2 | Capítulo 9. Dejarte ir para ser feliz

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Elijah me sostiene

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Elijah me sostiene.

—Tranquila, mi amor —me pide y yo respiro con rapidez. Ella ha muerto.

—Murió, Elijah —le digo mirándolo a los ojos, sin soltar ni una sola lágrima. Solo en shock—, ella está muerta.

Y se levanta, dejándome en el suelo cuidadosamente.

—¿Murió? —pregunta él, sin creerlo.

—¡Si! —le digo casi en un grito.

Alexander llega a nuestra habitación y me ve en el piso: —¿Qué pasa, mamá? —me pregunta, pero no emito ni una sola palabra— ¿papá?

—Murió mi madre —le contesto sin cuidado.

Y sin tener en cuenta las lágrimas descienden por mi rostro, sin darme cuenta ya estoy llorando como acostumbro hacerlo, mis latidos son rápidos.

Elijah esta caminando de un lado a otro, él sigue en shock.

Debemos ir al funeral.

***

Elijah y yo decidimos que solo iríamos nosotros dos, no tenía sentido llevar a Cassy, a Mitlan y mucho menos a Alexander. Sin embargo, este último insistió en acompañarnos. Accedí.

—Alex... —lo observo por el retrovisor del auto, mientras Elijah conduce—, no debes decir palabras de compasión si no lo deseas ni lo sientes. Nunca estuviste con ella, no se si hayas desarrollado alguna clase de sentimiento, solo pido respeto.

—Sí —murmura en silencio.

—Juls, todo estará bien —me dice Elijah tomándome de la mano mientras que con la otra conduce.

Ni siquiera puedo tener un pensamiento claro sobre lo que siento acerca de su muerte.

Y todo eso me perturba.

Era mi madre.

Ese monstruo era mi madre, pero después de todo lo que hizo ni siquiera se que es lo que siento por ella. Si algo está claro es que no es aquel sentimiento maternal.

Cuando menos me doy cuenta ya hemos llegado a la funeraria.

Mientras que Elijah y Alexander caminan detrás de mi cual guardias. No estoy preparada para ver a Krystal, ni mucho menos a mis hermanastros, tampoco me siento segura de ver a el viudo. Y los nervios se apoderan de mi.

Solo una puerta divide a la que se supone es mi familia y a la familia que yo hice con mucho amor.

Debo enfrentarlo.

Abro la puerta y todos observan directamente.

Durante demasiado tiempo evite tener contacto con aquella familia que no hizo más que hacerme sentir ajena.

Déjame Ir | FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora