada uno se iba a sus respectivos trabajos y por la noche llegaban a casa a cenar en familia.

Aquella tarde Elijah tenía que pasar por sus hijos y así lo hizo. Mientras que Juliett hablaba con su madre.

—No, solo quería decírtelo. Ya sabes, porque eres mi mamá —respondió con tono flojo -Juliett-

—No entiendo que tiene ese hombre que no tenga ningún otro —dijo su madre Marissa con cierto desdén.

—Tiene que aún no me divorcio de él y están mis hijos —Juliett ya harta de la situación respondió de aquella manera tan déspota— igual no quería pedirte permiso, solo te avisaba.

—¡Estoy harta! —grito Marissa. A lo que Juliett le pidió con los ojos que se callara, pues estaban en su consultorio— te engaño. Ese hombre se va a encargar de llevarte a la ruina, estoy demasiado segura, así que cuando eso pase no me vengas a lloriquear como bebé. Te hizo sufrir y aun así ¿quieres regresar con él? Eres una niña muy estúpida, lo supe desde que te casaste con él. No lo entiendo Juliett ¿es que acaso no puedes ser como tu hermana Krystal?

Y llegaban las comparaciones.

—Sí, podría ser una mantenida pero no me gusta ser una mantenida —su madre negó.

—Pudiste haber manejado la empresa ¿y todo para que? Al final solo te quedaste con tu infiel marido y tus dos estúpidos niños —dijo Marissa y Juliett furiosa se puso de pie.

Ni su madre, ni nadie podía meterse con sus hijos.

—Cállate, te permito que hables y digas de mi y de Elijah lo que quieras, pero no de mis hijos. Son mis hijos, no unos extraños. Lárgate, lárgate por favor —le repitió dos veces al. La tomó fuerte del brazo y la sacó del consultorio.

Después no le quedó de otra las que quedarse llorando en su consultorio. Prohibiendo la entrada a todo el mundo, se sentía pésimo.

Juliett sabía que su mamá no la quería del todo, pero siempre trato de sobresalir sin su ayuda, para que no hubiesen reproches. Sin embargo ni aquello funcionó, puesto que en cada oportunidad que tenía, Marissa siempre le recordaba que era una tonta por haberse casado con Elijah.

Déjame Ir | FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora